Día 4 Programa:
Noticias del día Juan Pablo II proclama a los primeros beatos ucranianos ante una multitud ROMA, 27 Jun. 01 (ACI).- Ante unas 300 mil personas reunidas en Lviv, el Papa Juan Pablo II presidió la beatificación de dos sacerdotes ucranianos. La ceremonia fue la primera de las dos beatificaciones programadas para la visita del Pontífice, y fue celebrada según el rito latino. Mañana, el Papa presidirá una ceremonia según el rito bizantino para elevar a los altares a otros 28 ucranianos. En su homilía, el Santo Padre llamó a los ucranianos a seguir el ejemplo del Arzobispo Jozef Bilczewski, de la Leópolis de los latinos (1880-1923) y el Padre Zygmund Horazdowski, fundador de la Congregación de las Religiosas de San José (1845-1920), "siendo generosos en el amor a Dios y al prójimo". De Mons. Bilczeswki, afirmó que el amor generoso "fue la regla suprema de su vida. Siervo bueno y fiel del Señor, animado por una espiritualidad profunda y una caridad incesante, fue amado y estimado por todos sus conciudadanos, sin distinción de confesiones, rito o nacionalidad". "Esta beatificación constituye también para mí un motivo particular de alegría. El beato Bilczewski se encuentra en mi línea de sucesión apostólica. Consagró al arzobispo Boleslao Twardowski, que a su vez ordenó obispo a Eugeniusz Baziak, de cuyas manos recibí la ordenación episcopal. Hoy, por tanto, también yo recibo un nuevo patrono. Doy gracias a Dios por este don admirable", agregó el Papa. Asimismo, hizo un nuevo pedido por la unidad entre los cristianos de Ucrania y la vecina Polonia. Sobre las tensiones entre las iglesias orientales y occidentales en el pasado, dijo que la honestidad debería llevar a los cristianos a "reconocer las infidelidades de parte de algunos cristianos, tanto de orígenes polacos como ucranianos, que viven en esta región" pero señaló que "es tiempo de dejar atrás este pasado doloroso". "Los cristianos de las dos naciones deben caminar juntos en el nombre del único Cristo. Que la purificación de la memoria histórica lleve a todos a que prevalezca lo que une por encima de lo que divide, para construir juntos un futuro de respeto recíproco, de colaboración fraterna y de solidaridad auténtica", indicó. Hablando del beato Gorazdowski, destacó su dedicación "sin reserva a los pobres, a pesar de las precarias condiciones de salud" y su "pasión ardiente por el Evangelio. Su acción apostólica era reforzada por un compromiso caritativo que no conocía pausa. Como consecuencia de su total fidelidad a Cristo pobre, casto y obediente, cuando murió fue reconocido como 'un verdadero religioso, a pesar de que no tenía votos especiales', y es para todos un testigo privilegiado de la divina misericordia". El Santo Padre pidió a los sacerdotes, religiosos, seminaristas, catequistas y estudiantes de teología que imitaran a los dos nuevos beatos. "Vosotros, que en diferentes modos desarrolláis un servicio especial al Evangelio, debéis hacer lo posible como ellos para que, a través de vuestro testimonio, cada hombre, independientemente de su edad, origen, formación, estado social, se sienta amado por Dios en lo profundo de su corazón. Ésta es vuestra misión". "Que vuestro compromiso prioritario -terminó- sea amar a todos y mostrarse disponibles a cada uno, sin que flaquee vuestra fidelidad a Cristo y a la Iglesia. Este es ciertamente un camino lleno de dificultades y de incomprensiones, que a veces puede conducir incluso a la persecución. Cristo no promete una vida fácil pero asegura siempre su ayuda". La multitud que recibió al Papa en Lviv, al oriente de Ucrania, fue numerosa y entusiasta. Asimismo, se notó una nutrida presencia de peregrinos polacos, que portaban banderas nacionales y repetidamente entonaron el himno de la Jornada Mundial de la Juventud de 1991, celebrada en Czestochowa. Después de la ceremonia de beatificación, el Papa visitó el seminario latino de Lviv, y se reunió con los obispos ucranianos por segunda vez en lo que va de su gira. Anoche, el Papa tiene previsto reunirse al aire libre con los jóvenes católicos de Lviv en la explanada de Sykhiv de Lviv, delante de la Iglesia de la Natividad de la Madre de Dios.
Ortodoxos rusos rechazan al Papa porque buscan la soledad, explica experto ROMA, 27 Jun. 01 (ACI).- En los últimos años, los ortodoxos cercanos al Patriarcado de Moscú han rechazado sistemáticamente cualquier acercamiento con los católicos y, de manera especial, han evitado encontrarse con el Papa Juan Pablo II. Según un destacado experto, su rechazo obedece a una desesperada búsqueda de soledad para alcanzar unicidad. La agencia vaticana Fides reprodujo las declaraciones del Padre Stefano Caprio, experto de cultura y teología rusa, en misión en Moscú. Para el Padre Caprio, la ausencia del metropolita Vladimir, ligado al patriarcado de Moscú, en el encuentro del Papa con representantes religiosos en la Filarmónica de Kiev, expresó esta mentalidad de rechazo a un Pontífice que continuamente llama a la reconciliación a la Iglesia de Moscú. "En el rechazo del metropolita Vladimir de Kiev de encontrar al Papa de Roma se manifiesta el espíritu de la ortodoxia rusa contemporánea", indicó el Padre Caprio. "A los ojos del mundo entero aparece inexplicable tal hermetismo, pero, en la mentalidad de los rusos, es perfectamente comprensible: permanecer solos, contra toda lógica y contra el mundo entero y gloriarse del proprio aislamiento como de un trofeo, es la verdadera lógica rusa", señaló. Según el sacerdote, esta lógica obedece a tres razones principales:
Según el Padre Caprio, "la 'rusicidad' no se expresa proclamando la propia identidad, ni siquiera bajo forma de superioridad de raza respecto a los demás, sino en un sentimiento de absoluta unicidad, en el ser 'diversos'". "Se sienten llamados a una misión particular hasta la paradoja: si todo el mundo va de una parte, nosotros debemos ir de la otra en todo caso. Desde este punto de vista, defender la potencia de la nación rusa no es el fin, sino el instrumento en función de esta misión", agregó. Para el experto, el encuentro de Kiev era una ocasión que los ortodoxos rusos -como la más joven de las iglesias ortodoxas- no podían perder para "marcar el propio distanciamiento de los jerarcas cristianos de Roma, Constantinopla y Kiev, y poder destacarse ante los ojos de sus propios fieles como la unida Iglesia incorrupta".
