Cuatro de sus ocho hijos están ausentes y no se tiene ninguna información de su paradero: dos desaparecieron en 2008 y otros dos en 2010. No se sabe si fueron secuestrados, asesinados, heridos o torturados, pero María Herrera Magdaleno, su madre, tiene fe en encontrarlos.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, Herrera Magdaleno, quien vive en la localidad de Pajacuarán, en la zona conocida como Tierra Caliente, en el estado de Michoacán, comparte cómo ha sido su calvario de más de 15 años en busca de la verdad sobre el paradero de sus cuatro hijos.
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"Dos de ellos, Jesús Salvador y Raúl, desaparecieron el 28 de agosto de 2008 en Atoyac de Álvarez, Guerrero. Mis hijos se dedicaban a la compra y venta de oro, y al inicio pensamos que ese había sido el motivo de la desaparición. Pero con el paso del tiempo, después de las investigaciones que realizamos como familiares, nos dimos cuenta de que no es propiamente por el oficio al que se dedique la persona, sino que (el crimen organizado) arrasa con todas las personas que se encuentra", comparte.
Mientras asimilaba el dolor por la ausencia de Jesús Salvador y Raúl, poco más de dos años después dejó de tener noticias de otros dos hijos: Gustavo y Luis Armando, quienes para apoyar con dinero a su madre decidieron irse a buscar trabajo al estado de Veracruz. Allí, el 22 de diciembre de 2010, al parecer, fueron detenidos por un retén policiaco en Poza Rica. Ese día sus esposas dejaron de tener comunicación con ellos.
"En ese momento yo me dejé caer, porque sentí que ya no iba a poder soportar. Y, pues, duré unos días que no quería saber nada", recordó. Sin embargo, continuó: "Tomé fuerzas y decidí ir a buscarlos".
Esa lucha la llevó a crear la asociación civil Familiares en Búsqueda María Herrera, conformada por 27 integrantes, tres de ellos familiares de personas desaparecidas, dedicados a rastrear no sólo a sus parientes, sino a todos los desaparecidos.
Gobierno "abraza al crimen" y da "balazos a los de abajo"
María Herrera asegura que el Gobierno Federal es responsable de esta problemática: "Cuando el presidente (Andrés Manuel López Obrador) lanzó esta versión de 'abrazos, no balazos', con esto les está desatando las manos aún más a los delincuentes para que hagan lo que ellos quieran".
López Obrador prometió desde su campaña presidencial de 2018 una política de "abrazos, no balazos" para detener la violencia en el país. Con ese lema busca diferenciarse de la "guerra" contra el narcotráfico iniciada por su predecesor Felipe Calderón, que gobernó el país entre 2006 y 2012.
Al no tener "balazos" para los criminales, señaló María Herrera, "lo que el presidente no se ha puesto a pensar es que a ellos les da los abrazos y a la ciudadanía, a los de abajo, nos están acabando, se están acabando nuestras familias y a nosotras, a nosotros sí nos están llegando los balazos, y nos siguen llegando".
Al respecto, colectivos de búsqueda de personas han solicitado durante varios años una audiencia personal con López Obrador, pero no han tenido respuesta. El pasado 31 de julio de 2023, durante su tradicional conferencia diaria, el mandatario indicó que una de las razones por las que se niega a recibirlas es porque rechaza supuestos propósitos de manipulación.
"Es una campaña en contra, utilizando de manera vil todo lo que les ayude a atacar al gobierno (...). Es que hay ese propósito manipulador. Lo importante es que ayudemos en la búsqueda de los desaparecidos y que ayudemos a los familiares, y lo estamos haciendo. Lo demás es politiquería, es publicidad, y es ese interés que tienen ustedes, algunos medios, la mayoría lamentablemente, de atacar al gobierno, de ir en contra de nosotros con todo, ¿eh?, por cualquier cosa", afirmó el presidente de México.
Los dichos del mandatario provocaron malestar entre las madres que buscan a sus hijos desaparecidos. Una de ellas, Cecilia Flores Armenta, líder del colectivo Madres Buscadoras en Sonora, se manifestó en sus redes sociales.
"En este camino de dolor habemos quiénes abandonamos nuestra vida para buscar a los hijos y quienes abandonan sus ideales cuando llegan al poder. Usted no lo haga. Vaya con nosotras y le aseguro que podrá distinguir entre desesperación y 'politiquería'", escribió.
María Herrera con el Papa
El 25 de mayo de 2022, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a María Herrera. "Ahora que fui con el Papa le pedí que nos apoyara viendo de qué manera nos abran las puertas de nuestras iglesias, porque existe mucho miedo, y yo lo entiendo perfectamente, porque han desaparecido, han masacrado sacerdotes, y es obvio que sientan miedo".
"Yo le pedí que en el nombre de mis hijos les diera la bendición y bendijera a todas y cada una de las personas desaparecidas".
"Le dije también que yo era sólo una muestra, un botón de lo que se estaba viviendo en mi país y que le pedía que en mi nombre les mandara la bendición a todas estas madres que están sufriendo esta desgracia, y pues sí, también sentí que lo hizo y lo hizo de todo corazón".
Como católica que es, Herrera Magdaleno se abraza a su fe, pero también abre las puertas a quienes profesan otra religión y buscan a sus hijos.
Un llamado a la sociedad
"Yo siempre les digo que si la sociedad se une y la sociedad responde como debe responder, vamos a estar del otro lado, porque el gobierno definitivamente siempre tiene sus intereses. Yo les digo a las familias que piensen, abracen a sus hijos", manifestó la madre.
Según el sitio web de la Secretaría de Gobernación, del 1 de enero de 1962 al 31 de julio de 2023 suman 110.982 personas desaparecidas y no localizadas. Sólo en lo que va del sexenio de López Obrador, desde el 1 de diciembre de 2018 hasta el 1 de agosto de este año, suman 43.703 personas desaparecidas y no localizadas.
Las desapariciones en México están relacionadas con diversas problemáticas, como el narcotráfico, la impunidad, la corrupción, el tráfico de personas, entre otras.
La Arquidiócesis Primada de México recientemente creó un plan pastoral para madres de desaparecidos