VATICANO, 17 Ago. 00 (ACI).- Las emotividad fue muy alta, pero finalmente los 15 jóvenes que almorzaron el miércoles con el Papa Juan Pablo II pudieron sostener un grato diálogo con su especial anfitrión.
El miércoles, en efecto, el Papa Juan Pablo II invitó a almorzar a su residencia veraniega de Castel Gandolfo, al pie del lago Albano, a quince participantes de la Jornada Mundial de la Juventud provenientes de Tahití, Canadá, Nueva Guinea Sri Lanka e Italia.
Según fuentes del palacio apostólico, al comienzo, el almuerzo se vio conmovido por las intensas emociones de los jóvenes alojados en Villa Barberini, cerca de Castel Gandolfo. Muchos de ellos no dejaban de llorar y de abrazar al Pontífice, quien calmadamente escuchó sus saludos e impuso un clima de calma. "Al final, se trató de un almuerzo sumamente agradable, muy grato para el Pontífice, que pudo compartir con los jóvenes un momento de amena conversación", dijo la fuente.