El segundo día de la histórica visita a Mongolia del Papa Francisco, el primer Pontífice en visitar el país, comenzó con una cálida ceremonia de bienvenida en la plaza Sükhbaatar en Ulán Bator.

La plaza Sükhbaatar, el principal espacio público del país, lleva este nombre como homenaje a Damdin Sükhbaatar, líder militar que declaró, en 1921, la independencia de Mongolia de China. Una estatua suya se encuentra precisamente al centro de la plaza. En el lado norte, frente al Saaral Ordon o Palacio de Gobierno, se encuentra un monumento dedicado a Gengis Kan, Ögedei Kan y Kublai Kan.

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El Papa llegó al lugar poco después de las 9:00 horas del 2 de septiembre (hora local) y fue recibido por el presidente de Mongolia, Ukhnaagiin Khürelsükh, a los pies del Palacio de Gobierno.

A continuación el Papa fue testigo de una colorida ceremonia, en la que desfilaron jinetes a caballo, recordando las tradiciones mongolas y el antiguo imperio que llegó a convertirse en el segundo más extenso en la historia.

Ceremonia de bienvenida al Papa Francisco en la plaza Sükhbaatar. Crédito: Captura de video / Vatican Media.
Ceremonia de bienvenida al Papa Francisco en la plaza Sükhbaatar. Crédito: Captura de video / Vatican Media.

Tras la ceremonia de bienvenida y los saludos protocolares, el Papa Francisco rindió homenaje a Gengis Kan (considerado el padre de la patria en Mongolia) junto a Ukhnaagiin Khürelsükh, e ingresaron ambos luego al Palacio de Gobierno.

Papa Francisco rinde homenaje a Gengis Kan. Crédito: Andrea Gagliarducci / ACI Prensa.
Papa Francisco rinde homenaje a Gengis Kan. Crédito: Andrea Gagliarducci / ACI Prensa.

Una vez al interior del Palacio de Gobierno, el Santo Padre firmó el Libro de Honor, con el siguiente mensaje: “Peregrino de la paz en este país joven y antiguo, moderno y rico en tradiciones, me honra recorrer los caminos del encuentro y la amistad, generadores de esperanza. Que el gran cielo claro, que abraza la tierra mongola, ilumine nuevos caminos de fraternidad”.

A continuación, se reunió de forma privada con el presidente, dentro de una ger, tradicional vivienda nómada asiática, con la imagen de Gengis Kan al fondo.

El Santo Padre le dio como obsequio al presidente de Mongolia una medalla conmemorativa del viaje papal, en el que se observan detalles como la Catedral de Ulán Bator, dedicada a San Pedro y San Pablo, el mapa del país y sus cinco animales tradicionales: un caballo, un camello, una vaca, una cabra y una oveja.

En la medalla, realizada por la artista Amalia Mistichelli, también se puede apreciar el morin khuur, un instrumento típico del país, considerado además un símbolo de paz, y el Monasterio Erdene Zuu Khiid, el primer monasterio budista permanente en el país.

Como un segundo presente, el Santo Padre le dio a Ukhnaagiin Khürelsükh un facsímil de la Carta del Gran Khan Güyük al Papa Inocencio IV, que data de 1246 y cuyo original se conserva en el Archivo Vaticano.

El Papa Francisco obsequia al presidente de Mongolia un facsímil de la Carta del Gran Khan Güyük al Papa Inocencio IV, que data de 1246. Crédito: Vatican Media.
El Papa Francisco obsequia al presidente de Mongolia un facsímil de la Carta del Gran Khan Güyük al Papa Inocencio IV, que data de 1246. Crédito: Vatican Media.

Minutos más tarde, en su mensaje a las autoridades de Mongolia, el Papa Francisco destacó que el facsímil fue realizado “con las técnicas más avanzadas para garantizar la mejor calidad posible”, y este obsequio busca ser “un signo de amistad antigua que crece y se renueva”.