Dr. Luis E. Ráez
La última semana de diciembre del 2002 escuchamos sin sorpresa el anuncio del pseudogrupo científico llamado "Clonaid", que pertenece a la secta "Raelian" de Canadá, de que habían clonado el primer ser humano fuera de Estados Unidos y que el bebé estaría llegando con su madre en estos días para probar el hecho. Este anuncio, viniendo de una organización de dudoso proceder científico, no fue tomado seriamente por nadie en la comunidad médica americana o extranjera. Incluso los partidarios de la clonación, como los controversiales doctores Antinori de Italia y Zavos de Estados Unidos, expresaron sus dudas. Como era de esperarse, ahora en los primeros días de enero del 2003, el fundador de la secta llamado Rael (que es un ex-periodista francés) dijo luego que no revelarían la identidad del bebé o la familia, y que no permitirían que se hagan los estudios necesarios para probar que la clonación fue verdadera. Además de ello anunciaron el nacimiento del segundo bebé presuntamente clonado en Holanda.
Para los que no están familiarizados con la clonación podemos decir brevemente que consiste en tomar un núcleo de una célula de cualquier parte del cuerpo de un adulto (que tiene todo el patrimonio genético de un ser humano) y ponerla dentro de un óvulo materno al que se le ha sacado el núcleo. Es así que el núcleo de la célula madura "ordenará" a la célula primitiva la formación de un embrión, y éste será depositado en el útero de la madre. Esto se logró ya con la noticia dada en la revista Nature del nacimiento de la oveja "Dolly", llevado a cabo por científicos escoceses en 1997.
La clonación tiene muchos partidarios que en forma irresponsable la apoyan sin medir las consecuencias. Estos partidarios van desde los frívolos que quieren "ver" a gente famosa vivir de nuevo, hasta los que creen que clonando embriones humanos podemos sacarles células estaminales u órganos para salvar a otros seres humanos (con la inevitable muerte del embrión). Pero los partidarios de la clonación no acaban de entender que aún con la tecnología necesaria (que no existe todavía), si clonásemos seres humanos, éstos tendrían todos los derechos como los demás seres humanos, por lo que deberían tener total independencia de sus promotores, cosa que contradice el sentido de su creación, pues fueron hechos para un fin.
El problema con los Raelianos va mas allá de que sean mentirosos o no (ya que probablemente lo son), y que manipulen la verdad sobre la clonación, ya que ellos no pasan de ser una pseudosecta desconocida que busca llamar la atención (entre otras cosas dicen que la vida a la tierra llegó por extraterrestres que se entrevistaron ya con el fundador y están interesados en promover la clonación como parte de su culto). El peligro está en que con estas noticias y sensacionalismo, reviven el debate en favor de la clonación. Una de las principales razones científicas por las que no se debe clonar un ser humano, como lo ha certificado la Academia de Ciencias de Estados Unidos el año pasado, es que con la tecnología actual se necesitarían cientos de intentos antes de tener éxito, con la consecuente muerte de todos los embriones humanos usados. Por poner un ejemplo, para clonar a la oveja "Dolly" se necesitaron mas de 270 intentos. En el caso de los seres humanos, se trata del número de vidas inocentes que se perderían experimentando contra la dignidad y la vida de los mismos. El presidente de Estados Unidos George Bush ya se ha pronunciado en contra de este tipo de investigaciones por ser inmorales y motivadas por intereses de la empresa privada. El congreso estadounidense por mayoría aprobó, en agosto del 2002, un proyecto de ley por el cual se prohíbe la clonación humana de cualquier tipo, pero no ha sido ratificado aun por el senado. La mayoría de los países europeos ya se pronunció en contra de la clonación hace tiempo. Afortunadamente el 78% de los americanos hoy en día se opone a la clonación, según una encuesta de la cadena CNN. Pero todo estos anuncios de "progreso" en la clonación son mentiras y la propaganda a favor de ella podría hacer fácilmente cambiar de opinión a la gente.
Lo más importante, sin embargo, para los cristianos es el problema moral. La experimentación con embriones humanos, así sea en el estadio de ‘algunas" o "muchas" células, es siempre inmoral y es un atentado contra la vida de esos seres humanos indefensos. Asimismo, uno de los puntos que debe quedar muy claro, especialmente para los que tienen esperanzas en la cura de enfermedades con la producción de clones, es el hecho de que no existe actualmente forma de conseguir células estaminales u órganos para transplantes provenientes de un embrión humano clonado sin matarlo.
El Papa Juan Pablo II dijo al respecto del anuncio del primer bebé clonado que esto era evidencia de "una mentalidad brutal y de falta total de humanidad y ética". La Santa Sede ya se ha pronunciado condenando la clonación en otras ocasiones por las graves consecuencias contra la dignidad del ser humano, ya que no solamente se está manipulando al embrión, sino que se está matando a embriones con estos experimentos. La Iglesia Católica, en la "Instrucción Donum Vitae sobre el respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación", publicada en 1987, así como en otros documentos, establece claramente que la investigación médica debe renunciar a intervenir sobre embriones humanos vivos, a no ser que exista la certeza de que no se les causará daño y también menciona que la experimentación en embriones humanos es un claro atentado contra la vida y dignidad del ser humano.
El Dr. Luis E. Raez es Profesor Auxiliar de Medicina Clínica en la Sección de Hematología Clínica y Oncología Médica, Departamento de Medicina del Sylvester Comprehensive Cancer Center, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami.