Respecto a la Fundación del Santuario, cuenta una Antigua leyenda que el Abad Otker, del Monasterio de San Lamberto envió hacia el año de 1157 a un monje de nombre Magno a la región de Mariazell, que pertenecía al territorio propiedad del Monasterio. A aquel monje se le encargó cuidar espiritualmente de los pobladores del lugar. Con autorización del Abad, llevó durante el viaje una estatua suya de la Virgen María con el Niño, tallada en madera de tilo. Al atardecer del 21 de diciembre un gran bloque de piedra le bloqueó el camino y le impedía llegar a su destino. Magno se volvió hacia la Virgen implorando su auxilio, con lo cual la roca se partió dejando libre el camino. Llegado a su destino, colocó el monje la estatua sobre un pedazo de tronco y comenzó la construcción de una celda a su alrededor, que serviría como capillita y al mismo tiempo como refugio. Así, la imagen de María en la celda (Mariazell) dio origen al nombre del lugar.
Magna Mater Austriae, la gran Madre de Austria. |
La piedad mariana hacia la imagen fue cada vez mayor, con lo que su fama fue también en aumento, al punto de ser reconocida y honrada hasta nuestros días como la Magna Mater Austriae, la gran Madre de Austria.
Página oficial de la Basílica Mariazell (Alemán)
Historia de la Basílica de Mariazell |
El 8 de septiembre de 2007 durante su viaje apostólico a Austria, el Papa Benedicto XVI visitará el Santuario Mariano de Mariazell. Con Viena y el Monasterio de Heiligenkreuz, el Santuario será el tercer lugar que visitará en Austria. El Santo Padre con su visita se unirá s los peregrinos que han venerado a la Madre de Dios en este lugar desde hace 850 años.
En su larga historia, Mariazell, que es el Santuario Mariano más importante de Austria, siempre ha atraído a peregrinos de Europa central. Actualmente, este pequeños pueblos de 2000 habitantes recibe cada año más de un millón de peregrinos y visitantes. En todas direcciones bajo el cielo, los caminos y las trochas llevan desde las montañas hasta este lugar santo. Mariazell se ubica en la zona noreste de Steiermark (Obersteiermark), cerca a la frontera con la baja Austria (Niederösterreich) - a unos 160 km de Viena. El Santuario Mariano es la última estación del Mariazellerbahn, una ruta de tren de unos 85 km que se inicia en St. Pölten y termina en Mariazell. La vía férrea, completada en 1907, asciende unos 700 metros y demuestra que en el siglo XIX, Mariazell fue uno de los lugares más visitados en el Imperio Austro-húngaro. En aquellos días, no habían problemas para que los peregrinos llegaran a la Madre de Dios en Mariazell. Sin embargo, es cierto que Mariazell descansa en las montañas. Las principales carreteras pasan por Mariazell. Aún hoy visitar este Santuario demanda amor por María y una decisión consciente.
Mariazell celebra este año su jubileo 850 desde que fuera establecido. Pocos santuarios en Europa tiene tan larga historia. Así es cómo este Santuario comenzó sus días: en el años 1157 el Abad Otker del Monasterio Benedictino de St. Lambrecht envió a uno de sus monjes, Magnus, al área de Mariazell, tierra que en ese entonces le pertenecía al Monasterio. El monje fue a ese lugar a cuidar de las almas de las personas de la zona. Con el permiso del Abad, Magnus llevó consigo durante el largo recorrido su imagen hecha de madera y cal de la Virgen María y el Niño. En la noche del 21 de diciembre mientras se acercaba a su destino, encontró el camino bloqueado por una gran roca. Magnus oró a la Bendita Madre por ayuda, la roca se abrió y dejó el camino libre. Al llegar a su destino, el monje colocó la imagen en un árbol y comenzó a construir una “celda”, que le serviría de capilla y refugio. María en la Celda le dio el nombre a este lugar. El memorable día del 21 de diciembre de 1157, el día en el que el monje Magnus y la Virgen María llegaron a Mariazell, está mencionado en un documento del Papa Adriano IV (1100 – 1159, el único Papa inglés). La estatua de la Madre de Dios y el Niño se convirtió en la famosa imagen, todavía venerada hoy como la "Magna Mater Austriae", Gran Madre de Austria.
