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Noticias del 26-1-98

EL PAPA CIERRA SU VISITA CON EL DESEO DE UN "NUEVO ADVIENTO" PARA CUBA

LA HABANA, 26 (ACI).- En el marco de una intensa e inesperada lluvia y luego que Fidel Castro pronunciara un breve discurso defendiendo su revolución marxista y comparándola con temas sagrados –esta vez David frente a Goliat-, el Papa Juan Pablo II se despidió de Cuba encomendando a sus hijos la tarea de la reconciliación.

El Santo Padre agradeció a los cubanos "su cordial testimonio de fidelidad, expresión de vida del alma cubana y sobre todo por haber podido compartir con ustedes intensos momentos de oración y de reflexión en las celebraciones de la Santa Misa en Santa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba y aquí en La Habana."

Luego elogió el trabajo de preparación espiritual de la Iglesia señalando su agradecimiento "a mis hermanos obispos de Cuba por los esfuerzos y la solicitud pastoral con la que han preparado tanto mi visita como la misión popular que la ha precedido, cuyos frutos inmediatos se han puesto de manifiesto en la calurosa acogida dispensada y que de alguna manera debe tener continuidad".

El Papa resumió su misión en Cuba explicando que "como sucesor del Apóstol Pedro y siguiendo el mandato del Señor, he venido como mensajero de la Verdad, y de la Esperanza a confirmarlos en la Fe y dejarles un mensaje de paz y reconciliación en Cristo".

Luego de criticar enérgicamente el embargo, el Papa pidió el apoyo de los países latinoamericanos a cuba, señalando que "las naciones, y especialmente las que comparten el mismo patrimonio cristiano y la misma lengua, trabajen eficazmente por extender los beneficios de la unidad y la concordia por aunar esfuerzos y superar obstáculos para que el pueblo cubano, protagonista de su historia, mantenga relaciones internacionales que favorezcan siempre el bien común".

"Queridos cubanos, al dejar esta amada tierra, llevo conmigo un recuerdo imborrable de estos días y una gran confianza en el futuro de su patria. Construyendo con ilusión guiados por la luz de la fe, con el vigor de la esperanza y la generosidad del amor fraterno, capaces de crear un ambiente de mayor libertad y realismo con la certeza de que Dios los ama intensamente y permanece fiel a sus promesas", agregó el Papa.

Un nuevo adviento

Una vez más, el Santo Padre aprovechó el estado del clima para hacer una reflexión y dejar un último mensaje: la esperanza de un "nuevo Adviento" para Cuba. "Una última palabra sobre la lluvia: Ahora ha cesado, pero después de mi visita a la Catedral de La Habana ha llegado una lluvia bastante fuerte. Me ponía la cuestión de por qué después de estos días calurosos, después de este Santiago de Cuba donde hacía grande calor... ¡lluvia! Podía ser un signo porque los cielos cubanos lloran porque el Papa se va, porque nos esta dejando... pero sería una hermenéutica superficial. Cuando nosotros cantamos en la liturgia en Adviento "Cielos lloved vuestra justicia", aquella me parece la hermenéutica más profunda. Nuestra lluvia de las últimas horas de permanencia en Cuba puede significar un Adviento "Cielos lloved vuestra Justicia, ábrete tierra has germinar al Salvador", y yo quiero expresar mis votos porque esta lluvia sea un signo bueno de un nuevo Adviento de vuestra historia."

Mientras el avión del Papa rodaba sobre la pista de partida, la lluvia volvía a caer sobre La Habana.

 

EL PAPA LLEGA A LA CIMA DE LA VISITA CON UN LLAMADO A LA RECONCILIACIÓN

LA HABANA, 25 (ACI).- Periodistas y asistentes a la Misa en la Plaza de la Revolución, que marcó el momento culminante de la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, se esforzaban en encontrar un término, una frase que pudiera describir lo que allí presenciaban. "Apoteosis es todavía muy poco", reconocía un periodista mexicano-norteamericano de la cadena CNN.

