Estambul
Estambul es la única ciudad del mundo que se asienta sobre dos continentes: Europa y Asia. En ella convergen las civilizaciones del Oriente y del Occidente. Es esta enorme riqueza y diversidad cultural lo que más fascina al visitante de Estambul.
Estambul está situada a lo largo del estrecho del Bósforo, que une el mar de Mármara y el mar Negro y que separa la parte asiática de la europea. Un canal de siete kilómetros, el llamado Cuerno de Oro, divide en dos la parte europea de la ciudad.
Debido a su situación estratégica entre Asia y Europa, Estambul ha tenido a lo largo de la historia una gran importancia geopolítica y ha sufrido en más de una ocasión el dominio de otros estados que querían ejercer su influencia en esta zona.
En honor a su fundador, la ciudad fue bautizada como Bizancio. Posteriormente, después de varios monumentos importantes construidos durante el reinado del emperador Constantino el Grande, la ciudad pasó a llamarse Constantinopla: la ciudad de Constantino. Tras la conquista por parte de los otomanos, se convirtió en Estambul, llegando a ser una de las ciudades más grandes y pobladas de Europa. Comprende un área de 7.500 Km2, con una longitud aproximada de 150 kilómetros.
Historia de Estambul
Las primeras huellas de asentamientos cerca de Estambul se encuentran en la parte asiática y datan de la era Neolítica. El primer asentamiento alrededor de Topkapı data de la Edad de Bronce. En el año 680 a.C. los Megaraños que huyeron de la persecución de los Dóricos fundaron la ciudad de Calcedonia en la parte asiática. En el año 660 a.C. los colonizadores de Megara, encabezados por Byzas, establecieron el primer gran asentamiento en la parte europea, frente a las ciudades de la parte asiática, actualmente en la península histórica, en la zona denominada Sarayburnu. Byzas en poco tiempo se extiende y enriquece por su extraordinaria situación geográfica y su puerto natural muy apropiado para el comercio. En el año 513 a.C. pasó a ser dominio persa, en el 407 a.C. cayó bajo el poder de Atenas, y en el 405 a.C. pasó a manos de Esparta. En el año 227 a.C. los galos que vienen de Europa se establecen en la parte asiática de la ciudad. Después vino Roma, el Imperio, en el 146 a.C., llega a un acuerdo que se garantiza la protección militar de la ciudad. El emperador romano Séptimo Severo anexionó la ciudad al Imperio Romano. Pero es el emperador Constantino quien, después de realizar varias construcciones importantes en la ciudad, la bautizó como Constantinopla (la ciudad de Constantino). El 11 de mayo del año 330, con una gran ceremonia, anunció al mundo que se convertía en la segunda capital del Imperio Romano. Comienza entonces la construcción de una gran muralla alrededor de la ciudad. Constantino, influenciado por su madre, ferviente cristiana, se convierte al cristianismo que, gracias a sus esfuerzos, se extiende por la ciudad, llegando a ser la religión oficial en el año 391 a .c.
Tras la muerte del emperador Theodosio en el año 395, el Imperio Romano se divide y Constantinopla se convierte en la capital del Imperio Romano de Oriente, Bizancio.
A principios del siglo V se construyeron las murallas de la ciudad que hoy en día todavía está en pie. Mientras el Imperio Romano de Oriente se fortalecía, el de Occidente, hacia el año 476 ya era historia. Con el emperador Justiniano se construyeron nuevos monumentos en la ciudad, entre los que destaca la Basílica de Santa Sofía. Bajo el dominio bizantino es una de las épocas más brillantes para la ciudad. Desde el año 666 hasta el 870 los árabes asediaron la ciudad en ocho ocasiones intentando conquistarla infructuosamente.
A principios del siglo XI, por los desacuerdos entre cristianos católicos y ortodoxos, Constantinopla pasa a ser la sede de la iglesia ortodoxa. En el año 1096 la primera cruzada pasa por la ciudad sin dañarla.
Entre los siglos XI y XII, los genoveses y los venecianos dominan el comercio de la zona, sobre todo en la parte de Galata.
Al contrario de lo que había sucedido con la primera, en la cuarta cruzada, en el año 1204, la ciudad es invadida y saqueada por los cruzados. Y apenas unos años más tarde, en el 1261, Constantinopla pasa de nuevo a manos de los griegos, fundándose entonces la dinastía de los Paleólogos.
A finales del siglo XIV los Otomanos empiezan los asedios. La ciudad fue asediada en el año 1395 por Beyazıt I y Murat II. Finalmente fue conquistada por el ejército Otomano bajo la dirección del Sultán Mehmet II en el año 1453. Desde entonces, la ciudad pasó a llamase Estambul, convirtiéndose en la tercera capital de los otomanos después de Bursa y Edirne. Tras la conquista de Egipto, en el año 1517, los otomanos trasladaron el califato a Estambul.
Durante los siglos XVI y XVIII, en la ciudad se construyeron mezquitas, madrazas y palacios.
En el siglo XIX, la ciudad se quiere europea y se observa una decadencia de la arquitectura otomana mientras florece el estilo barroco y rococó.
Durante la Primera Guerra Mundial, la noche del 15 de marzo de 1919 los aliados ocuparon la ciudad. Tras la Guerra de la Independencia, después de la disolución del califato y del sultanato se proclama la República y el 13 de octubre de 1923 Ankara se convierte en la capital de la nueva República. Estambul, a pesar de haber perdido la capitalidad del Estado, ha seguido creciendo muy rápidamente, y se ha mantenido como el verdadero centro comercial e industrial del país. Su población también continúa aumentado sobre todo por el gran porcentaje de inmigración rural que llega cada año a la ciudad. En los últimos veinte años, Estambul, con sus importantes centros comerciales, culturales y modernas autovías, se ha convertido en una gran metrópolis moderna.
Museo de Santa Sofía
La Basílica de Santa Sofía, actualmente denominada Museo Ayasofya es, sin duda, la obra más grande y sagrada de la época Bizantina.
Hoy en día es visitada como museo por numerosos turistas que contemplan maravillados esta gran obra maestra. Aya Sofia fue utilizada como iglesia durante 916 años, desde su construcción en el año 537 hasta el día de la conquista de Estambul en 1453. Desde esa fecha hasta 1934, se utilizó como mezquita. Para sacar a la luz los mosaicos bizantinos que habían sido recubiertos en el año 1750, después de una completa y costosa restauración por orden de Mustafa Kemal Atatük, fundador de la república Turca, en febrero de 1935 fue inaugurada como museo.
Santa Sofia tiene una gran importancia en la historia de la arquitectura por ser la primera construcción de base cuadrada de este tamaño que está cubierta por una cúpula central y dos pequeñas semicúpulas. Hoy en día, Santa Sofía es la cuarta iglesia con un área cubierta más grande del mundo, después de S. Pablo en Londres, S. Pedro en Roma y el Duomo en Milán. El nombre de Aya Sofía (sabiduría sagrada) es uno de los tres títulos dedicados a Dios. Estos tres títulos son: Aya Sofia (sabiduría sagrada), Aya Irene (Sagrada quietud, paz) y Aya Dinamis (poder sagrado).