Un video viral que muestra a dos sacerdotes celebrando Misa junto a una mujer en el altar ha provocado una corrección formal por parte del Obispo de Chur (Suiza), Mons. Joseph Bonnemain. No obstante, no se llevará a cabo un proceso canónico.
“Una investigación cuidadosa del asunto ha demostrado que no hubo violaciones litúrgicas graves en este acto de culto divino, cuya evaluación estaría reservada al Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Por lo tanto, no se requiere ningún proceso penal según el derecho canónico”, señala un comunicado de prensa conjunto firmado el 8 de septiembre por Mons. Bonnemain y miembros de la Iglesia local.
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“Sin embargo, en esta celebración se ignoraron importantes normas litúrgicas que son vinculantes para toda la Iglesia. Por lo tanto, el obispo no puede evitar emitir una corrección formal a los presbíteros involucrados en este sentido”, añade el texto.
El comunicado conjunto está suscrito por la Diócesis de Chur, la parroquia San Martín, los párrocos y el clero involucrados en la controversia, e incluye la firma de Monika Schmid, la mujer que pareció “concelebrar” la Misa de agosto de 2022.
La celebración eucarística en cuestión marcaba la jubilación de Schmid, que es una antigua administradora parroquial. El video de la Misa mostraba a Schmid mientras parecía concelebrar la Eucaristía con los sacerdotes.
La mujer estaba de pie ante el altar vestida de forma casual y con dos sacerdotes a su lado. Extendió los brazos y pronunció con ellos las palabras de la consagración y la plegaria eucarística.
La declaración conjunta señala que la Misa de despedida recibió una amplia cobertura mediática.
Tras la controversia sobre el video, Schmid negó que sus acciones constituyeran un intento de concelebrar la Misa o ser provocativas. Reconoció que, como mujer, no puede celebrar válidamente la Eucaristía como lo hacen los sacerdotes católicos ordenados.
El canon 907 del Derecho Canónico prohíbe a los diáconos y a los laicos “decir las oraciones, sobre todo la plegaria eucarística, ni realizar aquellas acciones que son propias del sacerdote celebrante”.
El comunicado detalló cuál fue la respuesta del obispo a los sacerdotes y a Schmid.
“El 15 de agosto de 2023, Mons. Joseph Maria Bonnemain emitió la advertencia adecuada a las cinco personas afectadas durante conversaciones personales detalladas, con la expectativa de que estos errores no se repitan en el futuro”, continúa el comunicado.
Al mismo tiempo, el texto señala que el Prelado “expresó su confianza en todos los pastores involucrados y les agradece por su comprometida labor pastoral por el bien del pueblo”.
A raíz del controvertido video, Mons. Bonnemain se unió a los obispos de Basilea y de Sankt Gallen, Mons. Felix Gmür y Mons. Markus Büchel respectivamente, para remitir una carta el 5 de enero de 2023 a las personas que trabajan en el cuidado pastoral en sus diócesis.
Sólo los sacerdotes ordenados pueden presidir la Misa, y la liturgia no debe ser “un campo de prueba para proyectos personales”, señalaron los tres obispos, cuyas diócesis son jurisdicciones eclesiásticas predominantemente de habla alemana en Suiza.
Los obispos reconocieron el deseo de la gente de participar en la liturgia, pero manifestaron que la liturgia católica tiene un carácter universal, y esto se refiere especialmente a los sacramentos: “Es precisamente en la celebración universal de la misma liturgia que somos católicos y solidarios unos con otros”.
Se refirieron a la carta apostólica del Papa Francisco de junio de 2022, Desiderio desideravi, que insiste en la calidad de las liturgias, la cuidadosa atención a cada aspecto de la celebración y la observancia de cada rúbrica.
“El testimonio común requiere formas y reglas comunes. Nosotros, los obispos, recibimos regularmente peticiones y reacciones de preocupación: los fieles tienen derecho a celebraciones religiosas que respeten las reglas y las formas de la Iglesia”, afirmaron.
Schmid, la trabajadora de pastoral cuya Misa de jubilación desató la controversia, criticó la carta de los obispos tras su publicación en enero. Abogó por una celebración litúrgica que, en su opinión, “llegue a las personas en su vida diaria, en su idioma y en su comprensión de sí mismas”, informó el portal católico suizo de noticias Cath.ch.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.