FRENTE A DIOS
1) ¿Recurro al Sacramento de la Penitencia en virtud de un deseo sincero de purificación, de conversión, de renovación y de amistad más profunda con Dios, o tal vez lo considero como un peso a llevar raramente?
2) ¿He olvidado u omitido expresamente en mis confesiones precedentes algunos pecados graves?
3) ¿He cumplido con la satisfacción impuesta por el confesor? ¿He reparado las injusticias eventualmente infligidas a terceros? ¿Me he esforzado en practicar las resoluciones tomadas con miras a reformar mi vida según el Evangelio?
4) El Señor Jesús dijo: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón” (Mt. 22,37). ¿Mi corazón se orienta hacia Dios hasta el punto de amarlo sobre todas las cosas, en fiel observancia de los mandamientos, como un hijo ama a su padre? .O Bien estoy más preocupado por las cosas temporales. ¿En mi obrar, es recta mi intención?
5) ¿Mi fe en Dios - quien nos habló por su Hijo - es firme? ¿Me he adherido firmemente a la doctrina de la Iglesia? ¿Me he preocupado permanentemente por mi formación cristiana, de escuchar la Palabra de Dios, de participar en una catequesis superior, de evitar todo lo que daña a la fe? He profesado siempre vigorosamente y sin temor la fe en Dios y en su Iglesia. ¿Me he mostrado cristiano tanto en la vida privada como en la pública?
6) ¿He rezado mañana y tarde? ¿Es mi oración una verdadera conversación del espíritu y del corazón con Dios o es solamente un rito exterior? ¿He ofrecido a Dios trabajos, alegrías y dolores? ¿He recurrido a Él en las tentaciones?
7) ¿Respeto y amo el Nombre de Dios? ¿He ofendido a Dios con blasfemias o con falsos juramentos o pronunciando su Nombre de manera vana? ¿He faltado al respeto debido a la Santísima Virgen María y a los Santos?
8) ¿Santifico los Domingos y las fiestas de la Iglesia participando activamente, con atención y piedad en el culto litúrgico, especialmente en la Misa? ¿He observado los mandamientos relativos a la confesión anual y a la comunión Pascual?
9) ¿Tengo, tal vez, otros dioses, con los cuales soy más cuidadoso o en cuales tengo más confianza que en Dios, como el dinero, supersticiones, espiritismo y otras prácticas mágicas?
FRENTE AL PRÓJIMO
10) ¿Abuso de mis hermanos utilizándolos para mis fines o actuando con ellos de una manera que no quisiera para mí? ¿He escandalizado con malas palabras o con malas acciones?
11) En la vida familiar: Hijo o hija. ¿He obedecido a mis padres, los he honrado o ayudado en sus necesidades espirituales o materiales?
Padre. ¿He sido cuidadoso con la instrucción y la educación cristiana de mis hijos, de ayudarlos con mi buen ejemplo y por el ejercicio de mi autoridad?
Esposo. ¿He sido fiel de corazón y de conducta?
12) ¿Reparto mis bienes con aquellos que son más pobres que yo? ¿He defendido, en tanto me fuera posible, a los oprimidos, y ayudado a quienes se encuentran en la miseria? ¿He despreciado a los débiles, a los ancianos, o a los extranjeros?
13) ¿Recuerdo la misión recibida en la confirmación? ¿He participado en la vida de mi parroquia, en las obras de apostolado y de caridad de la Iglesia? ¿He acudido en auxilio de sus necesidades? ¿He rezado por la unión de todos dentro de unidad de la Iglesia, por la evangelización de los pueblos, por la paz y justicia entre ellos?
14) ¿Me preocupo del bien y de la prosperidad de la comunidad en la que vivo? ¿He promovido, especialmente, la honestidad de las costumbres, la concordia y la caridad? ¿He cumplido mis deberes cívicos (electorales)?. ¿He pagado mis impuestos?
15) ¿En mi ejercicio profesional he sudo justo, activo, honesto, y servicial? ¿He pagado un salario justo a mis obreros o empleados? ¿He cumplido las promesas y condiciones contractuales?
16) ¿He obedecido y respetado a las autoridades legítimas?
17) ¿Si tuve una responsabilidad o ejercí alguna autoridad, lo hice con espíritu de servicio y por el bien de los otros?
18) ¿He causado daño al prójimo y he sido injusto con él por juicios o teniendo sospechas temerarias, con maledicencias, calumnias o violación de secretos?