Part 2 – La milagrosa imagen de Mariazell
La milagrosa imagen es una figura de madera 48 cm de alto. Nuestra Señora está sentada, con la mano derecha sostiene al Niño cerca de ella y con la mano izquierda le ofrece una pera, mientras que el Niño le ofrece una manzana. Tal vez la estatua inspiró a Rupert von Deutz (cerca 1075 - 1129/30) quien, en la historia de salvación, vio a Eva relacionada con María y las frutas como representaciones del pecado y la redención. En su comentario del Cantar de los Cantares escribe: „Que Él entre en mi jardín y coma de los frutos de mis árboles; no como Eva invitó a su compañero invito a mi Amado. Ella invitó a su compañero a comer la manzana que no poseía, y un fruto desconocido y prohibido. Invito a mi Amado a comer de los frutos no de árboles desconocidos sino de sus propios frutos, el fruto a que él se refiere cuando dice: mi comida es hacer la voluntad de mi Padre.“ Entonces el fruto que María ofrece al Niños no es un fruto desconocido y prohibido que lleva al pecado, sino que es fruto de sus propio árboles: la pera es símbolo de la voluntad del Padre. Y el Niño ofrece una manzana, símbolo de la caída, redimida por Él, una súplica de redención.
La Imagen de la Madre de Dios solo puede ser vista tres veces en el años: el Viernes Santo, en el cumpleaños de Nuestra Señora (8 de septiembre) y el día de la fundación (21 de diciembre). El resto del año la Madre de Dios está revestida con un rico vestido del mismo color del tiempo litúrgico del año, con frecuencia adornado con un precioso lazo, piedras y perlas. Marienkleider (Vestidos Marianos), también llamados Liebfrauenkleider (Los vestidos de Nuestra Señora), usualmente cosidos pr las damas de la nobleza, han adornado este milagrosa estatua desde el año 1500. Algunos han sido cosidos a manos por los benefactores en un material precioso tomado con frecuencia de sus vestidos de matrimonio. Con frecuencia las mujeres son movidas por el deseo de estar en contacto cercano con la estatua. La mayoría de los ornamentos usados hoy fueron hechos y ofrecidos en los siglos XIX y XX. La imagen también tiene algunas coronas votivas, una para Nuestra Señora y una más pequeña para el Niño Jesús. En 1908 la estatua fue solemnemente coronada con una tiara bendecida por el Papa San Pío X, que fue donada por el Primado de Hungría, Cardenal Alexander Rudnay (1760 – 1831). Entre las coronas votivas más recientes se encuentran dos que fueron donadas por Otto y Regina von Hapsburg.
Part 3 – La celda se convierte en Santuario para Eslavos y Húngaros
Los primeros peregrinos famosos que visitaron Mariazell fueron Margrave Vladislav Henry de Moravia (1160 – 1222) y su novia. San Wenceslao les ordenó ir a Mariazell y fueron curados de una seria forma de gota. Como acto de agradecimiento en 1200 Margrave hizo construir una capilla de estilo romance alrededor de la Celda. Una placa sobre la puerta principal recuerda que el año en que se construyó fue el 1200. Entonces fue Margrave de Moravia quien construyó la primera iglesia para Nuestra Señora de Mariazell con el título de Mater Gentium Slavorum (Madre de los Pueblos Eslavos) y proclamó el mensaje de su milagrosa ayuda a todas las regiones eslavas.
El periodos gótico dejó también su marca: en 1340 se construyó el coro gótico, en 1360 el espléndido templo con tres naves. La construcción de la iglesia gótica se conecta al rey Luis I Hungría (1326 – 1382). Él contribuyó grandemente a la fama interregional de Mariazell. Una vez más un corazón agradecido honraba a la Madre de Dios. El Rey Luis venció en 1365, en el nombre de la Madre de Dios, a un ejército numéricamente superior. De acuerdo a la leyenda la noche anterior a la batalla, él oró en frente al precioso ícono mariano. A la mañana siguiente se despertó y encontró el ícono en su pecho. Se preparó para la batalla y triunfó en el nombre de María. Como acto de agradecimiento fue en peregrinaje a Mariazell y dejó allí su milagroso ícono que todavía se encuentra en el altar del erario. Al Rey Luis le debemos esta milagrosa capilla construida en 1370. Mariazell, con su rey, comenzó a ser amada por la gente de Hungría que veneraba a María como su Magna Hungarorum Domina (Gran Dama de Hungría): con el paso del tiempo el Santuario Mariano se convirtió en el destino más importantes para los peregrinos húngaros. Sin Santuario que pudiera compararse, el milagroso Mariazell es un punto de referencia para los pueblos católicos de Europa central y del este. Los dos príncipes –el eslavo Vladislav Henry y el húngaro Luis I– están representados en figuras de tamaño real que saludan a los peregrinos desde las puertas góticas. El lugar es el corazón espiritual de los pueblos católicos de la región del Danubio. La historia de las peregrinaciones a Mariazell es parte de la historia del Occidente cristiano.
Part 4 – Mariazell en el periódos de la Contrarreforma Católica
De la construcción gótica restan la torre central y la nave, modificadas en estilo barroco. Toda la iglesia sufrió un cambio significativo: El catolicismo, fortalecido luego de la contrarreforma, y la devoción popular barroca, guiaron a numerosos peregrinos a Mariazell en el siglo XVII y Mariazell floreció como el Santuario Nacional de los soberanos Hapsburg quienes ponían no solo su propio destino sino también el de la tierra y su gente bajo la protección de Nuestra Señora de Mariazell. Muchos regalos significativos fueron ofrecidos por la casa imperial: las salidas del milagroso altar fueron un regalo de la Emperadora Maria-Teresa (1717 - 1780) quien con frecuencia iba con sus hijos a visitar Mariazell. El ejemplo de la familia real guió a las familias nobles y de clase media así como a los campesinos a peregrinar a Mariazell. La iglesia gótica no podía contener a tan grande número de peregrinos así que el Abad benedictino Pierin of Saint Lambrecht (1638 – 1662) decidió iniciar una expansión barroca que le dio a la iglesia su aspecto característico de los días presentes. Esto fue posible gracias al apoyo del Emperador Ferdinand III (1608-1657). Los planes para la reestructuración y la reconstrucción fueron del arquitecto del monasterio de St. Lambrecht Domenico Sciassia (1599/1603 - 1679). El trabajo en la expansión barroca comenzó en 1644 y duró 50 años bajo los abades benedictinos Pierin and Franz von Kaltenhausen (1662-1707). Los pilares góticos estaban cubiertos y las bóvedas estaban decoradas con estuco y frescos. Luego, una serie de capillas laterales con galerías salientes fueron añadidas. Con armonía, la vieja y la nueva se combinaron. Inicialmente Domenico Sciassia planeó estructurar la torre gótica central y tener una facha barroca con tres torres. Por el respeto y gran significado de Mariazell para los húngaros, el rey Luis I construyó la torre gótica, su plan se realizó y tenemos ahora las características de la fachada de Mariazell con la torre gótica en el centro, que es un símbolo indiscutible. La basílica de Mariazell es un ejemplo de la exitosa combinación de distintos estilos arquitectónicos y épocas artísticas que honran a Nuestra Señora y para la gloria de Dios.
El coro gótico del este tuvo que ser completamente demolido en 1654 para hacer espacio para la secuencia de espacios barrocos. Para la renovación de la Iglesia el arquitecto Domenico Sciassia y su comisionado el Abad tuvieron la inspiración de una visita a Roma. Esta inspiración los alentó a construir el domo más grande del norte de los Alpes (10 x 15,14 x 50 m). La milagrosa capilla con la estatua de la Bienaventurada Madre y el Niño está hoy en el mismo centro de la iglesia, del mismo modo que se aprecia en Einsiedeln y Loreto, construidos alrededor de la Virgen. La iglesia mide 84 metros de largo y 30 de ancho. Domenico Sciassia murió en 1679 en Mariazell cuatro años después de que su trabajo fuera completado. Fue enterrado en el lado sur de la nave. Con la consagración del altar principal el 31 de agosto de 1704 por parte del Abad Franz von Kaltenhausen del monasterio de St. Lambrecht, la renovación barroca de la basílica estaba completada Los artistas más famosos de ese entonces habían creado un interior con espléndido decorado y habían hecho de la iglesia una de las construcciones barrocas más hermosas del arte cristiano. La Magna Mater Austriae, la grandiosa y milagrosa Madre de Austria, es hoy todavía más que un símbolo de la inestimable fe cristiana. En 1907 la iglesia fue elevada al rango de basílica menor. A esto siguió la coronación papal de la milagrosa imagen por parte del Nuncio. Las peregrinaciones a Mariazell continuaron sin cesar. Mariazell es todavía uno de los santuarios marianos más importantes de Europa central. Con ocasión del 850° aniversario de su fundación en 2007, quince años de grandes trabajos de renovación se completaron gracias a la ayuda de generosas donaciones y benefactores. El santuario es ahora listo para recibir al Papa Benedicto XVI, ilustre visitante y peregrino.
