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Homilía del Santo Padre en La Habana 25-1-98

(versión grabada)

Hermanos y hermanas, hoy es un día consagrado a nuestro Dios. Con gran gozo presido la Santa Misa en esta Plaza José Martí, en el domingo día del Señor que debe ser dedicado al descanso, a la oración y a la convivencia familiar.

La palabra de Dios nos convoca para crecer en la fe y celebrar la presencia del resucitado en medio de nosotros, nosotros que hemos sido bautizados en el mismo espíritu para formar un solo cuerpo, el Cuerpo Místico de Cristo que es la Iglesia.

Él mismo une a todos los bautizados, de él fluye el amor fraterno tanto entre los católicos cubanos como entre los que viven en cualquier otra parte porque son cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro. La Iglesia en Cuba pues no está sola ni aislada sino que forma parte de la Iglesia Universal extendida por el mundo entero.

Aplausos

Saludo con afecto al Cardenal Jaime Ortega, Pastor de esta arquidiócesis y agradezco las amables palabras con las que al inicio de esta celebración me ha presentado las realidad y aspiraciones que marcan la vida de esta comunidad eclesial.

Saludo asimismo a los Señores Cardenal aquí presentes venidos desde distintos lugares, así como a mis hermanos obispos de Cuba y otros países que han venido a concelebrar esta Santa Eucaristía.

Aplausos

Saludo cordialmente a los sacerdotes, religiosos, religiosas. A cada uno los animo aseguir siempre en la vía del Señor.

Aplausos

Saludo fraternalmente al Sr. Presidente Doctor Fidel Castro Rus que me ha pedido participar de esta Santa Misa y agradezco también la presencia de las autoridades civiles que están ahora aquí y a todas por la cooperación prestada.

"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido, me ha enviado para anunciar el Evangelio". En Cristo, Dios viene a hacer suyas en su vida estas palabras que pronunció Jesús en Nazareth. Pues, al estar entre ustedes. quiero darles la buena noticia de la esperanza en Dios y como servidor del Evangelio les traigo este mensaje de amor y solidaridad que Jesucristo con su venida ofrece a los hombres de todos los tiempos.

No se trata en absoluto de una ideología ni de un sistema económico o político nuevo sino de un camino de paz, justicia y verdad verdaderas.

Aplausos

Los sistemas ideológicos y económicos que se han ido sucediendo en los dos últimos siglos con frecuencia han potenciado el enfrentamiento ya que contenían en sus programas los gérmenes de la oposición y la desunión. Esto condicionó profundamente su concepción del hombre y sus relaciones con los demás. Algunos de estos sistemas han pretendido también reducir la religión a la esfera del ámbito individual despojándola de todo influjo o relevancia social. En este sentido cabe recordar que un estado moderno no puede hacer del ateísmo o de la religión uno de sus ordenamientos políticos.

Aplausos 1´

El estado lejos de todo fanatismo o extremo secularismo debe promover un sereno clima social y una legislación adecuada que permita a cada persona y a cada confesión religiosa vivir libremente su fe.

Aplausos 1´

Entonces deben vivir su fe, expresarla en los ámbitos de la vida pública y contar con los medios y espacios suficientes para aportar a la vida nacional sus riquezas espirituales, morales y cívicas.

Aplausos

Por otro lado, resurge en varios lugares una forma de neoliberalismo capitalista que subordina a la persona humana y condiciona el desarrollo de los pueblos a las fuerzas ciegas del pecado, clavando desde sus centros de poder los países menores favorecidos con cargas insoportables.

Aplausos

Así, en ocasiones se imponen a las naciones como condiciones para recibir nuevas ayudas programas económicos insostenibles. De este modo se asiste en el concierto de la naciones al enriquecimiento exagerado de unos pocos a costa del empobrecimiento creciente de muchos...

Aplausos

... se forma que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.

