El P. Johan Verschueren, ex superior de Marko Rupnik, un jesuita acusado de abusar de religiosas, aseguró que la posible expulsión del estado clerical de este último no corresponde a la Compañía de Jesús, sino al Vaticano.
Así lo indicó en una carta abierta difundida este 24 de julio, al cumplirse el plazo que tenía el P. Rupnik para apelar el decreto de expulsión de la Compañía de Jesús, que fue entregado al sacerdote y artista esloveno el 14 de junio de 2023. Oficialmente, el religioso acusado de abusos sexuales ya no es jesuita.
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El P. Verschueren precisó, además, que unos meses antes, en enero, el P. Rupnik había solicitado dejar la Compañía de Jesús, una petición a la que los jesuitas no accedieron "por el deseo de vincularlo a sus responsabilidades ante tantas acusaciones, invitándolo a emprender un camino de verdad y de confrontación con el mal denunciado por tantas personas que se sentían heridas".
"Desafortunadamente, no quiso aceptar esta invitación nuestra, y nos vimos en la necesidad de dimitirlo de la Compañía por las razones ya expuestas en otro lugar", precisó el P. Verschueren, quien sirve como delegado para las Casas y Obras Interprovinciales en Roma.
Tras lamentar la "insistente y obstinada incapacidad" del P. Rupnik "para confrontar las voces de tantas personas que se han sentido heridas, ofendidas y humilladas por sus acciones y comportamiento hacia ellas", el superior jesuita resaltó que "esto no excluye el bien que hizo, y el fruto espiritual que dio a tantas y tantos otros en la Iglesia".
Las obras de arte del P. Rupnik se pueden ver en distintos lugares del mundo como Roma, diferentes ciudades de Italia, el Santuario de Fátima, el edificio de la Conferencia Episcopal Española, entre otros.
¿Por qué no se siguió un proceso al P. Rupnik?
En la carta publicada este lunes 24 de julio, el P. Verschueren señaló: "Muchos nos han preguntado por qué no se llevó a cabo un proceso que pudiera conducir a la pérdida del estado clerical de Marko Rupnik. Quisiera recordar aquí que esto no es en sí competencia de la Compañía de Jesús, sino de la Santa Sede".
"Siempre he deseado como Superior Mayor, en las diversas circunstancias de estos largos y complejos acontecimientos, poder iniciar un proceso que pudiera garantizar la investigación judicial de los hechos, el derecho a la defensa y la consiguiente sanción (o posible absolución), pero diversas razones, entre ellas los límites actuales de la normativa relativa a situaciones similares, no lo han permitido", agregó.
El superior jesuita explicó además el "firme deseo" de los jesuitas de distanciarse del Centro Aletti, fundado por el P. Rupnik, para lo cual están "buscando la mejor manera de hacerlo, también en colaboración con el Vicariato de Roma, del que depende actualmente".
"A todos los que, de alguna manera, se han sentido y se sienten heridos y lastimados por el que fuera nuestro cohermano, les aseguro mi plena solidaridad y apertura para encontrar en el futuro las mejores maneras de reflexionar sobre cómo podemos encontrar la paz interior y la reconciliación a través de caminos que podamos estudiar juntos", concluyó.
El caso Rupnik
El P. Marko Rupnik es cofundador de la Comunidad Loyola en Eslovenia, surgida en la década de 1980, donde habría abusado de religiosas adultas.
Tras una investigación preliminar encargada a la Compañía de Jesús, la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) "determinó que los hechos en cuestión debían ser considerados prescritos y por lo tanto cerró el caso a principios de octubre de este año 2022", señalaba un comunicado de los jesuitas del 2 de diciembre.
El Superior General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, confirmó el 14 de diciembre que Rupnik había sido excomulgado en mayo de 2020 por haber confesado a una de sus víctimas, una medida que fue levantada ese mismo mes.
En diciembre de 2022, una ex religiosa que ha preferido que no se conozca su verdadera identidad, relató en detalle cómo fue su "descenso al infierno" con los abusos sexuales y de conciencia que habría sufrido por parte del P. Rupnik.