XXVII Domingo Ordinario

octubre 6, 2024

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Génesis 2:18-24

    18Entonces dijo el Señor Dios:
    —No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda adecuada para él.
    19El Señor Dios formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, de modo que cada ser vivo tuviera el nombre que él le hubiera impuesto.
    20Y el hombre puso nombre a todos los ganados, a las aves del cielo y a todas las fieras del campo; pero para él no encontró una ayuda adecuada.
    21Entonces el Señor Dios infundió un profundo sueño al hombre y éste se durmió; tomó luego una de sus costillas y cerró el hueco con carne.
    22Y el Señor Dios, de la costilla que había tomado del hombre, formó una mujer y la presentó al hombre.
    23Entonces dijo el hombre:
    —Ésta sí es hueso de mis huesos, y carne de mi carne. Se la llamará mujer, porque del varón fue hecha.
    24Por eso, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 128:1-6

    1Canto de las subidas.
    Dichoso el que teme al Señor y anda por sus caminos.
    2Del trabajo de tus manos comerás;
    serás dichoso, y te irá bien.
    3Tu mujer será como viña fecunda
    paredes adentro de tu casa. Tus hijos, como brotes de olivos, en torno a tu mesa.
    4Pues así es bendecido
    el hombre que teme al Señor.
    5Que el Señor te bendiga desde Sión.
    Que veas el bienestar de Jerusalén todos los días de tu vida.
    6Que veas los hijos de tus hijos.
    ¡Paz a Israel! 

  • Segunda Lectura

    Hebreos 2:9-11

    9En cambio, a aquel que fue hecho por un momento inferior a los ángeles, a Jesús, le vemos coronado de gloria y honor a causa de la muerte padecida. De modo que, por gracia de Dios, experimentó la muerte en beneficio de todos.
    10Porque convenía que Aquel para quien y por quien son todas las cosas, habiéndose propuesto llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase mediante los sufrimientos al que iba a llevarlos a la salvación.
    11Porque quien santifica y quienes son santificados vienen todos de uno solo; por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos,

  • Evangelio

    Marcos 10:2-16

    2Se acercaron entonces unos fariseos que le preguntaban, para tentarle, si le es lícito al marido repudiar a la mujer.
    3Él les respondió:
    —¿Qué os mandó Moisés?
    4—Moisés permitió escribir el libelo de repudio y despedirla —dijeron ellos.
    5Pero Jesús les dijo:
    —Por la dureza de vuestro corazón os escribió este precepto.
    6Pero en el principio de la creación los hizo hombre y mujer.
    7Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer,
    8y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne.
    9Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
    10Una vez en la casa, sus discípulos volvieron a preguntarle sobre esto.
    11Y les dijo:
    —Cualquiera que repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla;
    12y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.
    13Le presentaban unos niños para que los tomara en sus brazos; pero los discípulos les reñían.
    14Al verlo Jesús se enfadó y les dijo:
    —Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el Reino de Dios.
    15En verdad os digo: quien no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él.
    16Y abrazándolos, los bendecía imponiéndoles las manos.

    OR

    Marcos 10:2-12

    2Se acercaron entonces unos fariseos que le preguntaban, para tentarle, si le es lícito al marido repudiar a la mujer.
    3Él les respondió:
    —¿Qué os mandó Moisés?
    4—Moisés permitió escribir el libelo de repudio y despedirla —dijeron ellos.
    5Pero Jesús les dijo:
    —Por la dureza de vuestro corazón os escribió este precepto.
    6Pero en el principio de la creación los hizo hombre y mujer.
    7Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer,
    8y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne.
    9Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
    10Una vez en la casa, sus discípulos volvieron a preguntarle sobre esto.
    11Y les dijo:
    —Cualquiera que repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla;
    12y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.