Aplausos

Queridos hermanos, la Iglesia es Maestra de humanidad, por eso frente a estos sistemas presenta la cultura del amor y de la vida, devolviendo a la humanidad la esperanza del poder transformador del amor vivido y la unidad querida por Cristo por ello hay que recorrer un camino de reconciliación, de diálogo y acogida fraterna del prójimo en todo el mundo.

Este se puede decir es el Evangelio Social de la Iglesia.

Aplausos

La Iglesia al llevar a cabo su misión propone al mundo una justicia nueva, la justicia del Reino de Dios.

En diversas ocasiones me he referido a los temas sociales. Es preciso continuar hablando de ello mientras en el mundo haya una injusticia dondequiera que sea.

Aplausos

pues de lo contrario la Iglesia no sería fiel a la misión confiada por Jesucristo, está en juego el hombre, la persona concreta, aunque los tiempos y las circunstancias cambien siempre hay quienes necesitan de la voz de la Iglesia para que sean reconocidas sus angustias, sus dolores y sus miserias.

Aplausos

Los que se encuentren en estas circunstancias pueden estar seguros de que no quedarán defraudados pues la Iglesia está con ellos y el Papa abraza con su corazón y su palabra de aliento a todo aquel que sufre la injusticia.

Aplausos casi por dos minutos

Yo no soy contrario a los aplausos porque cuando aplauden el Papa puede un poco reposar

Aplausos y lemas

Pueden perder la voz

Entonces las enseñanzas de Jesús, de Cristo, conservan íntegro su vigor a las puertas del año 2000. Son válidas para todos ustedes, mis queridos hermanos, en la búsqueda de la justicia del Reino. No podemos detenernos ante las dificultades ni incomprensiones. Si la invitación del Maestro a la justicia, al servicio y al amor es acogida como Buena Nueva, entonces el corazón se ensancha, se transforman los criterios y nace la cultura del amor y de la vida, éste es el gran cambio que la sociedad necesita y espera.

Aplausos

Éste es el gran cambio que la sociedad necesita y espera y sólo podrá alcanzarse si primero se produce la conversión de corazón de cada uno como condición de los necesarios cambios en las estructuras de la sociedad.

Aplausos

El Espíritu del Señor me ha enviado para anunciar a los cautivos la libertad, para dar libertad a los oprimidos.

Aplausos

La buena noticia de Jesús va acompañada de un anuncio de libertad apoyado sobre el sólido fundamento de la verdad. "Si se mantienen en mi palabra serán verdaderamente mis discípulos y conocerán la verdad y la verdad os hará libres".

Aplausos

La verdad a la que se refiere Jesús no es sólo la comprensión intelectual de la realidad sino la verdad sobre el hombre y su condición trascendente sobre sus derechos y deberes, sobre su grandeza y sus límites.

Aplausos

Es la misma verdad que Jesús proclamó con su vida, y afirmó ante Pilato y con su silencio ante Herodes es la misma que lo llevó a la cruz, cruz salvadora y a su resurrección gloriosa. La libertad que no se funda en la verdad condiciona de tal forma al hombre que algunas veces lo hace objeto y no sujeto de su entorno social, cultural, económico y político, dejándolo casi sin ninguna iniciativa para su desarrollo personal.

Aplausos

A veces esa libertad es de talante individualista y al no tener en cuenta la libertad de los demás encierra al hombre en su egoísmo. La conquista de la libertad en la responsabilidad es una tarea imprescindible para toda persona, para los cristianos la libertad de los hijos de Dios no es solamente un don y una tarea sino que alcanzarla supone un inapreciable testimonio y un genuino aporte en el camino de la liberación de todo ser humano.

Esta liberación no se reduce a los aspectos sociales y políticos sino que encuentra su plenitud en el ejercicio de la libertad de conciencia, base y fundamento de los otros derechos humanos.

