Las reliquias de San Juan Calabria, fundador de las congregaciones de los Pobres Siervos y de las Pobres Siervas de la Divina Providencia, realizan un recorrido por distintos países con ocasión del 150° aniversario del natalicio del Santo.
Provenientes de Uruguay, las reliquias llegaron el lunes 7 de agosto a la Arquidiócesis de Concepción (Chile), donde el Obispo Auxiliar, Mons. Bernardo Álvarez presidió una Misa para la comunidad.
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En su homilía, Mons. Oscar García destacó que la congregación celebra por estos días el Jubileo por los 150 años del nacimiento de San Juan Calabria, e invitó a la comunidad a pedirle "una gracia especial para cada uno de nosotros y para quienes realmente deseamos vivir también las verdades del Evangelio".
El Prelado consideró "una bendición de la Divina Providencia" poder venerar las reliquias y recordó que todos los santos son un modelo para vivir el llamado que tenemos en común como cristianos: "La búsqueda constante de la santidad, como el mismo Jesús nos propone en el Evangelio".
Para ello, llamó a vivir la fe "en medio de nuestras propias realidades, con la vocación particular que cada uno de nosotros hemos recibido".
"Hoy le pedimos también al Señor, que por intercesión de San Juan Calabria, nos obtenga la gracia para que de verdad no perdamos este gran llamado que tenemos que renovar todos los días, ese deseo profundo de la santidad", sostuvo.
"San Juan Calabria fue considerado un faro y creo que también nosotros, cristianos católicos de 2023, estamos llamados a ser un faro en nuestra sociedad y en nuestro mundo, capaz de iluminar, irradiar, contagiar, atraer a nuestros hermanos hacia Jesucristo y desde Jesucristo, juntos, caminar para que se impregnen los verdaderos valores del Evangelio", animó.
Por medio del Vicario General de la Congregación de los Pobres Siervos, P. Fernando Speranza, las reliquias de San Juan Calabria recorrieron Filipinas, República Dominicana, Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile, llevando el mensaje de "animarnos a hacer un camino de santidad, pero una santidad en las cosas simples".
La invitación es "a vivir nuestra vida bautismal en profundidad, en las cosas simples y cotidianas", porque "eso es un camino de santidad".
La exposición
"Trajimos siete reliquias: un par de zapatos, anteojos, una carta escrita por él, un reloj, una billetera, una estola sacerdotal y la reliquia más importante es un frasquito con sangre. Cada elemento no sólo es importante porque perteneció a San Juan Calabria, sino porque tiene un mensaje detrás", detalló el P. Speranza.
"Los zapatos nos invitan a caminar como él caminaba, que era sirviendo a los demás; los anteojos, a tener una mirada de fe como él tenía; en la carta él habla de ser santos, así que es una invitación a la santidad; el reloj es aprovechar el tiempo y ponernos en sintonía con la vida de Dios", añadió.
Y continuó: "La billetera es signo de la caridad porque está vacía, es una donación, pero abierta porque confía en Dios; la estola sacerdotal que invita a vivir la vocación, no sólo de sacerdote, sino que la vocación que cada uno tenemos".
Entre los objetos se destaca el denominado "Faro de San Juan Calabria", que contiene la reliquia de primer grado. La estructura, que se sitúa en el centro de la exposición, posee un sistema de iluminación led que simboliza que el santo "sigue siendo luz para la comunidad", destacó el Vicario.
Además, "está sostenida sobre una estructura que contiene tierra de casa madre. Calabria decía que Verona era 'tierra santa y bendita'. Para nosotros, todos los lugares en los que estamos presentes en el mundo lo son".
Visitar cada lugar, aclaró, "no es promocionarnos ni promocionar a este santo, sino compartir un carisma, una espiritualidad, y sobre todo esa invitación a ser santos, que tanta falta nos hace".
La visita a Uruguay
En su paso por Uruguay, las reliquias visitaron la capilla Divino Espíritu Santo, que pertenece a la Obra Don Calabria y a la Congregación Pobres Siervos de la Divina Providencia.
El extenso cronograma incluyó una recorrida por los distintos puntos del país, a donde llegaron las pertenencias del santo con sus respectivos códigos QR para conocer información detallada y su significado espiritual.
En el caso de Uruguay, la muestra incluyó también un libro sobre la vida de San Juan Calabria y algunas manualidades confeccionadas por niños de la comunidad, que decoraron el lugar.
Las reliquias siguieron su camino pero las actividades en Uruguay continúan de cara al 8 de octubre, aniversario del nacimiento de Calabria.
San Juan Calabria
San Juan Calabria nació en Verona el 8 de octubre de 1873 y, luego de la muerte de su padre, debió dejar sus estudios para trabajar.
Mientras cursaba su primer año de Teología, encontró un niño acurrucado delante de su puerta, lo recogió y lo llevó a su casa. Fue la primera de sus obras a favor de los abandonados y huérfanos.
Recibió su ordenación sacerdotal en agosto de 1901, y se dedicó con gran amor a la confesión y al ejercicio de la caridad.
Junto a otros jóvenes, fundó la Congregación de los Pobres Siervos de la Divina Providencia, que obtuvo la Aprobación Pontificia el 25 de abril de 1949, que se extendió por todo el mundo.
La rama femenina, que lleva el nombre de Pobres Siervas de la Divina Providencia, obtuvo Aprobación Pontificia en 1981.
San Juan Calabria confió a ambas congregaciones la misión que el Señor le había inspirado: "Mostrar al mundo que la Divina Providencia existe, que Dios no es extranjero, sino Padre, y piensa en nosotros, siempre que nosotros pensemos en Él y le correspondamos buscando en primer lugar el Santo Reino de Dios y su justicia".
Murió el 4 de diciembre de 1954, tras ofrecer su vida al Señor por el Papa Pío XII, que agonizaba. Al tiempo que él moría, el Papa recuperó su salud y vivió otros cuatro años.