El Arzobispado de Concepción (Chile) informó que en la madrugada del martes 22 de agosto la capilla Santa María del Camino, de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en la comuna de Cañete, fue totalmente destruida a causa de un ataque incendiario.

La capilla tenía capacidad para 80 personas y no sólo funcionaba como lugar de oración y celebraciones católicas, sino que también era espacio para la Junta de Vecinos, una agrupación de adultos mayores, comités de agricultores, comité de agua y organizaciones territoriales. 

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Al conocerse la noticia, el Obispo Auxiliar de Concepción y Vicario Episcopal de Arauco, Mons. Oscar García, afirmó que este hecho “produce un profundo dolor y desazón por todo lo que significa para la comunidad misma”.

“Es algo incomprensible, pero la postura siempre es en primer lugar rezar por quienes son parte de la comunidad para que no pierdan la paz, no bajen la guardia pese al momento complejo y sobre todo renueven su fe en Jesucristo”. 

Además, llamó a “no juzgar ni condenar a quienes han cometido este atentado, porque no podemos saber a ciencia cierta quién fue”. 

Mons. García añadió; Como Iglesia “estamos unidos, apoyando a los sacerdotes de allá, apoyando a la comunidad en todo lo que esté a nuestro alcance, pero sobre todo sostenidos en la esperanza. La infraestructura se puede reconstruir, gracias a Dios no hay ninguna víctima fatal y eso nos da una cierta tranquilidad”.

En declaraciones recogidas en las redes sociales de la Arquidiócesis, Reinaldo Silva, animador de la comunidad católica del sector, lamentó lo ocurrido: “Casi 40 años de trabajo de nuestra comunidad y de un rato para otro vemos desaparecida por completo nuestra estructura”.

“Si bien es cierto que es algo material, es un espacio que costó mucho sacar adelante, donde nos reunimos como comunidad cristiana y a la vez también teníamos una prestación de servicio al resto de la comunidad”, destacó.

Las diferentes agrupaciones que se reunían en el salón, detalló, tenían allí todos sus elementos guardados, “que ahora son sólo cenizas”.

“No nos queda más que seguir confiando en nuestra fe y tener la fuerza para poder seguir trabajando y volvernos a levantar”, subrayó. 

En la mañana del miércoles, el Obispo Auxiliar se acercó al lugar para compartir un momento con los vecinos, “poder hacer una oración juntos y animarlos a seguir caminando con esperanza".

Además, exhortó a "no claudicar en los principios y los valores que nos mueven a nosotros, que son el amor y, a la luz del Evangelio, la misericordia, para que tengamos presente no juzgar ni condenar, sino todo lo contrario".

El Prelado animó a los pobladores a “no bajar los brazos y no perder el norte”.

Un miembro de la comunidad presente en el encuentro con el Obispo detalló que desde 1936 se llevó adelante un proyecto de desarrollo. 

La capilla que se quemó "recoge parte de lo que ha sido el desarrollo, porque era un centro de coordinación de trabajo con las diferentes organizaciones de la comuna de Cañete", aseguró.

Además, envió “un mensaje de esperanza”: “No hemos estado solos, hoy día tenemos la suerte de que nos acompaña nuestro párroco de la comuna de Cañete, el Obispo Auxiliar de Concepción, el P. Gilberto que desde el primer minuto ha estado acá, distintas autoridades y vecinos de la comuna”. 

Asimismo, animó a “trabajar para poder reconstruir lo que se ha perdido”.