Santa Margarita María Alacoque, Virgen (Memoria Libre)

octubre 16, 2025

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Romanos 3:21-30

    21Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado, atestiguada por la ley y los profetas, 22justicia de Dios por la fe en Jesucristo, para todos los que creen - pues no hay diferencia alguna; 23todos pecaron y están privados de la gloria de Dios - 24y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, 25a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, habiendo pasado por alto los pecados cometidos anteriormente, 26en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el tiempo presente, para ser él justo y justificador del que cree en Jesús. 27¿Dónde está, entonces, el derecho a gloriarse? Queda eliminado.!? Por qué ley? ¿Por la de las obras? No. Por la ley de la fe. 28Porque pensamos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley. 29¿Acaso Dios lo es únicamente de los judíos y no también de los gentiles? ¡Sí, por cierto!, también de los gentiles; 30porque no hay más que un solo Dios, que justificará a los circuncisos en virtud de la fe y a los incircuncisos por medio de la fe.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 130:1-6

    1Canción de las subidas. Desde lo más profundos grito a ti, Yahveh: 2¡Señor, escucha mi clamor! ¡Estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas! 3Si en cuenta tomas las culpas, oh Yahveh, ¿quién, Señor, resistirá? 4Mas el perdón se halla junto a ti, para que seas temido. 5Yo espero en Yahveh, mi alma espera en su palabra; 6mi alma aguarda al Señor más que los centinelas la aurora; mas que los centinelas la aurora,

  • Evangelio

    Lucas 11:47-54

    47«¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! 48Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis. 49«Por eso dijo la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán, 50para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, 51desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. 52«¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido.» 53Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, 54buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.

  • Primera Lectura

    Efesios 3:14-19

    14Por eso doblo mis rodillas ante el Padre, 15de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra, 16para que os conceda, según la riqueza de su gloria, que seáis fortalecidos por la acción de su Espíritu en el hombre interior, 17que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, 18podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, 19y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 23:1-6

    1Salmo. De David. Yahveh es mi pastor, nada me falta. 2Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce, 3y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre. 4Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan. 5Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa. 6Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.

  • Evangelio

    Mateo 11:25-30

    25En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. 26Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. 27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. 29Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»