La organización de fachada pro-abortista "Católicas por el Derecho a Decidir" distribuyó durante el primer día de la reunión de la CEPAL sobre población que se viene realizando en Puerto Rico, una blasfema estampa de la Virgen de Guadalupe promiviendo el aborto.
La reunión de la CEPAL sobre población es la cumbre regional en la que los países del continente deben ratificar sus observaciones a las cumbres de la ONU de El Cairo y Beijing, donde la mayoría de países latinoamericanos rechazaron el aborto.
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Organizaciones abortistas como "Católicas por el Derecho a Decidir", una rama regional de "Catholics for a Free Choice" fundada por la ex-religiosa divorciada Frances Kissling en Estados Unidos, quieren convencer a las delegaciones para que acepten el lenguaje que abriría las puertas a la legalización del aborto en la región.
En el frente, la estampa de las abortistas muestra la imagen de la Virgen de Guadalupe -que paradójicamente es una imagen de María en estado de buena esperanza-, con la frase: "El amor de Dios y de la Virgen de Guadalupe es más grande. Por la vida de las mujeres, aborto seguro y legal".
En la espalda se incluye un texto del Nican Mopohua -el relato original de las apariciones de la Virgen de Guadalupe- con el siguiente texto: "Querida María de Guadalupe, te damos gracias porque tu amor es más grande, porque nos escuchas sin juzgarnos, porque conoces nuestros corazones y respetas la intimidad de nuestras decisiones".
Un vocero de la organización pro-vida "Alianza Latinoamericana para la Familia" (ALAFA) ha solicitado que la estampa sea distribuida entre las autoridades latinoamericanas "para demostrar lo radical de la agenda de los grupos que están tratando de influir en las delegaciones latinoamericanas, muchas de las cuales o no están con la vida o parecen estar muy, muy timidas".
Según ALAFA, "no es suficiente mantener las reservas a El Cairo y Beijing; es necesario rechazar los documentos emitidos en Santiago de Chile durante la reunión de la CEPAL el 10 y 11 de marzo, pues este documento es aún más abortista y anti-familia que los de El Cairo y Beijing".