Part 5 – Presente en épocas de desastre
Mariazell siempre ha compartido el destino e historia de la gente y la nación. En 1420 los turcos avanzaron desde el este llegando hasta Mariazell por primera vez, incendiando la ciudad y la iglesia. En 1532 una vez más tropas turcas llegaron a Mariazell e incendiaron una gran cantidad de casas. En 1683, el año que los turcos ocuparon Viena, enfrentando otra invasión turca la milagrosa estatua y el ícono en el erario donado por el Rey Luis de Hungría fueron llevados a St. Lambrecht, pero fueron retornados ese mismo año a su lugar de siempre.
La historia de este santuario de Europa central fue afectada por el espíritu de los tiempos. Un hecho duro de enfrentar fue el cierre del monasterio madre de St. Lambrecht desde 1786 hasta 1802 bajo el régimen del Kaiser Joseph II (1741-1790). De los 915 monasterios y conventos en la región alemana parlante cerrados en 1782, solo subsistieron 388. Los santuarios, tierras, capillas, abadías y monasterios y los muebles sagrados fueron asignados a la Fundación Religión para que sirvieran para propósitos educativos y sociales. Hasta entonces, el monasterio de St. Lambrecht mantuvo la propiedad de Mariazell y las tierras aledañas. La reforma iniciada por el Kaiser Joseph tuvo un efecto directo en Mariazell: las peregrinaciones inicialmente fueron detenidas y en poco tiempo prohibidas. Para la milagrosa imagen de Mariazell se prohibió el rito de vestirla, desde 1786 hasta 1797, cuando el veto fue levantado por el Kaiser Franz II (1768 – 1835). Sin embargo las cosas cambiaron. Desde 1796 en adelante, las personas comenzaron a ir de Viena a Mariazell. Lo que parecía ser inoportuno respecto al espíritu de los tiempo y que estaba contraviniendo leyes y prohibiciones, se convirtió en fuente de nueva vida. Así Mariazell se erige como símbolo de la Europa Cristiana contra los peligros de fuera (la amenaza de los turcos) y de adentro (la amenaza de el Iluminismo).
Mariazell no se salvó de los efectos de la guerra. Por ejemplo, el Santuario fue obligado por el Gobierno a entregar la plata que poseía para solventar la guerra contra Francia en 1800. Muchos trabajo artísticos fueron entregados. Durante la Primera Guerra Mundial se tuvieron que entregar los techos de cobre.
En el curso de la historia muchos desastres golpearon la ciudad y el Santuario: Con ocasión del gran incendio de 1827 que redujo toda la ciudad a escombros, la iglesia también fue seriamente afectada. El techo y las bases de tres torres fueron completamente destruidos y las campanas se fundieron. Sin embargo gran parte del interior de la iglesia se pudo salvar. Toda la monarquía contribuyó junta para el trabajo de reparación.
Part 7 – Un Santuario Internacional
La primera mención documentada de Zell data de 1243. Asimismo, varios documentos adicionales demuestran que Mariazell ya era entonces famoso: en 1330 la iglesia de Nuestra Señora de Zell aparecía en un certificado de indulgencia del Obispo de Salzburgo Frederick III como un santuario visitado frecuentemente. Ya en 1344 se le dieron derechos de mercado a la ciudad. Lo más importante para Mariazell fue el otorgamiento de la indulgencia plenaria realizada por el Papa Bonifacio IX en 1399. Se le otorgó en la semana siguiente a octava de la Fiesta de la Asunción y mostraba los ritos de penitencia y procesiones que eran retenidos incluso luego de la abolición de la indulgencia y están documentados hasta el periodo barroco. Mientras tanto, el flujo de peregrinos seguía creciendo.
Alrededor del 1400 habían ya dos docenas de lugares de venta de objetos devocionales y cien años más tarde Mariazell se convertiría en un Santuario internacional. Peregrinos de las regiones de Baviera, Bohemia, Francia, Italia, Croacia, Polonia, Alemania y Suiza, pero sobre todo de Austria y Hungría llegaban buscando la ayuda de la milagrosa Madre de Dios en Mariazell. Por el 1500, la documentación muestra que los peregrinos llegaban desde 16 países y tierras distintas. Este caracter multilingüe no ha cambiado. La disponibilidad de las guías y los confesores y muchos idiomas son una expresión de esta realidad.