Viaje a Ucrania fortalece salud del Papa, afirma Navarro Valls ROMA, 27 Jun. 01 (ACI) - El Papa Juan Pablo II se encuentra "increíblemente bien" de salud y está muy feliz y contento con su viaje a Ucrania, hasta el punto de que está visitando templos y lugares no previstos en el programa y quitándose horas de sueño para rezar. Así lo aseguró ayer en Lviv el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, quien añadió que el Pontífice está "en forma". Juan Pablo II, que se encuentra en la tierra de sus antepasados maternos (sus abuelos nacieron en esta región, la Galicia eslava, aunque su madre nació en Polonia), está aprovechando al máximo la visita y no ha dudado en cambiar los programas para estar más cerca de la gente, que a su llegada le recibió como a un héroe y le nombró hijo predilecto. Así, en vez de dirigirse este lunes directamente desde el aeropuerto hasta su residencia, prefirió hacer el recorrido a paso lento en el "papamóvil", para permitir a las decenas de miles de personas que abarrotaban las calles verle de cerca y dedicarles alguna que otra sonrisa. Juan Pablo II lleva tres intensos días de visita, pero sus deseos de conocer iglesias y rezar en ellas le llevó en las últimas horas a acudir a tres templos, uno de ellos de los católicos armenios, retrasando todo el programa. Ello supuso que, por ejemplo, anoche se acostara a las 12:15 a.m., algo inusual en él. Pero le valió la pena, ya que pudo orar en la catedral de San Jorge, en el complejo donde tiene su sede la iglesia católica de rito bizantino (la llamada "iglesia uniata"). A pesar de lo tarde que se acostó, ayer, según precisó Navarro, se levantó poco después de las 5:00 a.m. En esta jornada ofició una Misa multitudinaria en la que beatificó a dos religiosos locales y almorzó con los representantes de las dos iglesias católicas presentes (la de rito latino y la "uniata"). Por la tarde se reunirá con miles de jóvenes. Para el Papa este viaje es un homenaje a los católicos ucranianos fuertemente perseguidos durante el comunismo y el nazismo y por ello no quiere "ahorrarse" un esfuerzo.
Católicos y ortodoxos ucranianos trabajando por niños pobres ROMA, 27 Jun. 01 (ACI).- Siguiendo el llamado de unidad del Papa Juan Pablo II, voluntarios católicos y ortodoxos de Ucrania están trabajando conjuntamente a favor de los niños pobres y abandonados de Kiev en un albergue infantil. En efecto, en la casa-familia "Otchi Dom" -Casa del Padre- al parecer no existen las diferencias y dificultades subrayadas por algunos líderes ortodoxos rusos entre dichos voluntarios; por el contrario, reina el espíritu de corresponsabilidad y solidaridad entre los 40 voluntarios, pertenecientes a varias denominaciones cristianas, que asisten a una multitud de niños. El grupo más nutrido de católicos está representado por la comunidad de San Egidio, quienes han sido los principales difusares entre los niños de los mensajes y encuentros del Papa en su visita pastoral a dicho país. Según señaló el coordinador del proyecto de la comunidad de San Egidio, P. Adriano Roccucci, la "Otchi Dom" presta asistencia a nivel escolar, con programas de alfabetización y recuperación escolar, así como en el sector médico-sanitario. Precisó que la comunidad de San Egidio de Roma ha organizado un programa de apoyo con la adopción a distancia de niños ucranianos por parte de escuelas y familias italianas y con el empeño en el lugar de cerca de 200 voluntarios miembros de la comunidad. "Los voluntarios recorren cada día las calles y subterráneos de la ciudad para entregar víveres y vestigios a los niños de la calle, y pronto para continuar con las iniciativas, abriremos en Kiev una 'mesa' para ofrecer comidas a los niños", explicó el sacerdote. El albergue fue fundado por el médico ucraniano Roman Kornijko en 1999, al tomar interés en el fenómeno de los niños de la calle en Ucrania, especialmente en Kiev, que crecía alarmantemente. Según cálculos no oficiales, en la capital hay al menos 10.000 jóvenes entre los 5 y 18 años y, en todo el país, 300.000 aproximadamente que han hecho de la calle su hogar. Frente a esto, el P. Roccucci señaló al empobrecimiento de las familias ucranianas y la crisis económica y social de los orfanatorios e institutos de beneficiencias como las principales causas de este alarmante fenómeno. "Las estructuras afrontan dificultades económicas, han disminuido los controles y los niños huyen, comenzando una vida de vagabundos. En países fríos como Rusia y Ucrania su vida es particularmente dura", puntualizó. |