El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha revocado las visas de 100 funcionarios del régimen dictatorial en Nicaragua y ha solicitado la liberación “inmediata” de Mons. Rolando Álvarez, encarcelado injustamente desde febrero de este año.
Desde la red social X, el Secretario de Estado Anthony Blinken aseguró en la mañana de este sábado 19 de agosto que el gobierno “ha tomado medidas para imponer restricciones de visa a 100 funcionarios nicaragüenses que restringen los derechos humanos de los nicaragüenses y socavan la democracia”.
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“Hacemos un llamado al régimen para que libere incondicionalmente y de inmediato a Monseñor Álvarez y a todos los injustamente detenidos”, continua.
The @StateDept has taken steps to impose visa restrictions on 100 Nicaraguan officials who restrict Nicaraguans’ human rights and undermine democracy. We call on the regime to unconditionally and immediately release Bishop Álvarez and all those unjustly detained.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) August 19, 2023
En un comunicado difundido horas después, el Departamento de Estado explica que estas medidas se tomaron como “rendición de cuentas por los incesantes ataques del régimen de Ortega-Murillo a las libertades civiles”.
También señala que los 100 funcionarios con visas revocadas se desempeñan en los municipios del país Centroamericano y fueron partícipes en la represión “a las organizaciones de la sociedad civil” y de cerrar espacios cívicos como el de la Universidad Centroamericana.
Asimismo, los culpa de ser cómplices en la detención “injusta de personas valientes que apoyan una sociedad civil libre, incluido el Obispo Rolando Álvarez”.
“Seguiremos trabajando con la comunidad internacional para promover la rendición de cuentas de quienes amenazan la democracia en Nicaragua, y seguimos comprometidos con la promoción de las libertades fundamentales del pueblo nicaragüense y el respeto de sus derechos humanos”, añade el Departamento de Estado.
A principios de agosto de 2022, se agravó el hostigamiento del gobierno hacia Mons. Álvarez, crítico de las violaciones de derechos humanos en Nicaragua. Como resultado, el líder religioso fue obligado a permanecer secuestrado en su residencia episcopal durante 14 días.
El 19 de agosto de ese mismo año, oficiales de policía rodearon la residencia episcopal y lo trasladaron por la fuerza a Managua. Allí, estuvo bajo arresto domiciliario hasta el 10 de febrero, cuando fue condenado a 26 años de cárcel por “traición a la patria” y le revocaron sus derechos ciudadanos de forma perpetua.
A inicios de julio se conoció que las negociaciones entre la Iglesia y la dictadura para liberar y deportar a Mons. Álvarez fracasaron.
Hace una semana, el representante republicano de Estados Unidos, Chris Smith, instó al dictador nicaragüense Daniel Ortega a demostrar ante el mundo “evidencias” sobre la supervivencia de Mons. Álvarez y a permitir que la Cruz Roja evalúe su estado de salud.