19) ¿He violado la integridad física, la vida, la reputación, el honor del prójimo? ¿He dañado o me he apropiado de sus bienes? ¿He sugerido, persuadido o procurado un aborto? ¿Odio a alguien? ¿Estoy alejado del resto por riñas, insultos, cólera o enemistad? ¿He sido culpable de negarme a dar testimonio de la inocencia del prójimo?
20) ¿He deseado de manera injusta o desordenada el bien ajeno o lo he robado? ¿He dañado a sus propietarios? ¿He sido cuidadoso en restituir el bien ajeno y en reparar el perjuicio causado?
21) Si mis derechos fueron vulnerados, ¿he estado listo al perdón, a la reconciliación y a la paz, por amor a Cristo, o he conservado voluntariamente el odio y el deseo de venganza?
III CRISTO, EL SEÑOR HA DICHO: “AMA A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO”
22) ¿Cuál ha sido la orientación fundamental de mi vida? ¿He sido animado por la esperanza de la vida eterna? ¿He tenido cuidado de progresar en la vida espiritual mediante la oración, por le lectura y la meditación de la Palabra de Dios, por la participación en los Sacramentos, y por la penitencia? ¿He tenido cuidado de dominar mis inclinaciones y pasiones malas, mis vicios como la envidia, la glotonería, el alcoholismo, y la propensión a las drogas? ¿O aquellas como la vanidad y el orgullo? ¿Me he exaltado frente a Dios? ¿He despreciado al prójimo? ¿Me he considerado superior en todo frente a los otros? ¿He querido imponerles mi voluntad, ignorando sus derechos y su libertad?
23) ¿He empleado los dones recibidos de Dios (“los talentos”), como el tiempo y la fuerza, para perfeccionarme a mí mismo? ¿He sido perezoso?
24) ¿He soportado con paciencia las contradicciones, penas y dolores? ¿He observado la ley del ayuno y de la abstinencia (miércoles de ceniza para el primero y los viernes de cuaresma para la segunda? ¿He observado la ley divina de la penitencia cada viernes (haciendo el Vía Crucis, por ejemplo)?.
25) ¿He conservado mis sentidos y todo mi cuerpo en el pudor y la castidad? ¿He recordado que mi cuerpo (por el bautismo) es un templo del Espíritu, destinado a la resurrección gloriosa? ¿He manchado mi carne con malos pensamientos, malas palabras y malos deseos; por miradas o actos indignos e impuros? ¿He buscado o aceptado lecturas, conversaciones y espectáculos contrarios a la castidad? ¿He inducido a los otros al pecado? ¿He observado la ley moral en la práctica matrimonial?
26) ¿He actuado contra mi conciencia por temor o hipocresía?
27) ¿Soy esclavo de tal o cual pasión?
APÉNDICE I
Todo pecado grave debe ser acusado en número y especie: por ejemplo, “he pecado cinco veces de desear impuramente a una persona casada, o “he faltado tres veces a la Misa dominical sin justificación seria”.
APÉNDICE II
Complemento a las preguntas 12, 14 y 15 a la luz del examen de conciencia social propuesto por BERTRAND DE MARGERIE SJ. En SACREMENTS ET DEVELOPPEMENT INTÉGRAL (Paris, Téqui, 1977, cap. IV).
28) ¿Tengo la costumbre de hacer mi propia contabilidad? ¿He rendido cuentas a mí mismo, a los otros y a Dios del uso del dinero?
29) ¿He tomado en cuenta, en mis inversiones, las necesidades urgentes de los países subdesarrollados o de los sectores menos desarrollados de la economía nacional?
30) ¿Me he embolsado mis dividendos sin preguntarme si lesionaban o no los derechos de terceros)? ¿No Tengo -en este caso- la obligación de restituir a los terceros en la medida de la violación de sus derechos? ¿He pensado en unirme a otros accionistas para defender, en las asambleas generales, a los obreros de la empresa y a los consumidores?
31) ¿Soy miembro de una organización profesional?
32) ¿Que he hecho, que hago o qué puedo hacer para transformar mi medio profesional en una verdadera comunidad de personas?
33) Si mis empleados son padres y madres de familia, ¿reciben - en la medida de lo posible- un salario familiar?
34) ¿Tengo la costumbre de consultar (mediante un mecanismo previamente dispuesto) a los obreros de mi empresa respecto de los problemas de su gestión, con el fin de que tengan voz en el asunto y de que tomen conciencia de participar en mis responsabilidades?
(Estas preguntas están inspiradas en recientes encíclicas sociales de los Papas)
Traducido del francés por José Gálvez Krüger
ACI Prensa