XII Domingo Ordinario

junio 19, 2016

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Zacarías 12:10-11; 13:1

    12
    10»Sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de plegaria para que fijen en Mí la mirada. Por el que traspasaron, por él harán duelo con el llanto por el hijo único; se afligirán amargamente por él con el dolor por el primogénito.
    11»Aquel día será grande el duelo en Jerusalén, como el duelo de Hadad–Rimón en la vega de Meguido.
    13
    1»Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de Judá y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 63:2-6, 8-9

    2Oh Dios, Tú eres mi Dios, al alba te busco,
    mi alma tiene sed de Ti, por Ti mi carne desfallece, en tierra desierta y seca, sin agua.
    3Por eso te contemplo en el Santuario,
    para ver tu poder y tu gloria
    4Tu misericordia vale más que la vida,
    mis labios te alabarán.
    5Así, te bendeciré toda mi vida,
    a tu Nombre alzaré mis manos.
    6Como de enjundia y de grosura
    se saciará mi alma, y con labios jubilosos te alabará mi boca.
    8porque Tú eres mi socorro,
    canto gozoso a la sombra de tus alas.
    9A Ti se aferra mi alma,
    tu diestra me sostiene.

  • Segunda Lectura

    Gálatas 3:26-29

    26En efecto, todos sois hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús.
    27Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo.
    28Ya no hay diferencia entre judío y griego, ni entre esclavo y libre, ni entre varón y mujer, porque todos vosotros sois uno solo en Cristo Jesús.
    29Si vosotros sois de Cristo, sois también descendencia de Abrahán, herederos según la promesa.

  • Evangelio

    Lucas 9:18-24

    18Cuando estaba haciendo oración a solas, y se encontraban con él los discípulos, les preguntó:
    —¿Quién dicen las gentes que soy yo?
    19Ellos respondieron:
    —Juan el Bautista. Pero otros que Elías, y otros que ha resucitado uno de los antiguos profetas.
    20Pero él les dijo:
    —Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Respondió Pedro: —El Cristo de Dios.
    21Pero él les amonestó y les ordenó que no dijeran esto a nadie.
    22Y añadió que el Hijo del Hombre debía padecer mucho y ser rechazado por causa de los ancianos, de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y ser llevado a la muerte y resucitar al tercer día.
    23Y les decía a todos:
    —Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz cada día, y que me siga.
    24Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí, ése la salvará.