En la mañana de este domingo 10 de septiembre, tuvo lugar en Markowa (Polonia) la Santa Misa de beatificación de los Ulma, la familia “héroe” asesinada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
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El 24 de marzo de 1944, en el pueblo polaco de Markowa, la familia Ulma, compuesta por Józef, Wittoria y sus siete hijos, fue brutalmente exterminada por los nazis. Su crimen: esconder a ocho judíos perseguidos en su hogar. Esta valiente decisión los llevó a la muerte, pero también a la santidad.
Por primera vez en la historia de la Iglesia, una familia entera ha sido proclamada beata junta. Józef, Wiktoria y sus siete hijos —incluido el que la madre llevaba en el vientre—, fueron asesinados por los alemanes por esconder a ocho judíos de las familias Goldman, Grünfeld y Didner.
El acto de beatificación, donde han participado cerca de treinta mil personas de diferentes países, se ha llevado a cabo por el enviado del Papa Francisco, el Cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, en un ambiente de alegría y expectación.
Al referirse al pequeño de los hijos, que se encontraba en el interior del vientre de la madre cuando fue asesinada, el Cardenal Semeraro enfatizó que "sin haber pronunciado nunca una palabra, hoy el pequeño bendito grita al mundo moderno que acoja, ame y proteja la vida, especialmente la de los indefensos y marginados, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural".
"Es su voz inocente la que quiere sacudir las conciencias de una sociedad en la que proliferan el aborto, la eutanasia y el desprecio por la vida vista como una carga y no como un don. La familia Ulma nos anima a reaccionar ante esa cultura del descarte, que denuncia el Papa Francisco", afirmó el Purpurado.
Asimismo, destacó que "también hay un fuerte deseo de que en todos nosotros, el testimonio martirial de la familia Ulma suscite el deseo sincero de profesar y vivir la fe con valentía".
Pielgrzymi idą z każdej strony do Markowej na beatyfikację rodziny Ulmów.
— Paulina Guzik (@Guzik_Paulina) September 10, 2023
32,000 people registered for the Ulma beatification Mass, in early morning hours they marched through the local roads to reach Markowa. pic.twitter.com/YpJODxCzxJ
Posteriormente, a las 12.00 horas, se realizó el rezo del Ángelus. Al finalizar esta oración mariana desde el Vaticano, el Santo Padre pidió “que esta familia polaca, que representó un rayo de luz en las tinieblas de la Segunda Guerra Mundial, sea para todos nosotros un modelo a imitar en el celo por el bien y en el servicio a los necesitados”.
Tras pedir un aplauso por los nuevos beatos, el Papa Francisco invitó a los fieles a “seguir su ejemplo” y sentirnos llamados “a oponer a la fuerza de las armas la de la caridad y a la retórica de la violencia la tenacidad de la oración”.
Más tarde, tuvo lugar el discurso del Presidente de la República de Polonia, Andrzej Duda.
Desde este momento la Familia Ulma es beata pic.twitter.com/yhLi0PdpCs
— Alejandro Bermudez (@albermudezr) September 10, 2023
Un ejemplo de valentía y santidad
El 24 de marzo de 1944, una patrulla nazi rodeó la casa de Józef y Wiktoria Ulma, en las afueras de su pueblo. Descubrieron a ocho judíos que se habían refugiado en la finca y los ejecutaron. La policía nazi luego mató a Wiktoria, que estaba embarazada de siete meses, y a Józef. Cuando los niños comenzaron a gritar al ver a sus padres asesinados, los nazis también les dispararon.
El mayor de los hijos tenía ocho años. El más pequeño fue el niño dado a luz por Wiktoria Ulma en el momento del martirio. A estos beatos se les conoce como “los samaritanos de Markowa”. Se dedicaban a la agricultura y vivían en la pequeña ciudad polaca de Markowa en el condado de Lancut, distrito de Rzeszow.