Al inaugurar esta mañana, en el Hotel Intercontinental, el 18º Encuentro Internacional del Comité de Enlace Católico-Judío, el Cardenal Jorge Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), pidió que “nos pongamos en presencia de Dios con el deseo de caminar con el compromiso de ser irreprochables, ayudándonos mutuamente a serlo”.
El Primado argentino llamó a “dejar surgir desde nuestro corazón esa profunda sed de encuentro que tenemos, para que se cristalice en estos días de reflexión. Que Dios nos ayude a cambiar el corazón para poder compartir lo mejor entre nosotros”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Luego insistió en la necesidad de “caminar en la presencia de Dios con el deseo de ser irreprochables, dejando que surja esa sed de encuentro, que como semilla Dios puso en nuestro corazón desde el día en que nos miró por primera vez y, como dice el profeta, nos sedujo. Que la seducción de Dios nos haga caminar en su presencia”.
El Cardenal Bergoglio también transmitió a nombre del Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Eduardo Mirás “los mejores deseos” para el encuentro que se extenderá hasta el jueves 8. “Sigamos caminando el gozo del Señor que nos ha seducido y nos puso en camino y que nos colmará de felicidad”, concluyó.
Inauguración
Por su parte, el responsable del Comité Internacional de Enlace Católico-Judío, Israel Singer señaló que existe una “gran necesidad de ayudar a judíos y católicos a encontrar causas comunes de trabajo; a decir qué quiere decir justicia y caridad, que no quiere decir alimentar a los pobres, y que lograr la paz en el mundo no se restringe sólo al diálogo entre católicos y judíos.”
Luego, el Cardenal Walter Kasper, Presidente de la Comisión Vaticana para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, reiteró que la declaración conciliar Nostra Aetate -de la que en 2005 se cumplirán 40 años- constituye un “sólido pilar” sobre el que fundar las relaciones entre católicos y judíos, y convocó a “una acción conjunta en pro de los valores morales que, como comunidades de fe, compartimos”.
Tras expresar su “profundo pesar” por la situación en Tierra Santa, el Purpurado vaticano recordó que “nuestros dos pueblos provienen de la promesa dada a nuestro Padre común en la fe, Abraham”.
“En nuestras diferencias e identidades respectivas compartimos muchas creencias y valores religiosos. Lo que nos constituye en comunidades de fe es un mensaje de esperanza, el mensaje de la dignidad de cada ser humano creado a imagen y semejanza del Dios de la esperanza”, agregó el Cardenal.
“No nos reunimos –explicó luego- como políticos, militares u hombres de negocios, sino que nos reunimos como comunidades de fe”.
un diálogo que entre al corazón shalom