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Día 10

EL PAPA VIAJARÁ A ARMENIA EL VIERNES

ROMA, 15 (ACI).- De un momento a otro, la Santa Sede anunció que el Papa Juan Pablo II viajará a Armenia inmediatamente después de concluida su peregrinación a Polonia.

Según explicó el Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, el Papa viajará a Armenia para visitar personalmente al Patriarca Supremo y Catholicos de todos los Armenios, Karekin I, que se encuentra gravemente enfermo.

"Al final del viaje a Polonia, el Santo Padre viajará a Armenia el viernes 18 de junio, para realizar una visita personal a Su Santidad Karekin I, Catholicos de todos los Armenios", anunció Navarro Valls.

"Con esta visita, que también tiene el carácter de una peregrinación ecuménica, Juan Pablo II quiere expresar su cercanía espiritual a Karekin I en este momento de sufrimiento", informó. Karekin se encuentra padeciendo de un cáncer terminal.

Además, la Santa Sede dio a conocer que durante su breve visita, el Papa se reunirá con el Presidente de Armenia.

El Papa Juan Pablo II permanecerá un día más en Polonia para visitar el santuario de la Virgen de Chestokowa. La breve visita en helicóptero, que no estaba programada inicialmente, se realizará entre las 9 de la mañana y la una de la tarde, cuando se traslade al aeropuerto de Cracovia.

El famoso santuario de Jasna Gora, en Chestokowa, ha sido visitado por el Santo Padre en casi todos sus viajes a Polonia. Allí se conserva la faja que el Pontífice llevaba el 13 de mayo de 1981, cuando fue herido por Alí Agca en el atentado de la Plaza San Pedro.

 

JUAN PABLO II PLANTEA VISIÓN DIVINA DEL TRABAJO ANTE CRISIS

ROMA, 15 (ACI).- En un encuentro con los pobladores de la joven diócesis de Sosnowlae, el Papa Juan Pablo II reflexionó sobre el valor del trabajo como don creador del hombre y pidió volver la mirada hacia esta perspectiva para corregir los errores del sistema económico imperante.

A través del trabajo "el hombre demostró que era un ser a semejanza de Dios, un ser al que se le dio la capacidad no sólo de conocer la verdad sino también de crear belleza", dijo el Papa.

En la Plaza de Osiedle, el Pontífice recordó los duros años del régimen comunista y las dificultades de los católicos para profesar su fe en medio de la represión, también evocó la influencia del Concilio Vaticano II y sus enseñanzas sobre la dignidad de la persona humana y sus derechos inalienables.

El Papa afirmó que los tiempos han cambiado "gracias a la Providencia Divina", y explicando un pasaje del Éxodo indicó que es un hecho que "aún cuando la vida se instala, el hombre nunca deja de ser un peregrino y las naciones están siempre peregrinando en espacio y tiempo".

Según el Pontífice, el peregrinaje histórico de cada nación deja como legado el trabajo humano, que debe ser entendido desde una perspectiva cristiana. "El hombre encontró la tierra como un terreno que debía ser ordenado creativamente y gradualmente la transformó dándole un nuevo rostro", señaló.

"Al acercarnos al año 2000, miramos todas las fases de este peregrinaje" y se ve que "nos han dejado una gran herencia de trabajo creativo que hoy nos llena de admiración y gratitud" al tiempo que "es reto para nosotros continuar esta regla sobre la tierra que el Creador nos ha dado como posesión y tarea".

La perspectiva divina, añadió el Santo Padre, "confiere a todo el trabajo humano un significado real" y "sin ésta el trabajo puede perder fácilmente su dimensión subjetiva". "Cuando esto sucede, el hombre que realiza su trabajo no es más importante y todo lo que importa es el valor de lo que es producido", indicó.

Errada visión del trabajo

En este sentido, "el hombre no es más visto como un artesano, como el que crea sino como un instrumento de producción". Esto sucede, dijo, "cuando clamar beneficios económicos justifica quitarle el trabajo a alguien que no sólo pierde un empleo sino todo prospecto de mantenerse a sí mismo o a su familia. Cuando para aumentar la producción se le niega al trabajador el derecho al descanso, a cuidar de su familia o la libertad de planificar su vida diaria".

Para el Pontífice, esto deriva en que "el valor del trabajo se define no según el esfuerzo humano sino de acuerdo al precio del producto – lo que crea una situación en la que la paga no corresponde al trabajo realizado"

El Santo Padre advirtió que este problema también debe preocupar a los empleados porque cuando aceptan un empleo y sólo lo ven como fuente de enriquecimiento, entonces "el trabajo puede dominar la vida del hombre al punto de olvidar que necesita cuidar su salud, el desarrollo de su personalidad, la felicidad de sus seres queridos o su relación con Dios".

Tras evidenciar que si bien las estructuras del Estado y la economía influyen las actitudes hacia el trabajo, precisó que "la dignidad del trabajo depende mucho de la consciencia humana" pues "en la consciencia se oye incesantemente la voz del Creador, una voz que puntualiza lo que es verdaderamente bueno para el hombre y para el mundo que se le ha confiado".

"La sabiduría se necesita para descubrir la dimensión sobrenatural del trabajo, dado como una tarea del Creador para el hombre. Una consciencia correctamente formada se necesita para discernir el valor absoluto del trabajo y se necesita un espíritu de sacrificio para recuperar nuestra propia humanidad y la felicidad de los otros perdidos en el altar el bienestar", afirmó.

Orar por desempleados

El Papa ofreció sus oraciones por los desempleados del mundo y pidió a todos darse cuenta que "el Papa y la Iglesia están interesados en sus problemas".

"Los tiempos, los hombres y las circunstancias cambian, nuevos problemas emergen. La Iglesia no puede ignorar tales cambios y debe aceptar los retos que presentan. El hombre es el camino primario y fundamental para la Iglesia, el camino de su vida diaria y su experiencia de misión y trabajo", concluyó.

 

"¡CADA PERSONA CONCEBIDA TIENE DERECHO A LA VIDA!"

VATICANO, 15 (ACI).- El Papa Juan Pablo II exhortó a los polacos a defender con firmeza el derecho de la persona concebida a la vida, deber que atañe a los padres y a toda la sociedad.

"Sed los primeros custodios y protectores de la vida todavía no nacida, pero ya concebida. Aceptad el don de la vida como la gracia de Dios más grande, como su bendición para la familia, para la nación y para la Iglesia", dijo el Santo Padre en Lowicz durante la Misa celebrada en honor del Beato Michal Kozal, obispo y mártir.

"Desde este lugar, grito a todos los padres y a todas las madres de mi Patria y de todo el mundo, a todos los hombres sin excepción: "¡Cada persona concebida en el seno materno tiene derecho a la vida!"

El Santo Padre afirmó que "la familia está llamada a la educación de sus hijos". "Cada niño tiene el derecho natural e inalienable de tener su propia familia, padres, hermanos, hermanas, en los que reconoce que es una persona necesitada de amor y capaz de amar a los demás".

El Pontífice pidió a los padres "hacer todo lo posible para que Dios esté presente y sea respetado en vuestras familias. No olvidéis la oración cotidiana común, especialmente la de la noche; la santificación del domingo y la participación en la Santa Misa dominical. Sois los primeros maestros de la oración y de las virtudes cristianas de vuestros hijos, y en esta tarea nadie os puede sustituir".

Juan Pablo II explicó a los educadores polacos que los jóvenes "esperan respuestas a muchas preguntas existenciales, que inquietan sus mentes y sus corazones, y sobre todo exigen un ejemplo de vida por vuestra parte. Es necesario que seáis sus amigos, fieles compañeros y aliados en la lucha juvenil. Ayudadles a construir las bases de su futuro".

"Me alegra que en Polonia se construyan muchas escuelas católicas. Es un signo de que la Iglesia está presente de modo concreto en el campo de la instrucción. Estas escuelas deben ser sostenidas, y es necesario crear las condiciones para que puedan contribuir al bien común de la sociedad en colaboración con todo el mundo educativo polaco", añadió.

El Santo Padre pidió a los jóvenes que no tengan miedo de "seguir el camino de la vocación, y de buscar la verdad sobre vosotros mismos y sobre el mundo que os rodea", dijo.

"Respetad y amad a vuestros padres. Os han engendrado y os están educando. Los padres son vuestros amigos más queridos, y debéis buscar su ayuda y su consejo en los problemas de vuestra vida". "¡Que Dios esté presente en vuestros pensamientos, durante vuestros juegos y en vuestras conversaciones! Deberías vivir siempre en amistad con Él. El Señor Jesús os quiere ayudar", concluyó.