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Día 13

"VIRGEN DE CZESTOCHOWA ESTÁ CERCA DE MI CORAZÓN", DICE EL PAPA

ROMA, 18 (ACI).- En su visita al santuario de la Virgen Czestochowa –ubicado 100 kilómetros al norte de Cracovia- el Papa Juan Pablo II consagró a la Iglesia y a todo el pueblo polaco a la protección maternal de María en la devoción de su tierra.

En su discurso en Czestochowa el Papa manifestó que "el camino de mi peregrinaje a mi tierra natal no podía prescindir del Santuario de Jasna Gora" y agregó que "este lugar está tan cerca de mi corazón y tan cerca de cada uno de vosotros, queridos hermanos y hermanas".

El Papa recordó que este santuario se ha convertido en unos de los principales lugares donde "nos hemos acostumbrado a venir aquí y a traer nuestros problemas personales y familiares, así como los asuntos de vital interés para la nación, a la Madre del Hijo de Dios y a nuestra Madre, como han hecho durante siglos nuestros antepasados".

"Quiero dar las gracias a María por el cuidado que ha prodigado durante los días de mi ministerio pastoral a la Iglesia en mi patria. María ha estado con nosotros a lo largo de esta peregrinación, intercediendo ante su Hijo para que nos conceda los dones espirituales que nos hagan capaces de 'hacer lo que Él nos dice'. Quiero darle las gracias por cada uno de los bienes materiales y espirituales que tienen lugar en tierra polaca".

Finalmente, el Papa consagró a la Iglesia y a todo el pueblo polaco a la protección maternal de Nuestra Señora de Jasna Gora y señaló que "confío también a la Iglesia y a todos mis compatriotas, sin exclusión alguna. Le confío cada corazón polaco, cada hogar y cada familia. Todos somos hijos suyos. Que María sea nuestro ejemplo y nos guíe en nuestro trabajo cotidiano y monótono!".

Antes de llegar al Santuario de la Virgen Negra el Papa rezó el Angelus en la ciudad de Gliwice a donde llegaron más de medio millón de personas.

 

SANTO PADRE PIDE A SEMINARISTAS PROFUNDIZAR EN SU VOCACIÓN

ROMA, 18 (ACI).- Luego de más de 50 años de celebrar su primera Misa en la Catedral de Wawel, el Papa Juan Pablo II presidió la Eucaristía en la capilla de San Estanislao –ubicada en la misma Catedral- en la que se dirigió especialmente a los estudiantes del Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Cracovia y los invitó a profundizar en su propia vocación como una respuesta a los retos del tercer milenio.

Ante las mil personas que asistieron a la Misa, el Santo Padre empezó su homilía agradeciendo a Dios "porque ha hecho posible que me encuentre nuevamente ante las reliquias de San Estanislao, para ofrecer aquí el sacrificio de acción de gracias por esta comunidad eclesial... Alabo al Señor por haber podido acceder a este gran patrimonio espiritual, especialmente como Obispo de Cracovia, y por obtener fuerza e inspiración de esta riqueza como Obispo de Roma".

Al dirigirse a los estudiantes del seminario, el Papa expresó su alegría "por vuestra presencia y doy gracias a Dios por el don de la vocación que os ha concedido" y encomendó "a cada uno de vosotros a Dios y pedir todos los dones del Espíritu Santo, de los que tenéis necesidad, para custodiar vuestra vocación, para cumplirla con sabiduría y amor en el sacerdocio, y para hacerla luz en el mundo para el tercer milenio".

Después de la Misa, Juan Pablo II realizó una visita privada a las tumbas de sus familiares, en el cementerio de Rakowice, en donde se arrodilló por unos minutos, mientras un coro cantaba el "De Profundis".

Antes de abandonar el campo santo, el Santo Padre encendió una lámpara votiva y firmó en un libro de oro de visitas al panteón, cuya primera página abrió él mismo en su anterior visita, el 9 de junio de 1997.

Desde Cracovia, el Papa se trasladó en helicóptero a Gliwice, donde en una explanada situada a las fueras de esta ciudad, rezó el Angelus ante medio millón de personas.