Lecturas diarias:
-
Primera Lectura
Santiago 5:13-20
13¿Está triste alguno de vosotros? Que rece. ¿Está contento? Que cante salmos.14¿Está enfermo alguno de vosotros? Que llame a los presbíteros de la Iglesia, y que oren sobre él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.15Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor le hará levantarse, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados.16Así pues, confesaos unos a otros los pecados, y rezad unos por otros, para que seáis curados. La oración fervorosa del justo puede mucho.17Elías era un hombre de igual condición que nosotros; y rezó fervorosamente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses.18Después rezó de nuevo, y el cielo dio lluvia y la tierra germinó su fruto.19Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro le convierte,20sepa que quien convierte a un pecador de su extravío salvará su alma de la muerte y cubrirá sus muchos pecados. -
Salmo Responsorial
Salmo 141:1-3, 8
1Salmo. De David.
Señor, a Ti te invoco, ven de prisa, presta oídos a mi voz cuando te llamo.2Llegue mi plegaria a tu presencia como incienso,
la elevación de mis manos, como ofrenda de la tarde.3Pon, Señor, un centinela en mi boca,
un vigía a la puerta de mis labios.8Hacia Ti, Señor, Dios mío, miran mis ojos,
en ti busco refugio, no derrames mi vida. -
Evangelio
Marcos 10:13-16
13Le presentaban unos niños para que los tomara en sus brazos; pero los discípulos les reñían.14Al verlo Jesús se enfadó y les dijo:
—Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el Reino de Dios.15En verdad os digo: quien no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él.16Y abrazándolos, los bendecía imponiéndoles las manos.