El Papa Francisco anunció la creación este domingo tres nuevos Cardenales españoles: el P. Ángel Fernández Artime, rector mayor de la Congregación Salesiana; el Obispo de Ajaccio (Francia), Mons. Francisco Javier Bustillo; y el Arzobispo de Madrid, Mons. José Cobo.
Con estas tres incorporaciones, que serán oficiales en el consistorio convocado por el Papa Francisco el próximo 30 de septiembre, los Cardenales españoles serán 18, de los cuales una docena han sido nombrados por el Papa Francisco.
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Un arzobispo "perplejo"
La noticia se conoció cuando Mons. Cobo se encontraba a punto de celebrar la Misa en el pueblo más pequeño de la diócesis (Aoslos, 76 habitantes), tan sólo un día después de tomar posesión en la Catedral de Nuestra Señora la Real de la Almudena como Arzobispo.
En declaraciones al semanario Alfa y Omega, propiedad de la primera diócesis española por número de fieles, Mons. Cobo aseguró encontrarse "perplejo" por la designación, en su convicción de que la sede madrileña no tendría por qué estar asociada al birrete carmesí.
En Aoslos, donde iba a celebrar mi primera Misa como arzobispo, he recibido la noticia de que el Papa me ha creado cardenal de la Iglesia.
- Mons. José Cobo (@MonsCobo) July 9, 2023
Todavía estoy asumiendo la celebración de ayer, pero lo recibo agradecido y con gran responsabilidad. pic.twitter.com/DFh7oyMDH7
"Esperaba que el Papa, como es tan atrevido, podría hacer que una sede no estuviera asimilada al cardenalato, y estaba convencido de que Madrid no tendría que ser siempre sede cardenalicia", ha señalado.
Durante la homilía de la Eucaristía en la que tomó posesión del Arzobispado, Mons. Cobo esbozó las líneas maestras del que quiere que sea su servicio a la Iglesia que peregrina en Madrid.
"Tendremos que cambiar lenguajes y reajustar fórmulas pastorales a este momento. Es verdad. No vale lo de siempre", apuntó. Y para ofrecer el Evangelio "con coherencia y sin atajos" instó a "profundizar, celebrar y centrarnos en torno a nuestra común condición de bautizados" con el objetivo de "señalar a Dios".
El recientemente designado Cardenal de Madrid consideró que "no podemos ser parcelarios, sino integradores", y animó a amar a la Iglesia "no por lo que queremos que sea, sino por lo que es. Y amarla desde dentro, sabiendo que su barro es nuestro barro y que su luz es la del Espíritu".
Mons. Cobo también mostró el talante que quiere imprimir a su ministerio episcopal al señalar: "Nos empeñaremos en dialogar y entendernos, no sólo con los que pensamos de manera similar, sino también con los que ven las cosas de manera diferente".
Al tiempo, señaló que la voz de la Iglesia "no será la de tener razón en todo", que no aspira "al monopolio del poder" y que no se entretendrá "en multiplicar condenas o lanzar reproches". Más bien, quiere que sus diocesanos caminen "siempre atentos a quienes quedan descartados al borde del camino".
En este sentido, subrayó: "No olvidemos que somos una Iglesia samaritana", razón por la que "los pobres son uno de nuestros más serios criterios de discernimiento en todo lo que hacemos".