La caída de la Cortina de Hierro permitió una vez más que los peregrinos de países del este y sur de Austria llegaran a Mariazell. En 1990 una peregrinación de “gracias y libertad” congregó a 25 mil personas en el Santuario, provenientes de los países de Europa del Este. El Santuario vivió un “histórico peregrinaje de los pueblos” el 24 de mayo de 2004: algunas semanas después del crecimiento de la Unión Europea, unos 100 mil peregrinos llegaron de Bosnia-Herzegovina, Croacia, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, República Checa, Hungría y Austria para celebrar en Mariazell el evento central del “Día Católico” de Europa Central. Mucho de la historia europea y austriaca ha estado y estará siempre conectado a Mariazell. El punto más importante de la historia de este Santuario es sin duda la visita del Papa Juan Pablo II el 13 de septiembre de 1983. Para los húngaros, una iglesia distante en un país con un idioma diferente, Mariazell ha sido también el santuario mariano más importante en los últimos 500 años.
Copias de la estatua de Nuestra Señora de Mariazell se encuentran en muchos lugares. Es prácticamente imposible hacer una lista de todos los lugares en donde se venera esta advocación. Hay imágenes en varias partes de Austria, en iglesias en países cercanos como Hungría, República Checa, Eslovaquia, Alemania y Polonia. En el tiempo del Imperio Austro-Húngaro cuando Mariazell era el santuario de la monarquía, se pedían muchas de sus imágenes. En esos tiempos las estatuas de madera o plata era producidas en distintos tamaños y por miles en Augsburgo y Eger.
Las casas de los monjes benedictinos, responsables durante siglos del santuario, siempre están abiertas y listas para acoger a las personas. Además, la Conferencia de Obispos Católicos de Austria, los obispos de Hungría y los de la República Checa han escogido este tradicional santuario para muchas de sus asambleas.
En el marco de la iniciativa de los “Santuarios de Europa”, Mariazell está unida desde 1996 a otros cinco santuarios marianos: Altötting (Alemania), Czestokowa (Polonia), Fátima (Portugal), Loreto (Italia) y Lourdes (Francia). Desde el 6 de mayo de 2002, Mariazell se ha unido estrechamente con Esztergom en Hungary, la sede episcopal del Cardenal Joseph Mindszenty cuya tumba está en la Basílica de Mariazell desde hace 16 años.
Part 8 – Dos peregrinos famosos en Mariazell
Desde 1975 hasta 1991 Mariazell preservó la tumba del Cardenal Joseph Mindszentys (1892 – 1975). Anteriormente reposaba en el entonces ya liberado Esztergom. Este Cardenal de Budapest fue, luego de 1945, el símbolo de la resistencia contra el comunismo en Hungría. Luego de un juicio público en 1949 que lo condenó a cadena perpetua y luego de la supresión de la revuelta húngara por la Fuerza Roja en 1956, se refugió en la embajada estadounidense en Budapest y huyó en 1971 para vivir en el exilio en Viena. En su testamento el Cardenal pidió ser enterrado en Mariazell y ser trasladado a Esztergom solo cuando, "la estrella del ateísmo de Moscú haya caído des los cielos de María y San Esteban”. Esto sucedió luego del retiro de la ocupación de las tropas el 4 mayo de 1991. Su tumba en Mariazell tiene una inscripción en latín que dice: vita humiliavit - mors exaltavit, (en vida humillado en la muerte exaltado).
En 1983 El Papa Juan Pablo II realizó su primer viaje apostólico a Austria para conmemorar los 300 años de la ocupación del Imperio Otomano de Viena. El recordado Siervo de Dios recordó la historia de Austria en el corazón de Europa cuyo destino compartió e influenció de alguna manera. En su homilía durante las vísperas en el Heldenplatz en Viena el 10 septiembre de 1983 habló de la multiplicidad de pueblos que vivieron lado a lado en un área pequeña, con no pocas tensiones, pero forjando con creatividad su multiplicidad en unidad. En el territorio de la actual Austria, el Papa destacó, quedan y están vivos las huellas de los celtas y los romanos, los pueblos eslavos y germanos. Esta Austria, para el Papa, era el espejo y el modelo de Europa. Sin embargo lo que contribuyó grandemente a la unidad en la diversidad en el continente europeo fue la difusión de la fe cristiana. Esto fortaleció a los defensores con el coraje que los llenaba y la certeza que estaban peleando no solo por la libertad de su propio país sino por toda Europa y la cristiandad. El Papa Juan Pablo II con ocasión de su visita recordó a los cristianos de hoy su responsabilidad de redescubrir sus profundas y comunes raíces espirituales “La batalla espiritual para vivir en paz y libertad exige el mismo y heroico esfuerzo y coraje, la misma presteza para el sacrificio, la misma fuerza para resistir que vuestros en ese entonces usaron para salvar Viena y Europa. Tomemos la decisión y confiemos en la Cruz de Cristo, el Seño de toda la historia porque su Cruz es verdadera esperanza y salvación!” La herencia cultural común no puede ser entendida sin los contenidos del mensaje cristiano. Esta cultura cristiana amalgamada de modo maravilloso con el espíritu antiguo forma una herencia común a la que Europa le debe su riqueza y su fuerza, el florecimiento del arte y la ciencia, de la educación e investigación, la filosofía y la teología. En el marco de la herencia de la fe fue la visión cristiana del hombre la que imprimió en sí misma la cultura cristiana.