En efecto, el marco no podía ser más espectacular. Contribuían al ambiente el imponente escenario blanco en forma de "M" con el monumental cuadro del Corazón de Jesús que pendía de uno de los lados de la biblioteca Nacional, opacando incluso las imágenes del "Che" Guevara y del José Martí que habitualmente dominan la Plaza. Contribuía también la ordenada y reverente liturgia, el impresionante coro de 600 voces y la orquesta de cámara cuyos violines, chelos y contrabajos daban a la ceremonia un intensidad especial. Ayudaba también el grato clima, fresco y suavemente ventoso

Pero sobre todo contribuía un pueblo fiel que había hecho de la expresión pública de su fe una explosión de libertad y de piedad, como anticipando el poder evangelizador que Cuba tiene a las puertas del Tercer Milenio. Explosión que el mismo Papa Juan Pablo II alentó y elogió cuando en una de las numerosas improvisaciones señalara: "sois un auditorio muy activo", haciendo referencia a los coros y aplausos que sellaban cada una de las rotundas frases de su homilía.

Llamado del Papa a La Reconciliación

Tras un saludo inicial a todos los presentes, incluyendo a Fidel Castro, el Papa inició sus comentarios con palabras claras: "Los sistemas ideológicos y económicos que se han ido sucediendo en los dos últimos siglos con frecuencia han potenciado el enfrentamiento ya que contenían en sus programas los gérmenes de la oposición y la desunión. Esto condicionó profundamente su concepción del hombre y sus relaciones con los demás. Algunos de estos sistemas han pretendido también reducir la religión a la esfera del ámbito individual despojándola de todo influjo o relevancia social. En este sentido cabe recordar que un estado moderno no puede hacer del ateísmo o de la religión uno de sus ordenamientos políticos".

Luego, interrumpido por aplausos que duraron más de un minuto, el Papa pidió claramente un espacio de libertad para la Iglesia: "El estado, lejos de todo fanatismo o extremo secularismo debe promover un sereno clima social y una legislación adecuada que permita a cada persona y a cada confesión religiosa vivir libremente su fe, expresarla en los ámbitos de la vida pública y contar con los medios y espacios suficientes para aportar a la vida nacional sus riquezas espirituales, morales y cívicas".

El Santo Padre criticó con energía el sistema neoliberal a nivel internacional "que hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres", y luego hizo un enérgico llamado a la reconciliación: "Queridos hermanos, la Iglesia es Maestra de humanidad, por eso frente a estos sistemas presenta la cultura del amor y de la vida, devolviendo a la humanidad la esperanza del poder transformador del amor vivido y la unidad querida por Cristo por ello hay que recorrer un camino de reconciliación, de diálogo y acogida fraterna del prójimo en todo el mundo".

Luego, reaccionando a los aplausos que duraron dos minutos, el Papa improvisó: "En diversas ocasiones me he referido a los temas sociales. Es preciso continuar hablando de ello mientras en el mundo haya una injusticia dondequiera que sea.... (aplausos) "pues de lo contrario la Iglesia no sería fiel a la misión confiada por Jesucristo, está en juego el hombre, la persona concreta, aunque los tiempos y las circunstancias cambien siempre hay quienes necesitan de la voz de la Iglesia para que sean reconocidas sus angustias, sus dolores y sus miserias" (aplausos). Los que se encuentren en estas circunstancias pueden estar seguros de que no quedarán defraudados pues la Iglesia está con ellos y el Papa abraza con su corazón y su palabra de aliento a todo aquel que sufre la injusticia".

"No podemos detenernos ante las dificultades ni incomprensiones", continuó el Santo Padre. "Si la invitación del Maestro a la justicia, al servicio y al amor es acogida como Buena Nueva, entonces el corazón se ensancha, se transforman los criterios y nace la cultura del amor y de la vida, éste es el gran cambio que la sociedad necesita y espera".

"Éste es el gran cambio que la sociedad necesita y espera y sólo podrá alcanzarse si primero se produce la conversión de corazón de cada uno como condición de los necesarios cambios en las estructuras de la sociedad".

La verdadera libertad

El Papa luego señaló la importancia de la libertad, pero explicó que "a veces esa libertad es de talante individualista y al no tener en cuenta la libertad de los demás encierra al hombre en su egoísmo. La conquista de la libertad en la responsabilidad es una tarea imprescindible para toda persona, para los cristianos la libertad de los hijos de Dios no es solamente un don y una tarea sino que alcanzarla supone un inapreciable testimonio y un genuino aporte en el camino de la liberación de todo ser humano".

