La Diócesis de Roma ha difundido un comunicado en el que informa acerca de la reciente visita canónica realizada al Centro Aletti, fundado por el sacerdote Marko Rupnik, acusado de abusar de religiosas, con el objetivo de “investigar la dinámica de la Asociación”.
Según se detalla en el mensaje, emitido este lunes 18 de septiembre, la investigación fue confiada al sacerdote Giacomo Incitti, profesor de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El presbítero presentó el informe final el 23 de junio de 2023 al Cardenal Angelo De Donatis, quien “tras comprobar que no se daban los requisitos para la adopción de otras medidas de su competencia, decretó el cierre de la visita canónica”.
El origen de esta visita se debió a “las noticias difundidas por las agencias de prensa y de los comunicados firmados por el P. Johan Verschueren, Delegado del P. General para las Casas Interprovinciales de Roma, sobre ciertos hechos relacionados con Marko Rupnik y también con el Centro Aletti”.
La apertura de esta visita canónica tuvo lugar el 16 de enero de 2023 y fue ordenada por el Cardenal Vicario, Angelo De Donatis, a la Asociación Pública de Fieles de la Diócesis de Roma “Centro Aletti”.
El comunicado especifica también que la finalidad de la visita era “averiguar el modo de gestión de la Asociación y el funcionamiento efectivo de sus órganos de gobierno; el examen de la vida de la Asociación en todos sus aspectos, incluidas las relaciones de los miembros con el Fundador y con el grupo de líderes, así como la dinámica relacional entre los propios miembros”.
Informan, además, que la investigación se llevó a cabo “de forma diligente y confidencial” y para ello realizaron “reuniones comunitarias y un número importante de entrevistas personales, tanto con los miembros actuales como con muchas personas que han tenido contacto con la vida y las actividades del Centro en diversas funciones”.
Vida comunitaria “libre de todo problema crítico”
En el informe final, presentado al Cardenal De Donatis, el P. Giacomo Incitti asegura que en “el Centro Aletti existe una vida comunitaria sana, libre de todo problema crítico particular”.
Asimismo, afirma que “el visitador ha podido comprobar que los miembros del Centro Aletti, aunque entristecidos por las acusaciones vertidas y la forma en que han sido tratadas, han optado por guardar silencio —a pesar de la vehemencia de los medios de comunicación— para proteger sus corazones y no pretender un estatus irreprochable con el que erigirse en jueces de los demás”.
“Todo este asunto —se lee en el comunicado— ha ayudado a las personas que viven la experiencia del Centro Aletti a reforzar su confianza en el Señor, sabiendo que el don de la vida de Dios se abre paso incluso a través de la prueba”.
Al mismo tiempo, se precisa que “las nuevas necesidades que surgieron y que también se evaluaron a la luz de la decisión de la Compañía de Jesús de abandonar el Centro Aletti, exigieron algunos cambios iniciales necesarios en el Estatuto, que, sin embargo, dejaron intactos los objetivos fundacionales”.
Dudas sobre la solicitud de excomunión
Además, se informa que en dicha visita también se examinaron “las principales acusaciones formuladas contra el P. Rupnik, especialmente la que dio lugar a la solicitud de la excomunión”.
“Sobre la base del abundante material documental estudiado, el visitador ha podido constatar y, por tanto, señalar procedimientos gravemente anómalos, cuyo examen ha generado dudas fundadas incluso sobre la propia solicitud de excomunión”.
“Ante la gravedad de estas constataciones”, se informa de que el Cardenal Angelo De Donatis remitió el informe “a las autoridades competentes”.
Este comunicado ha sido difundido 3 días después de que el Papa Francisco mantuviera una reunión en privado con la teóloga y directora del Centro Aletti, María Campatelli, cercana colaboradora de Marko Rupnik, expulsado de los Jesuitas en junio por no obedecer las indicaciones de sus superiores.
El 9 de junio la Compañía de Jesús expulsó de la Orden a Rupnik, después de que el sacerdote y artista fuera acusado de abuso espiritual, psicológico y sexual, así como de abuso de conciencia, unas situaciones que se habrían dado durante más de tres décadas incluso con mujeres relacionadas con el Centro Aletti.
Cabe recordar que Marko Rupnik también fue excomulgado durante un tiempo breve en 2019 por absolver en Confesión a una cómplice de un pecado contra el sexto mandamiento.