En Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega revocó este miércoles la personería jurídica de la Compañía de Jesús (Jesuitas) y dispuso la transferencia de todos sus activos al Estado. Este acto se produce en medio de una creciente ola de hostigamiento en contra de la Orden religiosa.
Según el acuerdo ministerial 105-2023-OSFL, publicado este 23 de agosto en La Gaceta, diario oficial del régimen, la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, aprobó “la cancelación de personalidad jurídica de la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua, por incumplimientos a las leyes”.
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Respecto “al destino de los bienes muebles e inmuebles”, el documento indica que la Procuraduría General realizará el “traspaso de estos a nombre del Estado de Nicaragua”.
La dictadura señala que la Compañía de Jesús, inscrita en los registros públicos desde julio de 1995, supuestamente no había reportado “sus estados financieros [de los] periodos fiscales 2020, 2021 y 2022”.
A través de un comunicado, la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) ha condenado “rotundamente” la disposición de “la dictadura sandinista de Daniel Ortega”. “Esta acción no es más que otro capítulo en la persecución implacable del sandinismo contra la Iglesia Católica y la fe que nutre a nuestra nación”.
A pesar de la confirmación oficial en La Gaceta este miércoles, el gobierno ya había comenzado a confiscar los bienes de los religiosos desde antes.
El pasado 19 de agosto, de manera injustificada, se apropió de la residencia de los Jesuitas en Villa Carmen, que se encuentra junto a la UCA, institución que también fue objeto de confiscación cuatro días antes.
“La UCA, otrora un bastión de la excelencia académica y la libertad ya fue robada por la dictadura sandinista, demostrando su hostilidad hacia los jesuitas y la educación de calidad. Ahora, con esta nueva ofensiva, ponen en peligro a miles de niños y jóvenes que se benefician de la noble labor educativa de los jesuitas”, denuncia AUN.
Asimismo, afirma que “la dictadura sandinista amenaza la viabilidad de innumerables obras de caridad que los jesuitas desarrollan en el país, impactando la vida de los más vulnerables”.
“Exhortamos a la comunidad internacional y a los defensores de los derechos humanos y la libertad religiosa a unirse en condena y acción contra este atropello de la dictadura sandinista”, concluye el mensaje.
Hasta el momento de la publicación de este artículo, la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús no ha emitido un pronunciamiento sobre la revocación de su personería jurídica en Nicaragua.