"Esta liberación no se reduce a los aspectos sociales y políticos sino que encuentra su plenitud en el ejercicio de la libertad de conciencia, base y fundamento de los otros derechos humanos".

El público respondió con un lema: "El Papa libre nos quiere a todos libres", Juan Pablo II respondió: "Sí, libres, con esa libertad que Cristo nos ha dado"

Oración y deseo

"Estoy en medio de ustedes como Mensajero de la Paz y la Esperanza, por eso quiero repetir mi llamado a dejarse iluminar por Jesucristo y aceptar sus enseñanzas y el esplendor de su verdad para que todos puedan emprender el camino de la unidad por medio del amor y la solidaridad evitando la exclusión, el aislamiento y el enfrentamiento que son contrarios a la voluntad de Dios Amor", dijo el Santo Padre.

"Que el Espíritu Santo ilumine con sus dones a quienes tienen diversas responsabilidades sobre este pueblo que llevo en el corazón y que la Virgen de la Caridad de El Cobre, reina de Cuba obtenga para sus hijos los dones de la paz, del progreso, de la felicidad".

Finalmente, reaccionando con improvisaciones una vez más a los aplausos, el Papa señaló, haciendo referencia el grato clima ventoso: "Este viento de hoy es muy significativo porque el viento simboliza al Espíritu Santo."

Un simbólico final

La conclusión de la misa no podía ser más simbólica: el Santo Padre bendijo la primera piedra del seminario que la Iglesia en Cuba construirá próximamente. Una piedra que, en palabras del Cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino "es un símbolo de esperanza y de renovación de la Iglesia para el futuro." Una vez más el canto de "Virgen Mambisa" –en esta ocasión con el fondo de la impresionante orquesta- se convirtió en el sello de un encuentro inolvidable que parecía ser también respuesta anticipada al llamado con el que el diácono concluyó la ceremonia: "Proclamad el Evangelio con vuestras vidas ¡Podéis ir en Paz!

 

CASTRO RECONOCE QUE PROCESO ES IRREVERSIBLE

LA HABANA, 25 (ACI).- En un inesperado encuentro con cuatro congresistas norteamericanos del Partido Demócrata el sábado por la noche, Fidel Castro reconoció que el proceso de libertades religiosas iniciado por el Papa Juan Pablo II en Cuba no podrá ser revertido. "El genio ya no podrá regresar a la botella", habría dicho Castro.

Joe Moakley, demócrata del estado de Massachusetts, afirmó a la prensa internacional que Castro había aparecido inesperadamente en una recepción ofrecida a los representantes por el presidente del Parlamente, Ricardo Alarcón. "El Presidente Castro indicó muy categóricamente que las religiones iban a florecer en la isla de Cuba. No había nada que pudiera hacer ni nadie deseara hacer para hacer volver al genio a la botella", señaló otro de los congresistas, el diputado Bill Delahunt.

 

MONS. MEURICE SE CONVIERTE EN EL "LEÓN DE ORIENTE" PARA EXILIADOS

LA HABANA, 25 (ACI).- El Arzobispo Pedro Meurice, de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, que ayer pronunciara un enérgico mensaje crítico al sistema marxista, "se ha convertido en el León de Oriente", según la periodista Cynthia Corzo, redactora del Miami Herald.

Corzo, que ha cubierto la reacción de los cubanos exiliados en Miami ante la visita del Papa a su país natal, señaló que "los santiagueros en el exilio escucharon emocionados las rotundas críticas a la situación en la isla hechas por el arzobispo Pedro Meurice y el Papa Juan Pablo II, durante la multitudinaria misa en esa ciudad que hará historia para la Iglesia y la nación".

Según Corzo, los santiagueros que se reunieron en grandes grupos para seguir con emoción y lágrimas la presencia del Papa en su ciudad natal, prorrumpieron en expresiones como "¡Ese es mi Arzobispo!", "¡Esa es mi Iglesia!". Sin embargo, el término que rápidamente se impuso en el exilio cubano fue el acuñado por la profesora María Cristina Herrera, directora del Centro de Estudios Cubanos y una verdadera institución entre los cubanos de la diáspora: "El León de Oriente".

"Bárbaro mi arzobispo", gritó Herrera con los brazos en alto. "Estoy preocupada. Pero esto es glorioso. Estoy tan orgullosa", dijo la profesora, según el recuento de Corzo.

Monseñor Bryan Walsh, que durante los años 60 ayudó a sacar a miles de niños cubanos de la isla a través de la "Operación Pedro Pan" y también presente en la reunión encabezada por la profesora Herrera, también manifestó su emoción. "Fue tremendo. Son las palabras más fuertes que se han pronunciado por la Iglesia en Cuba", puntualizó Walsh, a quien el gobierno cubano canceló a última hora una visa para asistir a la visita del Papa. "Nadie ha expresado tan claramente la misión de la Iglesia".

A la par que los asistentes a la misa en Cuba, los invitados de Herrera entonaron el canto "Virgen Mambisa", en honor a la Caridad del Cobre. También entonaron el himno nacional cubano.

 

"TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN DISTANCIÓ ALGUNAS IGLESIAS DE CUBA"

LA HABANA, 25 (ACI).- La Teología de la Liberación de vertiente Marxista distanció a algunas comunidades católicas de América Latina de la sufriente Iglesia en Cuba, señaló un prestigiosa párroco de La Habana en una entrevista con la enviada de ACI Digital.

"América Latina, durante mucho tiempo ha estado un poco marginada de la situación de la Iglesia de Cuba, especialmente en algunos países, donde prevalecían otras tendencias (teológicas) que presentaban a la sociedad de Cuba como modelo para las sociedades de América Latina, para resolver las injusticias y los problemas", dijo durante la entrevista el P. Teodoro Cerril, un carmelita español que se encuentra en La Habana desde hace 40 años y que decidió permanecer en Cuba a pesar de la Revolución.

El P. Cerril lamentó que le fenómeno conocido como Teología Marxista de la Liberación sucediera "durante largos años".

"Ahora, por suerte, la situación es diferente. Nos parece que los católicos de América Latina está más solidarizado con la Iglesia de Cuba y no con la ideología del proceso (política)"

El P. Cerril señaló que la Iglesia en Cuba "es una Iglesia muy pobre, de recursos muy limitados; por la situación del país, la repercusión económica también afecta a la Iglesia". "No viene tanta gente a Misa. El catolicismo de Cuba es como el de América Latina: mucha religiosidad y poco compromiso. El pueblo cubano es sentimentalmente muy religioso; pero le falta fortalecerse en la promoción humana y en la formación de grupos laicales. La Iglesia lo ha estado haciendo contra viento y marea durante todo este tiempo, pero hay que continuar haciéndolo mucho más".

"Esperamos que la visita del Papa traiga un despertar de la Fe en todo nuestro pueblo, que, durante 38 años, no ha podido decirlo, porque se le ha obligado a vivir escondiendo su fe, marginándolo, educando a sus hijos al margen de la Fe. Pero desde hace 4 o 5 años, las cosas han cambiado un poco: ya las familias van perdiendo el temor, el miedo". "Concretamente, la visita del Papa significa una fuerza muy grande para que la gente de Cuba pierda miedo, temores y preocupaciones ante la práctica religiosa", concluyó el Papa.

 

EL PAPA SE ACERCA AL MUNDO DEL DOLOR... Y PIDE LA LIBERACIÓN DE PRESOS

LA HABANA, 25 (ACI).- En un encuentro cargado de recogimiento y emotividad, el Papa Juan Pablo II cerró ayer sábado su penúltima jornada con un encuentro con los enfermos del leprosorio adyacente al Santuario de San Lázaro, uno de los principales centros históricos de la fe católica en Cuba. Desde allí envió un sentido pedido a favor de la liberación de los presos de conciencia.

El Papa abrió su intervención señalando que en su visita "no podía faltar un encuentro con el dolor, porque Cristo está muy cerca de todos los que sufren".

