Con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, la Iglesia en Argentina se pronunció sobre esta problemática que afecta al país y al mundo.
Desde la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, emitieron un comunicado en el que proponen un camino de fe "vivida en comunidad" para trabajar en "la salvación y la liberación de la esclavitud de las drogas".
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La Pastoral, afirman, trabaja como "Iglesia en salida", yendo al encuentro de los jóvenes lastimados y buscando abrazar "la vida como viene". En ese camino, "comprobamos a lo largo y ancho de nuestra Patria la tragedia cotidiana que avanza en espiral: la droga mata", afirman.
En ese sentido, enumeran diversos compromisos para enfrentar los desafíos que presenta el consumo de drogas.
En primer lugar, llaman a desnaturalizar el consumo, porque "la droga mata siempre". En segundo lugar, instan a "combatir la apatía, la insensibilidad y la indiferencia, porque la droga es un problema de todos" y coloca a los jóvenes en riesgo permanente.
En su mensaje, la Pastoral exhorta a que no se despenalice la droga. Además, denuncia que muchos de sus agentes pastorales en ocasiones han sufrido amenazas y atropellos "que hicieron de su vida una entrega martirial de amor".
En ese sentido, destacan el testimonio cotidiano y la capacidad de diálogo con los distintos niveles del Estado, para que los gobernantes "vean en nuestras propuestas inspiración y profecía".
"Sabemos que cuando ponemos en el centro de nuestras preocupaciones al ser humano, todo es posible y tiene sentido, porque crece una vida plena para todos y todas, abrazando, conteniendo y ayudando a quien sufre", afirman.
Ante situaciones de tanto dolor, abandono y miserias humanas, llaman a actuar como el Buen Samaritano. En ese sentido, animan: "Curemos las heridas. Cubrámoslas con el aceite que alivia con nuestras propias manos. Devolvamos la esperanza a nuestros hermanos y hermanas maltrechos a orillas del camino".
"Ve y haz tú lo mismo…", concluyen.
Una de las ciudades más afectadas por las drogas y el narcotráfico es Rosario, en la provincia de Santa Fe, donde los asesinatos en lo que va del 2023 ascienden a más de 130, muchos de ellos vinculados a enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes.
Allí, la Confederación de Religiosas y Religiosos de la Arquidiócesis también se pronunció en esta fecha especial para pedir: "Basta de violencia en Rosario".
Ante un escenario de "violencias, hambre, inseguridad, muertes, balaceras, amenazas, desprotección", llaman a las autoridades a que "hagan algo ya" para gestar "una sociedad solidaria, justa y fraterna" donde el poder "se ponga al servicio de todos".
Asimismo, convocan al diálogo como camino para alcanzar el bien común y, en palabras del Arzobispo de Rosario, Mons. Eduardo Eliseo Martín, exhortan a "dejar atrás lo que nos impide ponernos de pie".
La Rioja presentó su Pastoral de Adicciones
En esta fecha especial, la Diócesis de La Rioja presentó su nueva Área Pastoral de Adicciones, que abarca las acciones de prevención y acompañamiento, así como los procesos de recuperación, que ya se realizan en las distintas comunidades.
Esta nueva dependencia permitirá dar entidad y coordinación a la tarea, y ofrecerá un servicio "a Dios y a los hermanos más heridos, a sus familias y a los que rodean a quienes viven estas situaciones problemáticas".
Su trabajo también estará orientado a "sensibilizar y concientizar a todos los miembros de la sociedad sobre esta 'pandemia'" que causa dolor, muertes y mucho daño.
El Área Pastoral estará unida a la Pastoral Social diocesana y formada por varios grupos preexistentes que trabajan en prevención y recuperación de adicciones.