Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Sabiduría 8:9-16
9Por eso decidí tomarla por compañera de mi vida,
consciente de que me sería buena consejera y consuelo en las preocupaciones y tristezas.10Gracias a ella conseguiré gloria ante la gente,
y honor de los ancianos, aun siendo joven.11En los juicios me encontrarán agudo,
y delante de los poderosos seré admirado.12Cuando yo calle, se quedarán esperando,
y cuando hable, me prestarán atención, y si me alargo hablando, se llevarán la mano a la boca.13Gracias a ella alcanzaré inmortalidad
y dejaré un recuerdo eterno a los que me sucedan.14Gobernaré pueblos, y se me someterán naciones.15Soberanos terribles oirán hablar de mí y me temerán;
con la gente me mostraré bueno, y en el combate, valiente.16Al volver a casa descansaré con ella,
pues no hay amargura en su convivencia, ni tedio en su compañía; al contrario, da alegría y contento.OR
2 Corintios 5:14-21
14Porque el amor de Cristo nos urge, persuadidos de que si uno murió por todos, en consecuencia todos murieron.15Y murió por todos a fin de que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.16De manera que desde ahora no conocemos a nadie según la carne; y si conocimos a Cristo según la carne, ahora ya no le conocemos así.17Por tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva criatura: lo viejo pasó, ya ha llegado lo nuevo.18Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió con él por medio de Cristo y nos confirió el ministerio de la reconciliación.19Porque en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo, sin imputarle sus delitos, y puso en nosotros la palabra de reconciliación.20Somos, pues, embajadores en nombre de Cristo, como si Dios os exhortase por medio de nosotros. En nombre de Cristo os rogamos: reconciliaos con Dios.21A él, que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que llegásemos a ser en él justicia de Dios. -
Salmo Responsorial
Salmo 67:2-5, 7-8
2Tenga Dios piedad de nosotros y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre nosotros.3Para que se conozca en la tierra tu camino,
tu salvación en todas las naciones.4¡Que te alaben los pueblos, oh Dios,
que todos los pueblos te alaben!5Que se alegren y te aclamen las naciones,
porque juzgas los pueblos con rectitud y diriges las naciones de la tierra.7La tierra ha dado su fruto:
Dios, nuestro Dios, nos bendice.8Que Dios nos bendiga
y que le teman todos los confines de la tierra. -
Evangelio
Lucas 9:1-6
1Convocó a los doce y les dio poder y potestad sobre todos los demonios, y para curar enfermedades.2Los envió a predicar el Reino de Dios y a sanar a los enfermos.3Y les dijo:
—No llevéis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni tengáis dos túnicas.4En cualquier casa que entréis, quedaos allí hasta que de allí os vayáis.5Y si nadie os acoge, al salir de aquella ciudad, sacudíos el polvo de los pies en testimonio contra ellos.6Se marcharon y pasaban por las aldeas evangelizando y curando por todas partes.