Miles de fieles se acercaron ayer domingo al barrio 20 de julio de Bogotá (Colombia), para participar en la Misa que se celebró con ocasión de la fiesta del Divino Niño Jesús, devoción que nació en este lugar hace aproximadamente 89 años.
Como es tradición, los devotos llegaron desde tempranas horas de la mañana al Santuario del Divino Niño, una obra iniciada por el P. Juan del Rizzo, sacerdote salesiano que arribó a Colombia desde Italia y que promovió el amor al Niño Jesús.
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Previo a la Misa central se llevó a cabo una procesión alrededor del santuario, en la que participaron también menores vestidos con el traje característico de la imagen del Divino Niño. Los fieles colombianos recorrieron las calles de este barrio del sur de Bogotá, acompañados también por miembros de los Scouts y de una delegación de devotos mexicanos.
Al llegar a la gran explanada de la iglesia, la escultura fue recibida con aplausos por los fieles y luego trasladada al interior del santuario, de donde después saldría en procesión un cuadro con la imagen del Divino Niño.
Esta imagen, que sería luego colocada al lado del altar, recibió los honores del Ejército de Colombia, cuyos miembros la escoltaron hasta el lugar donde el Obispo Auxiliar de Bogotá, Mons. Germán Medina Acosta, celebraría la Eucaristía.
En su homilía, Mons. Medina invitó a las miles de personas a permitir que el amor de Dios ingrese en sus corazones, para que al habitar en ellos el espíritu del bien, puedan rechazar la tentación de obrar cualquier mal.
“Jesús nos ayuda a enfrentar ese combate para salir victoriosos”, afirmó el Obispo Auxiliar, quien aseguró que la voluntad de Dios es que sus hijos pierdan el miedo de ponerse al servicio de los demás.
“Dejémonos abrazar por el Divino Niño Jesús, dejémonos abrazar por Dios nuestro Padre. Todos estamos necesitados del abrazo de Dios, para descansar en Él, para llorar con Él, para confiarle los secretos de nuestra vida, los dramas de nuestra vida, y experimentar su consuelo, su perdón y su gesto amoroso, restaurador”, afirmó.
Tras culminar la Misa, grupos de fieles se dirigieron a la pequeña capilla en la que se encuentra la imagen original del Divino Niño, para rezar ante ella y agradecerle los favores recibidos.
Asimismo, en el santuario se siguió celebrando Misas hasta horas de la tarde, a las que los devotos se acercaron para seguir participando de la fiesta del Divino Niño.