Las peregrinaciones –dijo Juan Pablo II– promueven la comprensión recíproca entre los pueblos y las naciones tan distintas y que sin embargo se ayudan a formar la identidad de Europa. Precisamente aquí en Mariazell…durante siglos han venido los cristianos de toda Europa. Yo mismo, polaco y romano, estoy feliz de estar aquí como peregrino hoy en Mariazell."
Part 9 – El Papa Benedicto XVI y Mariazell
El Papa Benedicto XVI estará en Mariazell el 8 septiembre de 2007, en la fiesta de la Natividad de María y en el día de fiesta del Santuario. En una entrevista en Castelgandolfo el 5 de agosto de 2006 cuando le preguntaron si planeaba visitar Austria al año siguiente, el Papa indicó que: "Sí está planeado. He prometido que tal vez dentro de poco. Me gusta tanto el lugar que dije: Sí, retornaré a la Magna Mater Austriae. Y de inmediato se generó una promesa que intento mantener y que hago con alegría.“
Ya el 2 de octubre de 2004 el entonces Cardenal Joseph Ratzinger visitó Mariazell. En aquella ocasión el Purpurado dijo que: " Estoy muy contento de haber tenido la oportunidad por primera vez en mi vida de ver Mariazell. Siempre fue mi deseo: ver, visitar, orar en el gran Santuario Mariano de la Magna Mater Austriae. La invitación …a esta Misa fue hecha por la oportunidad, finalmente para visitar los Alpes y encontrar aquí en este lugar a la Madre de Dios y a la gente que la ama. Estoy sobrecogido por la magnificencia de la Basílica. Tenía en mi mente la imagen de tres torres, pero no había visto el interior y estoy asombrado. Nuestro equivalente es Altötting, que es bastante distinto y más pequeño, en lo que se refiere al templo. Me sorprendió la riqueza vista aquí, pero también por la modestia y el caracter sencillo de su milagrosa imagen.“
Para preparar la visita papal, el Vaticano envió al Director de la Sala de Prensa, P. Federico Lombardi SJ, a Austria. En la conferencia de prensa en Viena, dijo con referencia a la visita papal que: "Cada visita papal en la que he tomado parte hasta ahora ha sido una“gran“ travesía. He experimentado esto ya con Juan Pablo II cuando hablábamos de las “pequeñas visitas” que siempre terminaban siendo “grandes” experiencias. De hecho las palabras del Papa siempre están dirigidas a todo el mundo”. El P. Lombardi recordó al Papa Benedicto XVI y su especial conexión con Austria. El Papa que creció en la frontera de Baviera, antes de su elección, visitó Austria muchas veces, en misiones teológicas y para descansar. El patrimonio cultural del Santo Padre es descrito por sus más cercanos colaboradores en la publicación “El Papa de cerca de Salzburgo”. El sacerdote jesuita Lombardi es consciente de la importancia que Benedicto XVI le da Mariazell: "Sabemos que este lugar es importante para el Papa … Él dice que ama Mariazell. Cuando la invitación oficial llegó no pudo resistirse. Este lugar tiene un especial significado para él, nos damos cuenta de ello.“
El Arzobispo Piero Marini, el maestro de ceremonias del Papa, dijo en Viena, respecto a la visita del Papa que “este viaje tiene el mismo propósito de todos los viajes realizados por el Sucesor de Pedro: fortalecer a sus hermanos y hermanas en la fe. Sin embargo, este viaje también tiene un caracter especial: es un peregrinaje. El Papa se une a numerosos peregrinos que vienen aquí desde el siglo 12 para venerar la milagrosa imagen en Mariazell y también a aquellos que todavía hoy tienen esta tradición”.
Fuente: Agencia Fides
Traducción: ACI Prensa