Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Proverbios 9:1-6
1La sabiduría edificó su casa,
asentó sus siete columnas;2inmoló sus víctimas, mezcló su vino,
preparó su mesa.3Envió a sus criadas, y clama
desde la altura que domina la ciudad:4«Quien sea simple, venga acá».
Al falto de inteligencia le dice:5«Ven, come de mi pan,
y bebe del vino que he mezclado.6Deja la simpleza y vivirás,
avanza por los caminos del discernimiento». -
Salmo Responsorial
Salmo 34:2-7
2(Alef) Bendigo al Señor en todo tiempo;
su alabanza está en mi boca de continuo.3(Bet) Mi alma se gloría en el Señor;
que lo escuchen los humildes y se alegren.4(Guímel) Engrandeced conmigo al Señor;
ensalcemos juntos su Nombre.5(Dálet) Busqué al Señor y me ha escuchado,
me ha librado de todos mis temores.6(He) Miradle y brillaréis de gozo,
vuestros rostros no se avergonzarán.7(Záin) Cuando el pobre invoca, el Señor le escucha,
y lo salva de todas sus angustias. -
Segunda Lectura
Efesios 5:15-20
15Así pues, mirad con cuidado cómo vivís: no como necios, sino como sabios;16redimiendo el tiempo, porque los días son malos.17Por eso no os volváis insensatos, sino entended cuál es la voluntad del Señor.18Y no os embriaguéis con vino, que lleva a la lujuria; al contrario, llenaos del Espíritu,19hablando entre vosotros con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones,20dando gracias siempre por todas las cosas a Dios Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. -
Evangelio
Juan 6:51-58
51Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come este pan vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.52Los judíos se pusieron a discutir entre ellos:
—¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?53Jesús les dijo:
—En verdad, en verdad os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros.54El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día.55Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.56El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.57Igual que el Padre que me envió vive y yo vivo por el Padre, así, aquel que me come vivirá por mí.58Éste es el pan que ha bajado del cielo, no como el que comieron los padres y murieron: quien come este pan vivirá eternamente.