En el este de Pakistán, iglesias y hogares de cristianos han sido el objetivo de ataques masivos este miércoles 16 de agosto, tras acusaciones de una supuesta profanación del Corán por parte de un cristiano.
El obispo Azad Marshall, presidente de la Iglesia de Pakistán (protestante), expresó su angustia ante la violencia en Jaranwala, un distrito en Faisalabad.
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A través de X (antes Twitter), Marshall resaltó la profanación de biblias, la quema de iglesias y el acoso a cristianos. También pidió su intervención a las fuerzas de la ley y a los organismos de justicia:
"Los cristianos han sido torturados y acosados. Acusados falsamente de violar el Sagrado Corán. Clamamos justicia y acción por parte de las fuerzas del orden y de quienes imparten justicia y la seguridad de todos los ciudadanos para que intervengan inmediatamente y nos aseguren que nuestras vidas son valiosas en nuestra propia patria que acaba de celebrar la independencia y la libertad", manifestó Marshall.
"Una iglesia está siendo quemada mientras escribo este mensaje", afirmó el obispo.
Un testigo de los hechos que habló con ACI MENA -agencia en árabe del grupo ACI- comentó sobre el rápido desarrollo de los acontecimientos, señalando que han sido "ataques injustificados contra ciudadanos cristianos". La fuente afirmó, además, que la veracidad de la acusación de profanación del Corán sigue sin confirmarse.
Los organismos de seguridad locales han intervenido, en conjunto con otras autoridades, para controlar la situación. Salim Masih es el cristiano acusado de supuestamente profanar el Corán. Según la Comisión Internacional de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa (USCIRF), Masih ya había sido arrestado en 2019 por presunta blasfemia, pero fue liberado bajo fianza. El caso fue reseñado por el Pakistan Christian Post.
De acuerdo al diario Times of India, las acusaciones de blasfemia han agravado las tensiones en todo el país, sembrando el miedo en la comunidad cristiana. Muchos han buscado refugio, temiendo por su seguridad y la de sus familias. Líderes musulmanes han aparecido a través de videos en redes sociales llamando a sus seguidores a protestar, reportó The Guardian.
La intolerancia religiosa se ha disparado en Pakistán, donde alrededor del 90% de la población practica el Islam. Los cristianos, que representan apenas el 1,27% de la población (2,6 millones de personas), se enfrentan a situaciones desafiantes con regularidad -como estos últimos ataques- debido a esta realidad.
La Comisión Internacional de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa ha identificado a Pakistán como un "país de especial preocupación", enfatizando la necesidad de tomar acciones contra estas severas violaciones de derechos humanos.
La estricta legislación sobre blasfemia de Pakistán está siendo revisada. En el país se castiga con encarcelamiento perpetuo a quienes profanen o insulten el Corán. Aquellos que profanen el nombre de Mahoma o cualquier otro profeta del Islam son castigados con la muerte. Entre los profetas musulmanes se encuentran Abraham, Moisés, Elías, Jesús y otras figuras bíblicas. Los reportes indican que estas leyes han sido instrumentalizadas para atacar a los cristianos, teniendo como consecuencia numerosos arrestos y encarcelamientos.
Desde 1987 hasta inicios de 2021, más de 1.800 personas han sido imputadas por blasfemia. Hasta marzo de este año, 40 personas estaban cumpliendo cadenas perpetuas o esperando la ejecución por blasfemia. Desde 1990, más de 80 personas han sido asesinadas por supuesta blasfemia.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI MENA.
