Este 31 de agosto, a bordo del avión que lo llevaba a Mongolia, el Papa Francisco afirmó que “los trabajadores son sagrados”, al lamentar el accidente por el que este jueves murieron cinco ferroviarios en Italia.
“Los accidentes laborales son una calamidad e injusticia”, sostuvo el Pontífice en diálogo con los 70 periodistas que lo acompañan para una visita de cuatro días a Ulán Bator, capital de Mongolia, entre ellos el enviado de ACI Stampa, Andrea Gagliarducci.
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El Santo Padre comentó con dolor el accidente ocurrido poco después de la medianoche, en la madrugada de este jueves 31 de agosto en Brandizzo, en la zona de Turín, norte de Italia, donde murieron 5 trabajadores, mientras realizaban labores nocturnas de mantenimiento en las vías ferroviarias y que fueron arrollados por un tren.
Al ser preguntado por la noticia que ha conmocionado a Italia, el Papa Francisco comentó: "Los accidentes laborales son una calamidad y una injusticia y siempre por la falta de cuidado. Los trabajadores son sagrados”.
Las víctimas, que tenían edades entre los 22 y los 52 años, fueron arrolladas por un tren que circulaba a una velocidad de 160 kilómetros por hora, informó Vatican News. Existe un luto unánime en el mundo político, sindical y eclesiástico en Italia.
La causa del incidente aún se encuentra bajo investigación, mientras que la Fiscalía de Ivrea, región del Piamonte, ha abierto un caso por desastre ferroviario por negligencia y homicidio múltiple.
El Arzobispo de Turín, Mons. Roberto Repole, está profundamente preocupado por el incidente en Brandizzo, enfatizando que la dignidad humana está por encima de los intereses económicos.
"Rezo por las familias de las víctimas; quiero que sepan que el obispo y la Iglesia de Turín están con ellos, compartiendo su sufrimiento en estas horas difíciles. Por lo tanto, espero que la política y las empresas reaccionen enérgicamente y creen condiciones para evitar que estas tragedias se repitan”, sostuvo Mons. Repole.
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el Cardenal Matteo Zuppi, instó a buscar soluciones para mejorar la seguridad de los trabajadores, en general, y comentó: "Mientras rezamos por ellos y por el conductor del tren involucrado en el incidente, les instamos a no resignarse ante estas tragedias recurrentes. No se trata sólo de promedios estadísticos (con tres víctimas cada día), sino de rostros, de personas”.