Bajo el lema “Milagro, camino que renueva nuestra fe y nuestro bautismo”, la comunidad católica de Salta (Argentina) celebró una nueva edición de la “Fiesta del Milagro”, que se desarrolló del 13 al 15 de septiembre.
El solemne triduo contó con la presencia del Nuncio Apostólico en Argentina, Mons. Miroslaw Adamczyk, quien presidió algunas de las celebraciones.
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El primer día del triduo estuvo dedicado a la Virgen del Milagro, mientras que la segunda jornada se centró en la Exaltación de la Santa Cruz, y el último día, en el Señor del Milagro.
Miles de peregrinos llegaron a Salta desde distintos lugares de la provincia, desde otras provincias y de países vecinos, para participar en una de las manifestaciones de fe más convocantes del norte argentino.
En ese marco, el viernes 15 de septiembre, cerca de 700 mil fieles participaron en una procesión con las sagradas imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, acompañadas por autoridades civiles y eclesiales.
Al llegar al Monumento 20 de Febrero, el Arzobispo de Salta, Mons. Mario Antonio Cargnello, presidió la celebración central, ocasión para que los fieles renovaran su pacto de fidelidad. En palabras del Prelado, se trata de “una historia de amor mutuo que atraviesa la vida de nuestra querida Salta desde su fundación y que va creciendo en profundidad y en extensión”.
El Arzobispo se refirió también a la actualidad argentina, en cercanía de las elecciones presidenciales: “Ustedes, querida comunidad cristiana que muestran el mejor rostro de la Iglesia, nos dicen que es posible mejorar cuando es el amor el que mueve nuestras vidas. Los tiempos difíciles pueden ser una ocasión para renacer. Depende de nosotros”, expresó.
“En esta hora estamos llamados, con especial urgencia, a ser prudentes para decidir pensando en el bien de todos los argentinos de hoy y del futuro. Elegir es un acto de amor a la Patria. Esto se traduce en prepararnos con seriedad para elegir”, exhortó.
“El Milagro nos prepara para volver a nacer. Que la ternura de María nos una a cada familia, a cada pueblo, a la Patria entera y la fidelidad del Señor nos comprometa en la desafiante tarea de ser constructores de la civilización del amor”, anheló.