Con el fin de combatir los numerosos casos de desnutrición en la diócesis, las parroquias de La Salette y San Juan Bautista alimentan diariamente a unos mil 500 niños que asisten a los nueve comedores ubicados en diversos barrios de la ciudad, donde además de almorzar, reciben acompañamiento en sus estudios y talleres de artesanía, tejidos y otras actividades.
El párroco, Padre Santiago Weeks, explicó que los comedores están ubicados en Villa Urkupiña y Wayra Qhasa, donde la mayoría de los padres son vendedores, lavan ropa o realizan labores que no les permiten estar con sus hijos durante el día.
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El sacerdote señaló que a cada comedor asisten más de 100 niños, de los cuales el 15 por ciento sufre de desnutrición.
“La necesidad que existe en los barrios es grande y eso se demuestra en la cantidad de niños que acuden a los comedores. Por ejemplo, sólo en el comedor central almuerzan 260 niños, existe más demanda, pero ya no se puede admitir a más porque falta recursos para mantenerlos”, afirmó el P. Weeks.
En el barrio existen alrededor de 300 familias que viven en dichas condiciones, cada una tiene entre ocho y nueve hijos, quienes prácticamente están solos casi todo el día.
En la parroquia de La Salette existen dos comedores, el de Villa Eucaliptos que es el comedor central y el de Villa Urkupiña. El comedor fue creado por los mismos vecinos del lugar, quienes con la ayuda de la parroquia –que sólo puso el techado– levantaron las paredes.