En un marco altamente emotivo, ante los enfermos del leprosorio –que incluye a numerosos enfermos del SIDA-, congregados con batas blancas en la nave del santuario, el Santo Padre señaló que "en ustedes quiero saludar también a los demás enfermos en Cuba", y luego de reconocer los esfuerzos del sistema cubano por proporcionar servicios de salud a toda la población, destacó que "El dolor es un misterio muchas veces inescrutable para la razón, forma parte del misterio de la persona humana, misterio que sólo se esclarece en Jesucristo". "Sólo desde El podremos encontrar el sentido a todo lo humano", agregó.

El momento más emotivo de la homilía llegó cuando el Santo Padre señaló, pausadamente que "El sufrimiento no es sólo de carácter físico, como puede ser la enfermedad", dijo. "Existe también el sufrimiento del alma, como el que padecen los segregados, los perseguidos, los encarcelados por diversos delitos o por razones de conciencia, por ideas pacíficas aunque discordantes".

"Estos últimos sufren el aislamiento y una pena por la que su conciencia no los condena, mientras desean incorporarse a la vida activa con espacios donde puedan expresar y proponer sus opiniones con respeto y tolerancia".

El Papa se refirió también a los sufrimientos de Cuba como nación, señalando que "cuando sufre el alma de una nación, ese dolor debe convocar a la solidaridad, a la justicia a la construcción de la Civilización de la Verdad y del Amor". Luego instó a los fieles a promover esfuerzos para "la reinserción social de la población penitenciaria" para fortalecer "la convivencia pacífica del país". El Santo Padre hizo una nueva referencia al tema de la reconciliación, que desde la homilía de la mañana ha pasado al centro de su mensaje.

Refiriéndose a la reinserción de los presos de conciencia, explicó que éste sería "un gesto de alta humanidad y una semilla de reconciliación, un gesto que honrra a la autoridad que la promueve y fortalece la harmonía social en el país".

"A todos los presos les mando mi cordial saludo, animándolos a no dejarse vencer por el pesimismo", concluyó el Pontífice.

El sentimiento no podía ser más intenso al finalizar el emotivo encuentro. "Lo hemos esperado mucho, lo hemos esperado desde le principio", dijo un anciano enfermo de lepra. "Todos los días rezábamos, en el rosario, en la Misa, desde su instalación, para que viniera a Cuba", agregó. El saludo del Papa a todos los enfermos, leprosos y sidosos, estuvo marcado por escenas de gran emotividad que llegaron incluso a conmover a fotógrafos y camarógrafos.

 

"FIESTA APARTE" VIVEN LOS VISITANTES Y EL PUEBLO

LA HABANA, 25 (ACI).- Los miles de peregrinos laicos que han viajado a Cuba para manifestar su solidaridad con el pueblo Cubano viven una fiesta aparte que llena de emoción a los Cubanos. Las delegaciones de México y Venezuela, las más bulliciosas y numerosas, han causado especial impresión entre los católicos locales.

Una importante muestra de su entusiasmo se notó el viernes, durante la visita del Papa a la Universidad de La Habana.

Varios miles de personas esperaban afuera para verlo pasar. Los venezolanos se hacía notar con un gran letrero que decía: "en la vejez seguirá dando frutos y estará lozano y frondoso. ¡Animo, Juan Pablo II!", junto a una enorme bandera venezolana. Los mexicanos no tenían cartel, pero improvisaban cantos nombrando a su país. "Cuba católica siempre fiel", "Ahí viene el Santo Padre cambiando corazones" y "¡Que viva el Papa, que viva la paz, que viva la Virgen de la Caridad!", eran las letras de algunas de las canciones que entonaba el pueblo, contagiado por las delegaciones visitantes y animado sobre todo por los padres Escolapios de San Vicente de Paul. Distintas oraciones católicas como el Padre Nuestro, el Ave María y la Salve, jaculatorias y vivas a la Virgen, se intercalaban con los cánticos.

