XXXI Domingo Ordinario

noviembre 3, 2024

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Deuteronomio 6:2-6

    2a fin de que temas al Señor, tu Dios, y guardes todas sus leyes y mandamientos que yo te he ordenado, tú, tu hijo y el hijo de tu hijo, durante toda tu vida, y así se prolonguen tus días.
    3Escucha, pues, Israel, y esmérate en cumplir lo que te hará feliz y muy numeroso en una tierra que mana leche y miel, según te anunció el Señor, Dios de tus padres.
    4»Escucha, Israel: el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno.
    5»Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
    6»Que estas palabras que yo te dicto hoy estén en tu corazón.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 18:2-4, 47, 51

    2Y dijo:
    Yo te amo, Señor, fortaleza mía,
    3Señor, mi roca, mi fortaleza, mi libertador,
    mi Dios, mi peña donde me refugio, mi escudo, la fuerza de mi salvación, mi alcázar.
    4Invoco al Señor, digno de alabanza,
    y quedo a salvo de mis enemigos.
    47¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca!
    ¡Exaltado sea el Dios de mi salvación!
    51Él hace grandes las victorias de su rey
    y tiene misericordia de su Ungido, de David y su descendencia por siempre. 

  • Segunda Lectura

    Hebreos 7:23-28

    23Y si aquéllos eran constituidos sacerdotes en gran número, porque la muerte les impedía permanecer,
    24éste, al contrario, como vive para siempre, posee un sacerdocio perpetuo.
    25Por eso puede también salvar perfectamente a los que se acercan a Dios a través de él, ya que vive siempre para interceder por nosotros.
    26Nos convenía, en efecto, que el Sumo Sacerdote fuera santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y encumbrado por encima de los cielos;
    27que no tiene necesidad de ofrecer todos los días, como aquellos sumos sacerdotes, primero unas víctimas por sus propios pecados y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo de una vez para siempre cuando se ofreció él mismo.
    28Pues la Ley constituye sumos sacerdotes a unos hombres con debilidades, mientras que la palabra del juramento, que sucede a la Ley, hace al Hijo perfecto para siempre.

  • Evangelio

    Marcos 12:28-34

    28Se acercó uno de los escribas, que había oído la discusión y, al ver lo bien que les había respondido, le preguntó:
    —¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?
    29Jesús respondió:
    —El primero es: Escucha, Israel, el Señor Dios nuestro es el único Señor;
    30y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
    31El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
    32Y le dijo el escriba:
    —¡Bien, Maestro! Con verdad has dicho que Dios es uno solo y no hay otro fuera de Él;
    33y amarle con todo el corazón y con toda la inteligencia y con toda la fuerza, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios.
    34Viendo Jesús que le había respondido con sensatez, le dijo:
    —No estás lejos del Reino de Dios. Y ninguno se atrevía ya a hacerle preguntas.