El Arzobispo de Londrina (Brasil), Mons. Geremias Steinmetz, dio la Comunión a un jeque musulmán en la Misa de exequias del Cardenal Geraldo Majella Agnelo, fallecido hace unos días a los 89 años. El hecho suscitó polémica entre los católicos y una nota de esclarecimiento del Prelado.
Algunos usuarios de redes sociales cuestionaron cómo el Arzobispo pudo darle la comunión a un jeque musulmán, y criticaron al Prelado.
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Los hechos
La Misa de exequias se celebró el 28 de agosto en la Catedral de Londrina y en ella el Arzobispo dio la Eucaristía al jeque Ahmad Saleh Mahairi de la mezquita Rei Faiçal. Tras la controversia, Mons. Steinmetz se pronunció “sobre la repercusión generada por la Comunión administrada por mí” al líder islámico.
En una nota publicada el 30 de agosto, el Arzobispo brasileño explicó que el jeque conocía al Cardenal Agnelo desde la década de 1980 “como un amigo, apesadumbrado por el entierro de otro amigo. El jeque es un hombre conocido en varios ámbitos de la sociedad y mantiene una respetuosa relación con la Iglesia Católica”.
“También era amigo de otro arzobispo de Londrina, el difunto Mons. Albano Cavallin, con quien mantuvo una estrecha relación. Como amigo, participó en la celebración eucarística y, entrando en la fila de la comunión, recibió el cuerpo de Cristo”, agregó.
“Las imágenes de la transmisión de la Santa Misa muestran al jeque Mahairi recibiendo la Eucaristía de mis manos, pero no lo muestran consumiéndola. Ante la repercusión de estas imágenes, encargué al vicario general de la Arquidiócesis de Londrina, Padre Rafael Solano, que hablara con el jeque para aclarar la situación”, prosiguió el Arzobispo.
El Arzobispo de Londrina (Brasil) administra la Sagrada Comunión al jeque mahometano Ahmad Saleh Mahairi en el entierro del Cardenal Majella.https://t.co/ZYkA7Bt4e6 (1:38:19) pic.twitter.com/RLakCvPZ6K
— 𝕴𝖆𝖈𝖔𝖇𝖚𝖘 (@InEminenti) August 31, 2023
Mons. Steinmetz señaló luego que el jeque lamentó “profundamente lo ocurrido, pues su deseo no era irrespetar a la Iglesia Católica” y le indicó al vicario que tras recibir a Jesús “fue hasta su banco, se sentó y consumió la Eucaristía. Según él, Mons. Albano hacía muchos años le había explicado que la Eucaristía es el cuerpo de Jesús, considerado un profeta para el Islam”, como señala la declaración Nostra aetate, sobre la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas.
El Arzobispo citó un documento del Papa Francisco
Tras esta explicación, el Prelado consideró “esclarecidos estos puntos” y citó algunos pasajes del documento Desiderio Desideravi, que el Papa Francisco publicó en 2022 y que trata sobre la formación litúrgica del pueblo de Dios.
El Arzobispo de Londrina citó el numeral 6 del texto, en el que el Santo Padre señala: “cada vez que vamos a Misa, el motivo principal es porque nos atrae el deseo que Él (Dios) tiene de nosotros. Por nuestra parte, la respuesta posible, la ascesis más exigente es, como siempre, la de entregarnos a su amor, la de dejarnos atraer por Él”.
Después, Mons. Steinmetz recordó el numeral 65, con el que concluye el documento del Papa, en el que se lee: “Abandonemos las polémicas para escuchar juntos lo que el Espíritu dice a la Iglesia, mantengamos la comunión, sigamos asombrándonos por la belleza de la Liturgia. Se nos ha dado la Pascua, conservemos el deseo continuo que el Señor sigue teniendo de poder comerla con nosotros. Bajo la mirada de María, Madre de la Iglesia”.
¿Quién puede recibir la Comunión?
“Los ministros católicos administran los sacramentos lícitamente sólo a los fieles católicos, los cuales, a su vez, sólo los reciben lícitamente de los ministros católicos”, establece el canon 844 del Código de Derecho Canónico, la norma que regula a la Iglesia universal.
De otro lado, el numeral 1355 del Catecismo de la Iglesia Católica señala: “En la comunión, precedida por la oración del Señor y de la fracción del pan, los fieles reciben ‘el pan del cielo’ y ‘el cáliz de la salvación’, el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se entregó ‘para la vida del mundo’ (Jn 6,51)”.
El texto cita luego a San Justino, quien señala: “llamamos a este alimento Eucaristía y nadie puede tomar parte en él si no cree en la verdad de lo que se enseña entre nosotros, si no ha recibido el baño para el perdón de los pecados y el nuevo nacimiento, y si no vive según los preceptos de Cristo".