El Papa en Fátima
Según el itinerario, el Santo Padre llegará a Fátima el viernes 12 de mayo a las 19:25 horas. El sábado 13, el Papa peregrinará hacia el Recinto de Oración, donde llegará a las 8:30 horas.
Luego, se dirigirá a la Capilla de las Apariciones donde tendrá un encuentro con la hermana Lucía. A las 9:30 de la mañana, el Pontífice presidirá la ceremonia de beatificación de los pastorcitos Francisco y Jacinto Marto para luego finalizar con una solemne Eucaristía.
En preparación para las apariciones de Nuestra Señora, un ángel quien se identificó como el Angel de Portugal, le habló en primer lugar a los niños diciéndoles: "No teman. Yo soy el ángel de la Paz. Recen conmigo". Luego el se arrodilló, doblándose hasta tocar el suelo con su frente y rezó: "Dios mío, yo creo, yo adoro y yo te amo!, te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no confían y no te aman!" El dijo esta oración tres veces. Cuando se paró, le dijo a los niños "Recen así. Los corazones de Jesús y María están atento a la voz de sus suplicaciones" El dejó los niños quienes empezaron a decir esta oración frecuentemente. |
En la aparición final del ángel, el les trajo un cáliz el cual suspendió en el aire; por encima de este había una hostia. Gotas de sangre caían de la hostia al cáliz. Antes de ofrecerle la hostia a Lucía, la única que había recibido la Primera Comunión, el se postró en la tierra y dijo:
"Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Precioso Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos de la tierra, en reparación por todas las ofensas, sacrilegios e indiferencia con los cuales El es ofendido. Y a través de los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, yo te ruego por la conversión de los pobre pecadores".
El repitió esta oración tres veces y al pararse, levantó la hostia y mirándola dijo: "Coman y beban el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, horriblemente insultado por los hombres ingratos. Hagan reparación por sus crímenes y consuelen a su Dios".
La primera aparición de Nuestra Señora ocurrió el día 13 de mayo, la Virgen se apareció flotando en una nube, rodeada de una luz brillante y sosteniendo un rosario.
Ella dijo:
"No tengan miedo, Yo no les haré daño!"
Lucía le preguntó a la Señora de donde era, a lo cual Ella le respondió, "Yo soy del cielo" Después de esto, Lucía le preguntó que cosa quería de ellos. La Señora le replicó:
"Yo vengo a pedirles que vengan aquí por seis meses consecutivos, en día 13 a esta misma hora. Después Yo les diré quien soy, y que quiero. Después yo regresare aquí una séptima vez".
Lucía le preguntó si ella iría al cielo, y la Señora le respondió, "Si, si irás" Luego le preguntó si Jacinta y Francisco irían también al cielo. La Señora respondió,
"También. Pero Francisco tendrá que decir muchos rosarios!"
Después Lucía le preguntó acerca de dos muchachas que habían muerto recientemente, la Señora le respondió de nuevo: "Desean ustedes ofrecerse a Dios, soportar todos los sufrimientos que El se complazca en enviarles, como un acto de reparación por los pecados por los cuales El es ofendido, y pedir por la conversión de los pecadores?"
Los niños respondieron, "Si, si deseamos". La Señora entonces les dijo que ellos tendrían que sufrir mucho, pero que la Gracia de Dios seria su consuelo.
En la aparición de julio, la Virgen le dijo a los niños:
"Sacrifíquense por los pecadores, y repitan con frecuencia, especialmente cuando ustedes hagan un sacrificio por ellos: O Jesús, es por amor a Ti, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos en contra del Inmaculado Corazón de María".
Ella también les confió tres secretos muy importantes los cuales ellos tenían que guardar hasta que Ella decidiera, también predijo darles un gran signo el día de la futura aparición en octubre.
"Cuando ustedes recen el Rosario, digan después de cada misterio 'O Jesús mío, perdónanos, sálvanos de los fuegos del infierno. Lleva todas las almas al cielo, especialmente aquellas mas necesitadas de tu Misericordia."
En octubre 13 de 1917, Nuestra Señora se le apareció a los tres niños, habían reunidos alrededor de 70.000 personas quienes fueron testigos del fenómeno increíble del sol.
Nuestra Señora se manifestó con el título de "Nuestra Señora del Rosario".
El 17 de octubre, O Día , un periódico de Lisboa reportó lo siguiente: A la una de la tarde, medio día por el sol, la lluvia cesó. El cielo, con un color gris aperlado, iluminaba el vasto paisaje árido con una luz extraña.
El sol tenía un velo delgado transparente, así que los ojos se podían fijar fácilmente en el. El tono gris madre perla se tornó en una sábana de plata la cual se rompió cuando las nubes se abrieron y el sol de plata, rodeado en la misma luz de gris transparente, se vio girar y voltear en el circulo de las nubes abiertas. Un grito salió de cada boca y la gente cayo de rodillas en el suelo pantanoso.
La luz se volvió un hermoso azul como si hubiera venido a través de vidrios ahumados de ventanas de catedral y se esparció sobre la gente quienes estaban arrodillados con las manos abiertas. El azul se desvaneció despacio y entonces la luz parecía pasar a través de un vidrio amarillo. Manchas amarillas cayeron sobre los pañuelos blancos y sobre las faldas oscuras de las mujeres. También se vieron en los arboles, en las rocas y en la sierra. La gente lloraba y rezaba con las cabezas descubiertas en la presencia del milagro que ellos habían esperado.
Otro periódico grande de Lisboa, O Século, mandó a su editor, Avelino de Almeida al sitio de las apariciones. El vino preparado para ridiculizar las apariciones, sin embargo esto es lo que el reportó:
Desde la carretera, donde los vehículos estaban parqueados estaban congregadas cientos de personas que no se atrevían a atravesar el pantanero, uno podía ver la inmensa multitud que miraba hacia el sol, el cual aparecía estar libre de las nubes y en su cenit. Parecía como una placa de plata desteñida y era posible mirarle sin ninguna incomodidad.
Podría haber sido un eclipse que estaba tomando lugar. Pero en ese momento un gran grito se escuchó y uno podía escuchar los espectadores mas cercanos gritando: "Milagro!, milagro!" Ante los ojos atónitos de la multitud, cuyo aspecto era bíblico como si estuvieran descubiertos, ansiosamente buscando el cielo, el sol tembló, hizo unos movimientos increíbles fuera de sus leyes cósmicas - el sol "bailó" - de acuerdo a las expresiones típicas de la gente.
El Doctor Joseph Garrett, un profesor de ciencias en la Universidad de Coimbra notó esto:
Este no fue el centelleo normal de un cuerpo celestial, porque el sol giró al rededor de si mismo en un remolino loco, cuando repentinamente el clamor se escuchó de toda la gente. El sol, remolineando, parecía perderse a si mismo del firmamento y avanzar amenazantemente sobre la tierra como si fuera a aplastarnos con su gran peso abrasador. La sensación durante estos momentos era terrible.
Lucía de Jesús
La principal protagonista de las apariciones, nació el 22 de marzo de 1907. En Aljustrel, perteneciente a la parroquia de Fátima.
El día 17 de junio de 1921 ingresó en el Asilo de Vilar (Porte), dirigido por las religiosas de Santa Dorotea. Después fue para Tuy, donde tomó el hábito y le pusieron el nombre de María Lucia de Los Dolores.
Hizo su profesión religiosa de votes temporales el 3 de octubre de 1928 y el 3 de octubre 1934 los perpetuos. En el día 24 de marzo de 1948 ingresó en el Carmelo de Santa Teresa en Coimbra, tomando el nombre de Hermana María Lucia del Corazón Inmaculado. En el día 1 de mayo de 1949 hizo sus votes solemnes. La Hermana Lucia vine a Fátima varias veces: el 22 de mayo de 1946; el 13 de mayo de 1967; en 1981 para dirigir en el Carmelo de Fátima un trabajo de pintura sobre Las apariciones; el 13 de mayo de 1982 y el 13 de mayo de 1991.
Francisco Marto
Nació el 11 de junio de 1908 en Aljustrel. Murió santamente el 4 de abril de 1919, en casa de sus padres. Siendo muy sensible y contemplativo, orientó toda su oración y penitencia para "consolar a Nuestro Señor". Sus restos mortales quedaron sepultados en el cementerio parroquial hasta el día 13 de marzo de 1952, fecha en que fueron trasladados para la Basílica de Cova da Iria (lado derecho según se entra). Según
su historia, el pequeño Francisco pasaba largas
horas "pensando en Dios", por lo que siempre fue considerado
como un contemplativo. |
Jacinta Marto
Su
hermana Jacinta nació en Aljustrel, el 11 de
marzo de 1910. Murió santamente el 20 de febrero
de 1920, en el Hospital de D. Estefânia, en Lisboa,
después de una larga y dolorosa enfermedad, ofreciendo
todos sus sufrimientos por la conversión de los
pecadores, por la paz del mundo y el Santo Padre. El día 12 de septiembre de 1935, su cadáver fue trasladado del sepulcro de la familia del Barón de Alvaiázere, en Ourém, para el cementerio de Fátima y colocado junto a los restos mortales de su hermanito Francisco. El 1 de mayo de 1951 se efectuó con la mayor sencillez, el traslado de sus restos mortales para el nuevo sepulcro preparado en la basílica de Cova de Iría. El proceso de beatificación de los dos videntes de Fátima, Francisco y Jacinta Marto, después de las primeras diligencias hechas en 1945 comenzó en 1952 y terminó en 1979. |
El 15 de febrero de 1988 fue entregada al Santo Padre Juan Pablo II y a la Congregación para la causa de los Santos, la documentación final que podrá llevar al Santo Padre a proclamar beatos a los videntes de Fátima. Mientras que fueron declarados venerables por esta misma Congregación, por decreto del 13 de mayo de 1989.
La vida
de Jacinta, según el texto del Secretariado de Informaciones
del Santuario de Fátima, "fue caracterizada por el
espíritu de sacrificio, por el amor al Corazón
de María, al Santo Padre y a los pecadores".
En el decreto de heroicidad de virtudes, la pequeña
Jacinta Marto es considerada como "modelo de humildad,
mortificación y generosidad".
"Desde tierna edad mostró un gusto por la oración,
preocupación por las verdades de la fe, prudencia y
un sereno espíritu de obediencia. Vivaz, expansiva
e alegre, le gustaba bromear y bailar; cautivaba con su simpatía
a los otros, si bien tenía cierta inclinación
a dominar y no ser contrariada. Después, cambió
completamente y se convirtió en modelo de humildad,
mortificación y generosidad".
El proceso de beatificación de los dos videntes de
Fátima, Francisco y Jacinta Marto, después de
las primeras diligencias hechas en 1945 fue iniciado en 1952
y concluido en 1979.
E1 15 de febrero de 1988 fue entregada al Santo Padre Juan Pablo II y a la Congregación para la causa de los Santos, la documentación final que podrá llevar al Santo Padre a proclamar "beatos" a los videntes de Fátima. Mientras tanto ya fueron declarados "venerables" por esta misma Congregación, por decreto del 13 de mayo de 1989.
La curación milagrosa usada en la beatificación de los pastorcitos, ocurrió en marzo de 1987, cuando Maria Emília Santos, rezaba una novena dedicada a Jacinta Marto y empezó a sentir sus piernas después de vivir paralizada durante 22 años.
Dos de los tres secretos revelados por la hermana Lucía en 1942 son:
1) "Ustedes han visto el infierno donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarles, Dios desea establecer en el mundo devoción a mi Inmaculado Corazón."
2) "La Primera Guerra mundial terminara pronto. Sin embargo, si la humanidad no deja de ofender a Dios, otra guerra peor surgirá en el Reino del Papa Pío XI. Cuando ustedes vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que éste es el gran signo que Dios les da, porque el va a castigar el mundo por sus crímenes a través de las guerras, el hambre, la persecución de la Iglesia y del Santo Padre. Para impedir esto, Yo vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión de reparación de los Primeros Sábados.
Si mi petición es acatada, Rusia se convertirá, y habrá paz. Si no, Rusia transmitirá sus errores a través del mundo, promoviendo guerras y la persecución de la Iglesia; los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas; en el final mi Inmaculado Corazón triunfará. El santo Padre consagrara Rusia a mi la cual se convertirá, y algún tiempo de paz se le dará al mundo."
El famoso tercer secreto de Fátima, fuente de curiosidad, especulaciones y hasta invenciones para muchos, no contiene ninguna advertencia atemorizante, según un experto consultado por la agencia católica norteamericana CNS.
Con ocasión de la próxima visita del Papa Juan Pablo II a Fátima, prevista para el 12-13 de mayo, la corresponsal del CNS en Roma, Cindy Wooden, destaca que quienes conocen el tercer secreto de Fátima insisten en que no se trata de ningún hecho que produce temor, y que no agrega nada sustancial al llamado de arrepentimiento, conversión y penitencia pedidos por la Virgen.
La periodista recuerda que ya el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien ha leído el tercer mensaje de Fátima, había señalado en 1996 que "a todos los curiosos yo les diría que la Virgen no se involucra con el sensacionalismo ni crea temores. Tampoco presente visiones apocalípticas, sino que guía a la gente a su Hijo", explicó el Purpurado.
Según el P. Johann G. Roten, director del Instituto Internacional de Investigaciones Marianas de Dayton, Ohio, señala que "es previsible que la gente piense que el secreto es sensacional o apocalíptico, porque muchos quisieran conocer el futuro o que sus rosarios se convirtieran en oro repentinamente".
El sacerdote explicó sin embargo que en las diversas apariciones marianas aceptadas por la Iglesia "el tema del pecado y el fin de mundo siempre esta contextualizado en una perspectiva más amplia, que es la salvación y la esperanza en las promesas de Dios".
El P. Roten piensa, al igual que el Cardenal Ratzinger -aunque él no conoce el secreto- que "esta tercera revelación probablemente no sea de inmensa importancia. "El hecho que los Papas Pío XII, Juan XXIII, Paulo VI y Juan Pablo II hayan decidido no revelarlo "evidencia que no se trata de algo tan importante".
"Si se proporcionara una mejor comprensión de la fe, los papas lo hubieran hecho público y si contiene duros juicios contra el Concilio Vaticano II -como señalan algunos- "ni el Papa Paulo VI ni el actual pontífice se hubieran involucrado tanto con esta devoción".
El sacerdote explicó que, "si no contiene algo de importancia capital o si se refiere a algo que ya pasó, lo mejor es simplemente dejarlo descansar", concluyó el sacerdote.