Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Eclesiástico 50:22-24
24Ahora, bendecid al Dios de todas las cosas,
que realiza hazañas en toda la tierra, que ha exaltado nuestros días desde el seno materno, y ha obrado con nosotros según su misericordia.25Que nos conceda la alegría del corazón
y se haga la paz, durante nuestros días, en Israel por los siglos.26Crea Israel. La misericordia de Dios esté con nosotros,
y nos rescate en nuestros días. -
Salmo Responsorial
Salmo 138:1-5
1De David.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque has escuchado las palabras de mi boca. Delante de los ángeles entonaré salmos para Ti.2Me postraré hacia tu Templo santo,
y daré gracias a tu Nombre por tu misericordia y tu fidelidad, porque has engrandecido tu promesa por encima de todo nombre.3El día en que te invoqué, Tú me escuchaste,
diste fuerza a mi alma.4Te alabarán, Señor, todos los reyes de la tierra,
cuando oigan las palabras de tu boca.5Y cantarán los caminos del Señor,
porque grande es la gloria del Señor; -
Segunda Lectura
1 Corintios 1:3-9
3gracia y paz a vosotros de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.4Doy continuamente gracias a mi Dios por vosotros, a causa de la gracia de Dios que os ha sido concedida en Cristo Jesús,5porque en él fuisteis enriquecidos en todo: en toda palabra y en toda ciencia,6de modo que el testimonio de Cristo se ha confirmado en vosotros,7y así no os falta ningún don, mientras esperáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.8Él os confirmará hasta el final, para que seáis hallados irreprochables el día de nuestro Señor Jesucristo.9Fiel es Dios, por quien fuisteis llamados a la unión con su Hijo Jesucristo, Señor nuestro. -
Evangelio
Lucas 17:11-19
11Al ir de camino a Jerusalén, atravesaba los confines de Samaría y Galilea;12y, cuando iba a entrar en un pueblo, le salieron al paso diez leprosos, que se detuvieron a distancia13y le dijeron gritando:
—¡Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros!14Al verlos, les dijo:
—Id y presentaos a los sacerdotes. Y mientras iban quedaron limpios.15Uno de ellos, al verse curado, se volvió glorificando a Dios a gritos,16y fue a postrarse a sus pies dándole gracias. Y éste era samaritano.17Ante lo cual dijo Jesús:
—¿No son diez los que han quedado limpios? Los otros nueve, ¿dónde están?18¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?19Y le dijo:
—Levántate y vete; tu fe te ha salvado.