Por Julieta Villar
En la mañana del 6 de septiembre, la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” (UCB), fue reconocida por el Vaticano por su trayectoria, calidad educativa y estrecho vínculo con la misión de la Iglesia, y fue erigida canónicamente.
El secretario de la Sección de Educación del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede, Mons. Giovanni Cesare Pagazzi, fue el encargado de entregar el decreto de erección canónica de la universidad.
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Dicho Dicasterio, que equivale al Ministerio de Instrucción del Vaticano, tiene a cargo la educación primaria, secundaria y superior, con presencia en 1.700 universidades católicas en el mundo.
Sin embargo, sólo 53 de ellas han recibido la valoración que hoy se le otorgó a la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”.
Mons. Pagazzi destacó que esta erección canónica dada a Bolivia a través de la UCB, le confiere el más alto reconocimiento que el Vaticano ofrece a una casa de estudios.
Con este acto, aclaró, más que esperar algo de una universidad, la Santa Sede reconoce el valor que tiene la institución, anhelando que la misma siga siendo fermento de la sociedad y de la cultura.
Esta distinción marca una conexión estrecha entre el establecimiento y el Santo Padre, equivalente a asignar el carácter de pontificia a la universidad, título que desde 2006 ya no se otorga.
El rector nacional de la universidad, P. José Fuentes Cano, agradeció el galardón y señaló que este hecho los compromete a estar más unidos con el Papa Francisco.
Asimismo, aseguró que se ocupará de promover y apoyar el sueño del Santo Padre para la humanidad, plasmado en sus distintos escritos.
“Hoy nos comprometemos a conocer mejor la enseñanza del Papa Francisco, a construir una universidad con clara identidad cristiana, defensora de los principios del Evangelio”, expresó.
En segundo lugar, anheló “una universidad que colabore a construir una sociedad más justa, fraterna e igualitaria”.
Finalmente, asumió el compromiso de ser una institución “misionera, comprometida con la evangelización” a través del diálogo entre la ciencia y la fe.
Soy periodista, licenciada en comunicación por la Universidad Nacional de La Matanza en Argentina. Tengo experiencia laboral en organizaciones no gubernamentales. Desde 2016 me dedico al periodismo católico, primero en la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) y, desde 2022, como corresponsal de ACI Prensa para Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia.
