El P. Francis Palle fue apaleado el pasado jueves 29 de junio en la ciudad de Saint Étienne (Francia) en un incidente que la diócesis ha desvinculado de las revueltas que se suceden en el país desde hace unos días y que protagonizan jóvenes de origen magrebí.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

"La agresión al P. Palle no parece estar ligada a su condición de religioso sacerdote y no se enmarca en los hechos violentos de los últimos días", subraya un comunicado publicado por la Diócesis de Saint Étienne. 

El sacerdote "fue víctima de un atentado durante el cual fue derribado y golpeado", y en el curso del asalto, los atacantes "le robaron el dinero y su teléfono móvil", se detalla. 

Aunque algunas informaciones apuntaron lo contrario, el comunicado asegura que el P. Palle "afirma que nunca perdió el conocimiento". Sin embargo, "permaneció en observación durante unas horas en el hospital" y salió del centro médico antes de la medianoche del jueves "naturalmente conmocionado, con moratones", especifica la diócesis.

Por fortuna, el sacerdote pudo reanudar sus actividades normales a la mañana siguiente. 

Disturbios en Francia

Desde el pasado miércoles 28 de junio, numerosas ciudades de Francia están viviendo episodios de violencia callejera, saqueos y agresiones tras la muerte de un joven de origen argelino en la localidad de Nanterre. 

Nahel M. falleció a causa de un disparo efectuado por un policía que trató de detenerlo cuando no atendió las instrucciones para que se parara en un control de las fuerzas de seguridad. 

La revuelta que se ha mantenido a lo largo de los días después de que se hiciera viral el vídeo de la muerte del menor ha causado decenas de incendios, robos de tiendas y asaltos a edificios públicos. 

El presidente de la República, Emmanuel Macron, se ha visto obligado a suspender un importante viaje diplomático a Alemania para hacer frente a los disturbios.