Aplausos

Ante la frase "El Papa libre nos quiere a todos libres", Juan Pablo II respondió: "Sí, libres, con esa libertad que Cristo nos ha dado"

Aplausos

Sois un auditorio muy activo, pero debemos continuar todavía una página

Para muchos de los sistemas políticos y económicos hoy vigentes el mayor desafío sigue siendo el conjugar libertad y justicia social, libertad y solidaridad, sin que ninguna quede relegada a un plano inferior. En este sentido, la Doctrina Social de la Iglesia es un esfuerzo de elección y propuesta que trata de iluminar y conciliar las relaciones entre los derechos inalienables de cada hombre y las exigencias sociales de modo que la persona alcance sus aspiraciones más profundas y su realización integral según su condición de la persona, de hijo de Dios y de ciudadano.

Aplausos

Con lo cual el laicado católico debe contribuir a esta realización mediante la aplicación de las enseñanzas sociales de la Iglesia en los diversos ambientes abiertos a todos los hombres de buena voluntad.

En el Evangelio proclamado hoy aparece la justicia íntimamente ligada a la verdad, así se ve también en el pensamiento lúcido de los padres de vuestra patria. El Siervo de Dios, Padre Félix Varela, animado por su fe cristiana y su fidelidad al ministerio sacerdotal, sembró en el corazón del pueblo cubano las semillas de la justicia y la libertad que él soñaba ver florecer en una Cuba libre e independiente.

Aplausos

La doctrina de José Martí sobre el amor de todos los hombres tiene también raíces hondamente evangélicas señalando así el falso conflicto entre la fe en Dios y el amor y el servicio a la patria

Escribe este prócer: Cuba desinteresada, perseguida, martirizada, poética y sensible a la religión del Nazareno a todos los hombres con bondades. Todo pueblo necesita ser religioso esencialmente, con su propia identidad. Un pueblo no religioso morirá porque nada le alimenta la virtud.

Aplausos

Las injusticias humanas disgustan de ella, es necesario que la justicia celeste la garantice, como saben Cuba tiene un alma cristiana y esto la ha llevado a tener una vocación universal.

Aplausos

Está llamada a vencer el aislamineto para abrirse al mundo y el mundo debe acercarse a Cuba, a su pueblo, a sus hijos

Aplausos

Entonces el mundo debe acercarse a Cuba, a su pueblo, a sus hijos que son sin duda su mayor riqueza. Esta es la hora de emprender los nuevos caminos que exigen los tiempos de la nación que vivimos al acercarse al tercer milenio de la era cristiana.

Queridos hermanos, Dios ha bendecido a este pueblo con verdaderos formadores de la conciencia nacional, claros y firmes exponentes de la fe cristiana como el más valioso sostén de la virtud y del amor. Hoy los obispos con los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos se esfuerzan en tender puentes para acercar las mentes y los corazones, propiciando y consolidando la paz, preparando la civilización de la justicia y de la paz y del amor.

Estoy en medio de ustedes como Mensajero de la Paz y la Esperanza, por eso quiero repetir mi llamado a dejarse iluminar por Jesucristo y aceptar sus enseñanzas y el esplendor de su verdad para que todos puedan emprender el camino de la unidad por medio del amor y la solidaridad evitando la exclusión, el aislamiento y el enfrentamiento que son contrarios a la voluntad de Dios Amor

Que el Espíritu Santo ilumine con sus dones a quienes tienen diversas responsabilidades sobre este pueblo que llevo en el corazón y que la Virgen de la Caridad de El Cobre, reina de Cuba obtenga para sus hijos los dones de la paz, del progreso, de la felicidad.

Aplausos

Este viento de hoy es muy significativo porque el viento simboliza al Espíritu Santo, espíritu sanctum unum Cuba.

Ultimas palabras en lingua latina porque Cuba es también de la tradición latina, porque Cuba es latina, América latina, Cuba latina, lingua latina. (siguieron palabras en Latín)