San José de Cupertino, conocido como el “santo volador”, es venerado por sus extraordinarios dones místicos y espirituales, sus numerosos milagros y su capacidad de levitar. A medida que su devoción ha crecido con el tiempo, muchos se preguntan dónde descansan sus restos mortales.
La tumba del santo se encuentra en la Basílica de San José de Cupertino (Basilica di San Giuseppe da Copertino), en Osimo, una ciudad de la región del este de Italia conocida como Las Marcas.
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El templo, que fue construido en 1220, estuvo inicialmente dedicado a San Francisco, pero luego fue renombrado en honor al “santo volador” tras su canonización. Sus restos fueron colocados bajo el altar mayor en 1771, pero ahora están en una cripta construida en 1963.
El lugar se volvió un importante centro de peregrinación para aquellos que buscan su intercesión.
En el interior de la Basílica se puede encontrar una pintura del santo levitando sobre el altar, y en la cripta se halla una figura metálica de su cuerpo; en su interior se resguardan sus reliquias. El cuerpo es exhibido en un ataúd de cristal, que parece que “levita” gracias a la ayuda de dos estatuas de ángeles. El 18 de septiembre de cada año, su ataúd es llevado en procesión alrededor de Osimo.
La Basílica no sólo alberga una serie de reliquias, sino también recuerdos relacionados con el santo.
La residencia de San José de Cupertino en el monasterio adyacente, donde vivió de 1657 a 1663, y su oratorio, están abiertos a los visitantes. Todas las habitaciones han sido conservadas en su estado original.