La manifestación se llevó a cabo en un orden perfecto, que sólo se alteró cuando apareció el Papamovil. "Es la primera vez que voy a una marcha sin estar obligado", declaró un joven que se negó a dar su nombre. A pesar de la dificultad o imposibilidad para algunos de ver al Papa, los cubanos, sin protestar demasiado, cedieron los mejores lugares a las cámaras de TV: "no importa tanto ver al Papa, sino que el Papa nos vea a nosotros, y que todo el mundo vea lo que está pasando en Cuba", afirmó otro joven, con gran convicción. "Esto que está pasando en Cuba es histórico", decían otros.

El Papa pasó fugazmente, provocando las exclamaciones más vivas, entre las cuales no faltó un tímido "viva Cuba libre de tiranos!"

 

EL PAPA NOMBRA UN NUEVO OBISPO PARA CUBA

LA HABANA, 25 (ACI).- En pleno viaje y manifestando sus esperanzas en el crecimiento de la Iglesia en el país, el Santo Padre anunció la creación de una nueva diócesis y el nombramiento de su respectivo obispo.

La diócesis nueva es la de Guantánamo, y el nuevo obispo de la misma es Mons. Carlos Jesús Patricio Baladrón Valdés, hasta ayer uno de los dos obispo auxiliares de La Habana.

 

ESPACIOS PARA LA RECONCILIACIÓN PIDE EL PAPA EN SANTIAGO

María, Madre de la Reconciliación

LA HABANA, 24 (ACI).- En la Eucaristía que celebró en la Plaza Antonio Maceo de Santiago y que dedicó a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, el Santo Padre recordó la misión de la Iglesia de llevar la reconciliación al hombre, y proclamó a María como "MAdre de la Reconciliación" de todos los Cubanos.

En la que para muchos fue la homilía más enérgica del Pontífice en la Isla, el Papa repasó la historia cubana y recordó el ejemplo de ilustres católicos que hace cien años, a los pies de la Virgen Mambisa independizaron Cuba "por las vías de la libertad y la justicia". "La historia enseña que sin fe desaparece la virtud, los valores morales se oscurecen, no resplandece la verdad, la vida pierde su sentido hacia el bien y aún el servicio a la nación puede dejar de ser alentado por las motivaciones más profundas", dijo.

"Dichosa la Nación cuyo Dios es el Señor", afirmó y precisó que "todo lo que la Iglesia reclama para sí lo pone al servicio del hombre y de la sociedad. En efecto Cristo le encargó llevar su mensaje a todos los pueblos para lo cual necesita un espacio de libertad y los medios suficientes. Defendiendo su propia libertad la Iglesia defiende la de cada persona, la de las familias, la de las diversas organizaciones sociales que tienen derecho a una ámbito propio de autonomía y soberanía".

Tras saludar al Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros, Raúl Castro, el Papa precisó que "La Iglesia, inmersa en la sociedad no busca ninguna forma de poder político para desarrollar su misión sino que quiere ejercerla en el culto del bien común para hacerse presente en las estructuras sociales mirando en primer lugar a la persona humana y a la comunidad en la que vive, sabiendo que su primer camino es el hombre concreto en medio de sus necesidades y aspiraciones".

"La Iglesia nos llama a todos a encarnar la fe en la propia vida como el mejor camino para el desarrollo integral del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios y para alcanzar la verdadera libertad que incluye el reconocimiento de los derechos humanos y la justicia social".

"A este respecto –agregó- los laicos católicos salvaguardando su propia identidad para poder ser sal y fermento en medio de la sociedad, tienen el deber y el derecho de participar en el debate público de igualdad de oportunidades, en actitud de diálogo y reconciliación".

Asimismo señaló que como "la Virgen María, la Iglesia es también Madre y Maestra en el seguimiento de Cristo, Jesús", por ello "las obras de evangelización que van teniendo lugar en diversos ambientes como, por ejemplo, las misiones en valles y pueblos sin iglesias deben ser cuidados y fomentados para que puedan desarrollarse".

"En este sentido, el cristiano y las comunidades cristianas viven profundamente insertados en la vida de sus pueblos respectivos y son signo del Evangelio incluso con la fidelidad a su patria, a su pueblo, a la cultura nacional, pero siempre con la libertad que Cristo ha traído. La Iglesia está llamada a dar su testimonio de Cristo asumiendo posiciones valientes y proféticas ante la corrupción del poder político o económico, no buscando la gloria o los bienes materiales, usando sus bienes para el servicio de los más pobres e imitando la sencillez de la vida de Cristo", expresó.

