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Juan Pablo II deja un sello imborrable en la juventud Siria

DAMASCO, 8 May. 01 (ACI).- El Papa Juan Pablo II cerró la segunda etapa de su viaje en Siria -la más larga de esta peregrinación "tras las huellas de Pablo"- con un llamado a la multitud de entusiastas jóvenes a vivir sin temor la fidelidad a las enseñanzas del Señor Jesús.

Una multitud de jóvenes entusiastas, cantando y danzando, rodearon al "papamóvil" apenas éste llegaba a la Catedral de Damasco, desatando el desconcierto entre la seguridad del Papa.

Los miles de jóvenes reunidos dentro y fuera de la Catedral recibieron al Pontífice con carteles en inglés, árabe e italiano que rezaban: "Bienvenido a Siria, la tierra de San Pablo".

Al interior de la Catedral, el Pontífice fue acogido por el Arzobispo Gregorio III Laham, que lo condujo hasta el altar, mientras el coro entonaba , en árabe, himnos pascuales.

"Bienvenido el Papa de la juventud, e Papa defensor de la vida en todas las edades. al Papa pastor y peregrino", dijo Gregorio III en el discurso de bienvenida.

Clima de comunión

El Prelado exaltó luego la capacidad del Papa de atraer "a los jóvenes por miles, centenares de miles, venidos de todas partes del mundo para encontrarse en Roma, París, Harissa (en el Líbano) y en Palestina: hoy es la juventud de Siria que te acoge", afirmó el Patriarca, mientras la multitud de jóvenes, en un clima de sorprendente comunión intereclesial, apaludía enfervorizada.

Contagiado por este clima el patriarca greco-ortodoxo de Antioquía y de todo el Oriente, Ignace IV Hazim, se levantó para abrazar al patriarca greco-católico. Una salva de aplausos y gritos saludó el gesto, pero lo mejor estaba por venir.
Luego de los conmovedores testimonios de jóvenes -llamando a la unidad de los cristianos y a la paz en la región- el Papa se aprestó a tomar la palabra mientras los jóvenes coreaban en inglés el estribillo rimado de "John Paul two. We love you!" ("Juan Pablo II. ¡te amamos!").

El llamado del Papa

En su discurso, pronunciado en francés y luego traducido al árabe, el Pontífice urgió a los jóvenes a mantener los valores del Evangelio en sus vidas y promover la unidad entre los cristianos de siria.

"Pertenecéis a confesiones cristianas diversas, pero todos juntos queréis poneros en disposición de escucha del único Señor", dijo el Santo Padre, al invitar a los jóvenes a "escuchar a Cristo que os invita a seguirlo por las sendas exigentes de un testimonio valeroso al servicio de los valores por los cuales vale la pena vivir y dar la propia vida: la verdad, la fe, la dignidad del hombre, la unidad, la paz, el amor".

En otro pasaje especialmente intenso de su discurso, el Pontífice dijo: "Queridos jóvenes, el futuro del cristianismo en vuestro país está ligado al reacercamiento y a la colaboración entre las Iglesias y las comunidades cristianas que en él viven". "Profundizad más aún en lo que os une". "Meditad juntos en el Evangelio, invocad al Espíritu Santo, escuchad los testimonios de los apóstoles, rezad en la alegría y en acción de gracias", agregó.
EL Pontífice subrayó también que los jóvenes sirios deben ser valerosos en su fe "y evitar el mal que dice que la fe no está en harmonía con la vida".
"Queridos jóvenes de Siria, construid la civilización del amor ¡No tengáis miedo de ser los santos del nuevo milenio. Con Cristo la santidad se hace realizable", concluyó el Papa.

Emotiva despedida

A la salida de la Catedral, en un clima de entusiasmo y alegría que parecía interminable, los jóvenes -incluyendo muchos musulmanes presentes- saludaron a Juan Pablo II con aplausos, coros y con el lanzamiento de flores.

"Este ha sido uno de los momentos más emotivos del viaje", señaló Nadim Ladki, un periodista de la agencia Reuters que viene siguiendo el viaje del Pontífice. "El Papa concluirá la intensa peregrinación por tres países siguiendo las huellas de San Pablo que comenzó en Grecia el 4 de mayo. Ha sudo una verdadera prueba para su frágil salud, pero ha completado su programa en las dos primeras mangas sin problemas", concluyó.