“Mucha gente piensa que la Madre Teresa fue una santa mujer que trabajó sólo para los pobres, pero en realidad sufrió mucho por no sentirse querida por Jesús. A esto se le conoce como su ‘noche oscura’”. Así lo expresa el P. Brian Kolodiejchuk, Misionero de la Caridad y postulador de la causa de canonización de la Santa de Calcuta.
Santa Teresa de Calcuta fue una religiosa de origen albanés que se naturalizó india. Fundó en 1950 la congregación de las Misioneras de la Caridad, cuyo carisma es servir a los más pobres de entre los pobres. Hoy tiene presencia en los cinco continentes, de forma especial en países donde hay guerra como Yemen, Ucrania y Rusia.
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Murió de un paro cardíaco el 5 de septiembre de 1997 y fue beatificada por San Juan Pablo II el 19 de octubre de 2003. El Papa Francisco la canonizó el 4 de septiembre de 2016.
Entrevistado por ACI Prensa, el P. Kolodiejchuk reveló que la “noche oscura” de la Santa de Calcuta “fue algo que sorprendió a todos, hasta a las hermanas más cercanas a la Madre, porque no tenían ni idea de lo que estaba pensando en su corazón, en su mente”.
“Para Madre Teresa no habrá sido nada fácil” esta experiencia de fe, pues siempre vivía “atendiendo mucha gente, dando siempre su tiempo”.
“Nosotros pensábamos que ella estaba experimentando una gran unión con Jesús para que pudiera vivir una vida tan activa y difícil, con muchos desafíos, etc. Pero descubrimos que fue todo lo contrario: fue una persona que va creciendo una vida espiritual, pasaba por las noches que describe San Juan de la Cruz, las noches sensibles, y, después, noches espirituales activas y pasivas”, señaló.
Sobre su “noche oscura”, recordó el P. Kolodiejchuk, “Madre Teresa decía que el dolor más grande que puede sentir una persona es el no sentirse amada, el sentirse rechazada, abandonada, en soledad”.
Estas experiencias de la Madre Teresa quedaron plasmadas en sus cartas a sus directores espirituales. Ahí expresaba “su sentimiento de abandono y de rechazo por parte de Jesús hacia ella”, relató el sacerdote.
“Nosotros descubrimos que la Madre había pedido destruir sus cartas”, indicó, pero destacó que “gracias a Dios que no lo hicieron, porque estas cartas revelan un aspecto de su vocación muy importante. Yo creo que, aparte de la santidad que tiene (...) es el aspecto más heroico de su vida”.
Las cartas de la Madre Teresa fueron recopiladas por el P. Brian Kolodiejchuk en el libro Ven, sé mi luz.
El P. Kolodiejchuk recordó que Madre Teresa dormía muy poco, de 1:00 a.m. a 4:40 a.m., incluso a pesar de su avanzada edad y sus enfermedades.
“Madre Teresa era una enamorada de Jesús (…) Dándose a la caridad y a todos lo demás”, destacó. A pesar de no tener “la consolación de experimentar la unión con Jesús, estaba bien unida con Él, pero sin sentimiento. Más bien [con un sentimiento ] de abandono”.
El P. Kolodiejchuk destacó que la unión de la Madre Teresa a Jesús le permitió sentir lo que el Señor vivió en el Huerto de los Olivos, en la noche de su Pasión: “este sentimiento de abandono que Jesús experimentó, paradójicamente ella lo vivió”.