El Arzobispo de Durango (México), Mons. Faustino Armendáriz, elegido para participar en el Sínodo sobre la Sinodalidad en octubre de este año, destacó recientemente la importancia de acoger a las personas "LGBTQ+" (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer y más), pero sin ceder a la ideología de género.
La primera fase del Sínodo comenzó en octubre de 2021 en todas las diócesis del mundo. Tras la etapa continental, continuará en dos sesiones globales: La primera del 4 al 29 de octubre de 2023 y la segunda en octubre de 2024.
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En declaraciones a ACI Prensa, Mons. Armendáriz habló sobre algunas controversias que rodean al Sínodo, como la inclusión de las personas que se autodenominan "LGBTQ+", por lo que manifestó que la única forma de abordar "estos temas es desde la fe y el Evangelio".
"Para evangelizar tenemos que atenderlos, respetarlos, pero de ninguna manera asumir ideologías de género que a veces se imponen de manera incluso hasta agresiva", aseguró el Arzobispo.
Mons. Armendáriz dejó en claro que la Iglesia debe estar al servicio de todos sus miembros, a través de "un diálogo respetuoso, una escucha paciente, pero al mismo tiempo una escucha que nos da la oportunidad de dialogar".
"En ese sentido, en el Sínodo tendremos que dialogar al respecto: ¿Cómo ayudarnos más? ¿Cómo dejar que ellos también hablen? ¿Escucharlos? ¿Qué es lo que quieren para conocer más a Dios? Es una cuestión de bautizados, es cuestión de compartir como iguales, cada quien, en su trinchera, y en su quehacer", planteó el Prelado.
Respecto al Sínodo sobre la Sinodalidad
Al referirse a la naturaleza del Sínodo, Mons. Armendáriz recordó que la Iglesia Católica realizó un "proceso de consulta sinodal", y aseguró que "la sinodalidad no solamente la entendemos, porque no es un tema, sino que la practicamos".
El Arzobispo mexicano enfatizó que la sinodalidad no es una innovación dentro de la Iglesia: "No es que sea algo nuevo, sino que la tenemos que practicar más, y el Papa nos dice que tiene que convertirse en un estilo de vida más que en un tema a tratar".
El Prelado afirmó asimismo que, para el Papa Francisco, "la sinodalidad se ve como un esfuerzo para fomentar la comunión y es sinónimo de caminar juntos". "La idea es que el protagonista sea el Espíritu Santo, y no las personas que constituyen la Iglesia".
En palabras de Mons. Armendáriz, la clave de la sinodalidad radica en la escucha y el diálogo: "Tener metodologías concretas de evangelización para nosotros es salir al encuentro de los demás. Y una de mis propuestas es realmente la evangelización fuera de los templos, de tal manera que no clericalicemos la sinodalidad y la vivamos solamente en los grupos donde está nuestra zona de confort, sino que vayamos mucho más allá".
"Las estructuras eclesiásticas deben ser sinodales y orientadas hacia el servicio. El Papa Francisco ha instado a las diócesis a 'salir a las calles', de acuerdo con su documento La alegría del Evangelio [Evangelii gaudium]", precisó el Prelado, refiriéndose a la necesidad de escuchar a las Iglesias locales para practicar la sinodalidad.
Finalmente, el Arzobispo aseguró que "la única manera como se puede fortalecer a la Iglesia en este proceso sinodal es siendo una Iglesia en salida".