Durante el vuelo a Mongolia, el Papa Francisco bendijo una cantimplora con la que un soldado ucraniano pudo protegerse y evitar la muerte durante un ataque.

Poco después de poner rumbo a este país asiático, como ya es habitual, el Papa Francisco saludó y conversó con los periodistas que le acompañan en este histórico viaje apostólico. 

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En esta ocasión, la corresponsal de Cope en el Vaticano, la española Eva Fernández, le entregó al Santo Padre un curioso objeto: la botella de agua de un soldado ucraniano que sobrevivió a los disparos del ejército ruso.

Según precisó la periodista en su perfil de Twitter, se trata de una cantimplora que pertenece a un hombre que pudo salvar su vida al protegerse con ella.

El recipiente, de color verde y agujereado por el impacto de las balas, fue donado por el propio soldado a la iglesia castrense de Leópolis (Ucrania), en agradecimiento a la Virgen “por haberle salvado la vida”.

El Pontífice bendijo la cantimplora y aseguró que “hacer diplomacia en tiempos de guerra no es fácil”.

Al término del viaje, la botella volverá de nuevo a la iglesia ucraniana con la bendición del Papa Francisco. 

El Santo Padre aterrizó este 1 de septiembre en el Aeropuerto Chinggis Khaan en Ulán Bator (Mongolia) para dar inicio a un viaje histórico, como el primer Pontífice que llega a ese país asiático.

La visita, que lleva como lema “Esperando juntos”, se extenderá hasta el lunes 4 de septiembre.