El Arzobispado de Granada (España) no impedirá el encierro que realiza en una parroquia la madre del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales.
El pasado lunes, tras una semana de polémica de alcance internacional, la mujer tomó la decisión de permanecer en la iglesia de la Divina Pastora en la localidad de Motril y comenzar una huelga de hambre.
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Ángeles Béjar está acompañada por una cuñada y pretende mostrar su rechazo a las acusaciones de abuso sexual contra su hijo.
El pasado domingo 20 de agosto, Rubiales besó en la boca a una de las integrantes de la selección nacional de fútbol tras la consecución del campeonato mundial.
Según declaró Béjar el lunes a la agencia EFE, no se puede hablar de abuso sexual en este caso “al existir consentimiento por ambas partes, como queda demostrado en las imágenes”, y cuestiona “por qué se están ensañando con él”.
Desde el lunes pasado, la parroquia de la localidad granadina se ha convertido en un polo informativo en el que hay presencia permanente de periodistas y curiosos. La madre del directivo pretende mantener su protesta de forma “indefinida hasta que se haga justicia”.
A preguntas de ACI Prensa, fuentes del Arzobispado detallan que no existe ningún protocolo específico para gestionar estas situaciones. Sin embargo, subrayan que, “del interior de un templo, salvo altercados, no se expulsa a nadie, y se dialoga con la persona”.
Rubiales fue señalado por diferentes actores políticos y sociales en España que consideraron que el gesto hacia su subordinada es impropio y constituye un “abuso sexual”, por lo que se ha pedido la dimisión del directivo.
La Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA), de la que Rubiales ejerce como vicepresidente, decidió el pasado día 26 de agosto suspenderle en sus funciones durante tres meses a raíz de los hechos que han generado la polémica.
Rubiales se ha negado a abandonar el cargo. Sin embargo, su puesto corre peligro pese al apoyo inicial en la RFEF. Algunos directivos promueven una moción de censura en las próximas semanas al entender que ha perjudicado con su actitud los intereses y la imagen del fútbol español.
El Tribunal Administrativo del Deporte, a instancias del Gobierno, ha iniciado la tramitación de un expediente.
Por su parte, la Fiscalía española desarrolla una investigación y ha instado a la jugadora implicada, Jenni Hermoso, a interponer una denuncia. Hasta la fecha, no ha trascendido que haya tomado una decisión en este sentido.