En la rueda de prensa que ofreció el lunes, a su regreso de Mongolia, el Papa Francisco aclaró sus comentarios sobre "la cultura" de Rusia que fueron interpretados por autoridades civiles y eclesiásticas ucranianas como un apoyo al "imperialismo" ruso.
El Sucesor de Pedro afirmó que "no estaba pensando en imperialismo", "estaba hablando de cultura" al recordar sus palabras dirigidas a un grupo de jóvenes católicos rusos el pasado viernes 25 de agosto durante el evento especial de la Iglesia Católica en Rusia en San Petersburgo.
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El Pontífice respondió a varias preguntas de los periodistas que viajaron con él durante el vuelo de 10 horas desde Ulán Bator hasta Roma, el 4 de septiembre. Entre ellas, una sobre la controversia por sus declaraciones respecto a la herencia de figuras como Pedro el Grande y Catalina II de Rusia, que irritaron a los ucranianos al considerarlas como "una especie de aval a la política de Putin”.
El periodista de la agencia italiana ANSA, Fausto Gasparroni, preguntó al Santo Padre en el vuelo chárter de ITA Airways: "¿Por qué sintió la necesidad de hacer estas afirmaciones, si las consideró, si las repetiría; y también, en aras de la claridad, si podría decirnos qué piensa de los imperialismos y, en particular, del imperialismo ruso?”.
El Santo Padre contextualizó su diálogo con los jóvenes rusos: "Al final del diálogo les di un mensaje que siempre repito: que se hagan cargo de su herencia. Lo mismo digo en todas partes. E incluso con esta visión trato de fomentar el diálogo entre abuelos y nietos: que los nietos se hagan cargo de la herencia”.
Más tarde, insistió en que sus palabras sobre "la idea de la gran Rusia" se referían a "la herencia" cultural rusa. "Piensen en el campo de la literatura, en el campo de la música, hasta un Dostoievski que hoy nos habla de humanismo maduro", añadió.
"El tercer aspecto", sostuvo el Pontífice, "quizás no del todo correcto, pero hablando de la gran Rusia en el sentido quizás no tanto geográfico, sino cultural, me acordaba de lo que nos enseñaban en la escuela: Pedro I, Catalina II. Y surgió este tercer elemento, que quizá no sea del todo correcto". "No lo sé. Que nos lo digan los historiadores. Pero fue un añadido que se me ocurrió porque lo había estudiado en la escuela", explicó.
El Papa Francisco insistió en que "la cultura rusa es de una belleza y profundidad muy grande, y no debería borrarse por problemas políticos". También señaló que en Rusia "ha habido años oscuros, pero la herencia siempre ha permanecido así, a la mano”.
Respecto al "imperialismo", el Santo Padre reiteró que "la transmisión de la cultura nunca es imperial, nunca; siempre es diálogo, y estaba hablando de eso". "Es cierto —continuó— que hay imperialismos que quieren imponer su ideología. Me detendré aquí: cuando la cultura se destila y se convierte en ideología, eso es veneno. Se utiliza la cultura, pero destilada en ideología”.
El Papa Francisco destacó la importancia de distinguir entre la cultura de un pueblo y las ideologías, incluso en la Iglesia, para evitar alejarse de la autenticidad espiritual y caer en la política y el imperialismo.
"Esto hay que distinguirlo, cuando es la cultura de un pueblo y cuando son las ideologías que luego surgen para algún filósofo o político de ese pueblo. Y esto lo digo para todos, incluso para la Iglesia. Muchas veces se introducen ideologías en la Iglesia que alejan a la Iglesia de la vida que proviene de la raíz y va hacia arriba; alejan a la Iglesia de la influencia del Espíritu Santo".
El Pontífice explicó que "una ideología es incapaz de encarnarse, es solo una idea. Pero la ideología ocupa su lugar y se convierte en política, suele convertirse en dictadura y se vuelve incapaz de dialogar y avanzar con las culturas”.
"El imperialismo siempre se consolida sobre la base de una ideología. También en la Iglesia hay que distinguir entre doctrina e ideología: la verdadera doctrina nunca es ideológica, nunca; está arraigada en el pueblo santo y fiel de Dios; en cambio, la ideología está desvinculada de la realidad, desvinculada del pueblo... No sé si he respondido", concluyó el Obispo de Roma.
El 29 de agosto, el Vaticano aclaró que el Papa Francisco no respaldó el imperialismo ruso en su discurso a jóvenes católicos en Rusia. El portavoz vaticano afirmó que el Papa instó a preservar la herencia cultural y espiritual rusa sin promover agendas políticas o imperialistas.
Sin embargo, estas palabras generaron controversia, especialmente en Ucrania, donde se percibieron como un apoyo implícito al Kremlin. El gobierno ucraniano y la Iglesia en Ucrania expresaron su descontento y solicitaron una explicación al Vaticano. El Pontífice ha abogado por la paz en Ucrania en varias ocasiones, incluso en su viaje a Mongolia, y está involucrado en iniciativas diplomáticas y humanitarias para resolver el conflicto.