El Pontífice abogó por una real libertad de expresión para todos al señalar que "el bien de una nación debe ser fomentado y procurado por los propios ciudadanos a través de medios pacíficos y graduales, de este modo cada persona gozando de libertad de expresión, capacidad de iniciativa y de propuesta en el seno de la sociedad civil y con la adecuada libertad de asociación podrá colaborar eficazmente en la búsqueda del bien común".

María, Madre de la Reconciliación

Asimismo, se refirió a los cubanos que, aún en otros países, son devotos de la Virgen de la Caridad. "Junto con todos sus hermanos que viven en esta hermosa tierra los pongo bajo su maternal protección pidiéndole a Ella, Madre Amorosa de todos, que reúna a sus hijos por medio de la reconciliación y la fraternidad".

Antes de coronarla como Reina de Cuba, el Papa pidió a los presentes unirse con él en una hermosa oración en la que pidió a la Virgen que acreciente la fe, avive la esperanza, aumente y fortalezca el amor en todos.

"Sé, Madre de los fieles y de los pastores de la Iglesia, Modelo y Estrella de la nueva evangelización, Madre de la Reconciliación, reúne a tu pueblo disperso por el mundo, haz de la nación humana un hogar de hermanos y hermanas para que este pueblo abra de par en par las puertas de su mente y su corazón a Jesucristo, único Salvador y Redentor que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos", concluyó.

 

MARXISMO EMPOBRECIÓ A LA IGLESIA, AFIRMA ARZOBISPO DE SANTIAGO

LA HABANA, 24 (ACI).- En el discurso de bienvenida que dirigió al Pontífice, el Arzobispo de Santiago aseguró que el marxismo y el leninismo empobrecieron de medios y agentes de pastoral a la Iglesia pero no de espíritu.

En su valiente discurso –pronunciado ante el Vicepresidente Raúl Castro-, Mons. Pedro Meurice recordó la época gloriosa del Padre Varela "pero también los años oscuros en el que por el desgobierno del Patronato, la Iglesia fue diezmada y así atravesó el siglo tratando de recuperarse hasta la década del 50 cuando llegó a su plenitud. Luego con el marxismo y el leninismo volvió a ser empobrecida de medios y agentes de pastoral pero no de emociones de espíritu como fue el Encuentro Eclesial Cubano".

El Arzobispo aseguró que algunos cubanos han confundido "la patria con un partido, la nación con el proceso histórico que hemos vivido en las últimas décadas y la cultura como una ideología". Criticó además a otros cubanos que "al rechazar todo de una vez sin discernir se sienten desarraigados, rechazan lo de Cuba y sobrevaloran lo extranjero".

Este, agregó, es un pueblo "noble y que también sufre, un pueblo que tiene la riqueza de la alegría y la pobreza material que lo agobia hasta casi no dejarlo ver más allá de la subsistencia" que "padece una cultura del egoísmo por la crisis económica y moral, necesita aprender a desmitificar los falsos mesianismos".

"Este es un pueblo que ha luchado largos siglos por la justicia social y ahora se encuentra al final de una de esas etapas buscando otra vez cómo superar las desigualdades y la falta de participación" expresó y denunció a pesar de su "una entrañable vocación a la solidaridad", ha visto "desarticulados los espacios de participación en la sociedad civil".

"Esta Iglesia está en una etapa de crecimiento y de sufrida credibilidad que brota de la cruz vivida y compartida, aunque algunos quizá puedan confundir este despertar religioso con un culto pietista o con una falsa paz interior que escapa del compromiso", señaló.

Tras referirse a la Virgen como "la esperanza de todos los cubanos" pidió al Santo Padre que ofrezca al Señor y a María todas las luchas y azares del pueblo cubano, para que "todas las generaciones de cubanos podamos continuar dirigiéndonos a Ella pero con mayor audacia apostólica y serenidad de espíritu con las bellas estrofas de su himno: y tu nombre será nuestro escudo, nuestro amparo tu gracia será".