Lecturas diarias:
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Primera Lectura
I Juan 3:13-18
13No os extrañéis, hermanos, si el mundo os aborrece. 14Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte. 15Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él. 16En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos. 17Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? 18Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad. -
Salmo Responsorial
Salmo 116:10-13, 16-17
10¡Tengo fe, aún cuando digo: «Muy desdichado soy»!, 11yo que he dicho en mi consternación: «Todo hombre es mentiroso». 12¿Cómo a Yahveh podré pagar todo el bien que me ha hecho? 13La copa de salvación levantaré, e invocaré el nombre de Yahveh. 16¡Ah, Yahveh, yo soy tu siervo, tu siervo, el hijo de tu esclava, tú has soltado mis cadenas! 17Sacrificio te ofreceré de acción de gracias, e invocaré el nombre de Yahveh. -
Evangelio
Juan 15:12-17
12Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. 13Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. 14Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. 16No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. 17Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.»