En una carta dirigida a los sacerdotes, diáconos y a todos los empleados que están al servicio de la Arquidiócesis, Mons. Heiner Koch, Arzobispo de Berlín, dio a conocer que no tomará ninguna medida disciplinaria contra quienes decidan bendecir a parejas “que no pueden o no quieren casarse sacramentalmente”.
El documento, fechado el 21 de agosto, fue escrito en el marco de la clausura de la quinta y última asamblea del polémico Camino Sinodal Alemán. Mons. Koch señaló que la llamada del Papa Francisco a “percibir y configurar a la Iglesia como una comunidad está aún lejos de cumplirse” en el país europeo.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Asimismo, indicó que la Arquidiócesis de Berlín está “considerando cómo realizar la sinodalidad” a través de diversos grupos de trabajo, “por el bien y en solidaridad con la Iglesia”. Y agregó que, en ese sentido, están evaluando las “propuestas concretas” surgidas de las votaciones del Camino Sinodal y cómo ponerlas en práctica.
De igual forma, Mons. Koch subrayó que “no pondrá en práctica ninguna decisión que vaya en contra de las intenciones y directrices del Santo Padre”. En esa línea, añadió que, como obispo, siente gran preocupación por preservar la unidad con la Iglesia universal, aunque también manifiesta su intención de “incluir nuestras peticiones en esta unidad”.
A continuación escribió que en su Arquidiócesis, durante los debates sinodales, rápidamente se introdujo el tema de la posibilidad de ofrecer bendiciones “para las parejas que se aman y no pueden o no quieren casarse sacramentalmente”. El Prelado señaló que esto generó discusiones que se desarrollaron con “dureza y fuertes emociones”, y que con sus “respectivas argumentaciones, se enfrentaron representantes con diferentes enfoques teológicos y perspectivas político-eclesiásticas”.
Mons. Kock afirmó que, aunque en las discusiones reinó un amor común por la Iglesia, “no pocas veces surgió la convicción de que el propio punto de vista era el adecuado para proteger a la Iglesia de consecuencias nefastas”. Y a continuación pasó a explicar y a exponer, poniendo como ejemplo el caso de las parejas homosexuales, los puntos de vista de ambas partes: los que defendían la posibilidad de bendecir a estas parejas y los que negaban la validez de la propuesta.
El Prelado indicó que los representantes que se oponían a las bendiciones de parejas del mismo sexo lo hicieron apelando a los “planes de Dios escritos en la creación” y revelados plenamente por Jesucristo. También para “proteger el sacramento del matrimonio” y que no pierda su valor. Por su parte, los representantes sinodales que apoyaban las bendiciones argumentaron que la Iglesia “está constantemente evolucionando y avanzando” en el conocimiento de Dios y de la sexualidad humana y que debe “reconocer” la “bondad objetiva” de estas parejas “a través de la bendición”.
A raíz de esto, la conclusión de Mons. Koch es que, debido a las diferentes posturas que se presentaron en los debates, “espera que los agentes pastorales a tiempo completo tomen por sí mismos una decisión cuidadosamente meditada”.
“Como Arzobispo he decidido que, mientras el Santo Padre no tome otra decisión sobre la bendición de parejas que no puedan o no quieran casarse sacramentalmente, distinta de la presentada por la Congregación para la Doctrina de la Fe en marzo de 2022 (en realidad, el documento es de marzo de 2021), no bendeciré a estas parejas”, expresó Mons. Koch.
Sin embargo, subrayó que “no tomará medidas disciplinarias contra los agentes pastorales que bendigan a parejas en su situación personal y particular por razones pastorales, tras una discusión pastoral que sirva a la formación de la conciencia y a una decisión en conciencia”.
Manifestó también que estas bendiciones no deben politizarse ni ser utilizadas por los medios de comunicación, sino que deben darse “desde el espíritu y dentro de los límites descritos”. Y concluyó afirmando que “quisiera animar” a todos los sacerdotes, diáconos y agentes pastorales a “sopesar esta cuestión de forma diferenciada y a decidir responsablemente”.